Recientemente el ministro de Economía, Sergio Massa, habló de un valor de $1.900, otros economistas hicieron cálculos de entre $800 y $10.000 y ahora, en la lotería de a cuánto se iría el dólar si la Argentina decidiera dolarizar la economía, cambiando las reservas en divisas del Banco Central por todos los pesos en circulación, para retirarlos del mercado, Martín Redrado, expresidente de la entidad, dijo que el resultado sería un dólar a 4.000 pesos.
Redrado, que presidió el Banco Central entre 2004 y 2010 y es hoy secretario de Asuntos Estratégicos del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que encabeza Horacio Rodríguez Larrreta, aunque valoró que personas como Milei sumen ideas al “debate nacional”, atacó las del líder de “La Libertad Avanza”.
“Podemos discutirlas, por ejemplo, la dolarización”, dijo, entrevistado en el programa “Aire de Noticias”, por radio Mitre. Y arremetió contra ella: “No tiene ninguna posibilidad de resolver la inflación; la génesis del problema inflacionario en la Argentina es que se gasta más de lo que ingresa, un problema fiscal, con lo cual la dolarización trabaja sobre las consecuencias, no sobre las causas”, afirmó inicialmente.
“No hay país en el mundo sin Banco Central. Pero hay buenos y malos Bancos Centrales. El de la Argentina es un mal Banco Central, porque es un apéndice de la Tesorería”
Además, siguió, hay cuestiones prácticas. “¿Cuántas reservas hay en el Banco Central? Hoy tiene reservas netas negativas. Si queremos cambiar los pesos, por cada dólar que hay en el Banco Central hay 4.000 pesos en circulación. ¿Qué sería llevar eso a la práctica?”, planteó retóricamente, descalificando la propuesta.
“No hay país en el mundo sin Banco Central. Pero hay buenos y malos Bancos Centrales. El de la Argentina es un mal Banco Central, porque es un apéndice de la Tesorería: cada vez que el ministro lo llama, le dice mandame un cheque, y no hay ningún tipo de control”, señaló.
Antes, Redrado había planteado que un plan de estabilización en la Argentina requería un trípode de condiciones, sustentadas en leyes, a saber: 1) emisión cero, 2) déficit fiscal cero, y 3) tipo de cambio único. Y se refirió también a “vectores” de crecimiento. “Para emisión cero necesitás una nueva Carta Orgánica del BCRA que diga en su artículo 20 que no hay adelantos a la Tesorería”, explicó.
Puntos ciegos
Redrado apuntó otro punto ciego de la propuesta de Milei: “En EEUU han caído tres bancos y en Suiza 45 días cayó uno muy importante. Si un banco tiene problemas, ¿vamos a embromar a quienes depositaron allí?”, preguntó nuevamente. “Un Banco Central tiene que garantizar estabilidad monetaria, cambiaria, bancaria, financiera. Sin Banco Central eso no se logra. Pero sí tiene razón (Milei) en que este Banco Central no funciona. Necesita una nueva ley, un nuevo directorio, y si no funcionan los directores que los remueva el Senado, no el Ejecutivo.
Redrado profundizó su ataque sobre Milei señalando su inviabilidad en el sistema republicano y constitucional argentino. “A muchos les gusta hacer política con títulos y sin sustancia. La fuerza de Milei puede ganar a lo sumo 20 o 25 diputados y es muy difícil que tenga algún senador. Uno necesita una mayoría de 129 diputados para llevar algo adelante”, apuntó. Y subrayó la imposibilidad de gobernar a fuerza de plebiscitos, como plantea el líder de “La Libertad Avanza”.
“No podemos tener plebiscitos todas las semanas para cerrar el Banco Central o para dar libre portación de armas”, señaló. Además, recordó, según la Constitución en la Argentina los plebiscitos son no vinculantes. Si en uno gana la propuesta de cerrar el Banco Central, el Congreso los diputados y senadores podrían no estar de acuerdo.
“Ni que hablar de otros temas como eso de privatizar la educación y darle a cada uno un voucher para que elija”, dijo Redrado, graduado en Económicas de la UBA, “Ni que hablar de la portación de armas, está lejos de la esencia nacional que uno pueda hacer justicia por mano propia. Ni que hablar de la compra y venta de órganos, lejos está de cómo se resuelven los problemas de salud de la Argentina”, remachó.
Trípode estabilizador
Antes, Redrado había dicho que el programa “de estabilización y crecimiento” en el que trabajo junto a los equipos de Rodríguez Larreta consistente en tres medidas iniciales: 1) emisión cero, a partir de un Banco Central independiente, 2) déficit cero, que consiste en “no gastar más de lo que ingresa en los municipios, las provincias y el Estado Nacional”, y 3) tipo de cambio único.
“Y por supuesto como venimos trabajando con Horacio, con el respaldo de leyes que le devuelvan la confianza a los argentinos y muestren que iniciamos un camino respaldado por leyes con mayorías especiales”.
Redrado dijo que planes de estabilización y crecimiento exitosos, como el de Israel, se basaron en acuerdos políticos y leyes y que incluso en la Argentina el éxito de la Convertibilidad y la etapa de Lavagna se basaron tuvieron “sustento de ley”, por las de convertibilidad y de emergencia económica. “Las leyes dan idea de horizonte, previsibilidad y perdurabilidad, de que las cosas no van a cambiar de un día para el otro”, argumentó.
En cambio, señaló, el actual gobierno aplicó desde su inicio un programa de “vamos viendo”, consistente en patear los problemas hacia adelante, “sin resolver los problemas de falta de crecimiento e inflación”.
Además de describir el “trípode estabilizador”, Redrado dijo que otra área central, para que la economía vuelva a crecer, “es una política exterior para ganar mercados a la producción argentinam, una cancillería mucho más activa en negociaciones internacionales, para llegar a mercados como Indonesia, India, Vietnam, que están creciendo y nos plantean oportunidades”.
Vectores
Al respecto, planteó, “yo estoy trabajando en eso, en transformar las mega-tendencias mundiales en mega-oportunidades. Las 3 mega-tendencias son la seguridad alimentaria, la seguridad energética y los nuevos regionalismos, darle nuevo valor a nuestra región, con productos específicos, como darles energía a nuestros países vecinos” y también a una Europa hambrienta de energía a partir de la pérdida del gas que le abastecía Rusia. También subrayó el potencial de crecimiento del agro, la energía, la minería a partir de la “transición energética”, y la industria del conocimiento.
-¿Usted quisiera ser ministro de Economía de este país con una papa caliente en la mano?, fue la última pregunta de la entrevista.
-”Nunca le rehuía a las papas calientes, ni cuando conduje el Banco Central ni cuando tuve que enfrentar el poder (Redrado renunció al Banco Central en 2010, tras e resistirse a una orden de la entonces presidente, Cristina Kirchner). No temo los desafíos. Pero tiene que haber leyes que respalden, para no hacer agua en dos minutos. Sin leyes que respalden y den previsibilidad es muy difícil sacar la Argentina adelante”, concluyó.
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