Tras el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, en un programa de televisión sobre la posible eliminación del impuesto a las Ganancias para las personas físicas, el también candidato presidencial convocó a su equipo para comenzar a dar forma a un proyecto de ley para avanzar lo antes posible en esa promesa, según adelantó hoy Infobae.
Si bien la iniciativa no necesariamente debe pasar por el Congreso ya que bastaría con introducir modificaciones al mínimo no imponible y ajustar la escala como ya se ha hecho por decreto, de forma tal de obtener una “eliminación de hecho”, lo cierto es el proyecto tiene un costo fiscal no menor por lo cual es de prever que en el texto de la iniciativa se incluya el fondeo necesario para eliminar el tributo para personas físicas, la gran mayoría, al menos. En ese sentido, la determinación de la fuente de recursos para financiar esa baja impositiva sí requerirá de una nueva legislación, es decir, de la intervención del Congreso, único poder con la facultad de crear o subir impuestos.
De acuerdo a lo que señalaron varios analistas económicos, el costo fiscal de la medida es equivalente a 2,5% del PBI, lo cual es por sí solo ”un porcentaje mayor de la meta de déficit anual comprometida con el FMI, de 1,9%, una variable para usar como referencia. Otra manera de medir el impacto es en función del peso que tiene ese tributo que pagan los trabajadores con sueldos brutos por encima de los $703.000. Tras alcanzar un máximo de 10 puntos porcentuales de la recaudación total en 2015, el año pasado esa proporción se ubicó en 8,5% de los ingresos fiscales totales. Este año, la participación es mayor dado que el volumen total de recaudación se vio afectado seriamente por la caída de los ingresos por retenciones, lo que achica la torta y le da mayor participación al resto de los impuestos.
“Teniendo en cuenta la participación del pago de Ganancias de personas físicas en la recaudación total, luce poco probable la propuesta de eliminarla sin contar con otro fondeo”, opinó el director de la consultora EcoGo, Sebastián Menescaldi, quien puntualizó también la alta participación del tributo para personas físicas en el PBI. En términos históricos, el pico de Ganancias en relación al producto bruto de la economía fue en 2015, cuando alcanzó 0.7% más que ahora, es decir, 3,2% del PBI. Históricamente, esa relación se ubicó abajo de 1,5% hasta que, consecuencia del avance de la inflación y la falta de ajuste del mínimo no imponible, a partir de 2011 fue creciendo la participación que apenas logró bajar a 2% del PBI en 2018 y 2019.
“Un laburante, por ahora paga Ganancias. Y digo por ahora porque, si soy Presidente, no van a pagar Ganancias, y yo no soy como (el ex presidente, Mauricio) Macri, porque ya lo vengo bajando; lo plantee en el Congreso y dentro de poquito voy a mandar una ley con el tema Ganancias”, dijo ayer, en una entrevista en C5N, Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencia de Unión por la Patria.
El ministro, según pudo saber Infobae, enviaría al Congreso en las próximas horas un proyecto de ley para que los trabajadores dejen de pagar el Impuesto a las Ganancias. Mañana por la mañana, el ministro convocó a su equipo en el Palacio de Hacienda para terminar de delinear el proyecto en el que se viene trabajando hace varias semanas. Si bien no trascendieron hasta el momento detalles del mismo, el objetivo es que queden excluidos del impuesto la mayor cantidad de trabajadores posibles.
Se entiende que el impuesto seguirá existiendo, claro, pero se buscará que los mínimos no imponibles sean muchos más altos para que más empleo registrado no quede alcanzado. Si bien entrará en el trámite legislativo de un complicado año electoral, en Economía confían en que el proyecto podrá tratarse y aprobarse en este año. “Por qué no comparamos cuánto le cobran a los laburantes, mientras directores de empresas no pagan Ganancias por por algunas exenciones que tiene desde el punto de vista tributario”, dijo ayer el ministro.
También el economista Fernando Marull planteó el interrogante respecto de dónde saldrán los recursos para cubrir el bache fiscal que, graficó, sería para nada fácil de cubrir.
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