“Eliminamos prácticamente todos los privilegios que había en CABA y Buenos Aires respecto al trato con el interior, sin un aumento en el corto plazo”, afirmó en diálogo con Infobae el secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, luego de concretar este martes el traspaso a la Ciudad de las 31 líneas que circulan exclusivamente en territorio porteño y dejar de financiar la Red SUBE tanto en esa jurisdicción como en la provincia a partir de septiembre.
Mogetta nació y se crío en Catamarca pero a los 18 años se fue a estudiar Derecho a Córdoba, en donde entre 2015 y 2023 ocupó distintos cargos, entre ellos el de ministro de Transporte del entonces gobernador Juan Schiaretti. “Igualar” el trato del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con el de las provincias, en donde no hay subvenciones de Nación, era casi una misión personal, según explicó.
Sin embargo, el funcionario que depende del ministro de Economía, Luis Caputo, explica que la quita de subsidios y los aumentos en las tarifas se llevan adelante bajo un análisis minucioso de su impacto. “Siempre tenemos en cuenta lo sensible que son estos precios para los ciudadanos”, remarcó.
Mogetta aseguró que el boleto de colectivos en el AMBA no tendrá aumento durante septiembre y que se mantiene en análisis qué sucederá con la tarifa en octubre; acumulan un aumento del 600% desde que asumió Javier Milei. En el caso de los trenes, puede que próximamente se conozca un nuevo incremento en la tarifa, cuya última suba fue en mayo de este año.
El secretario de Transporte recibió a este medio en su despacho del piso 12 del Palacio de Hacienda, donde al lado de su escritorio de trabajo tiene una mesita de madera en la que puede verse sobre el vidrio que la protege una bandera argentina, una locomotora de tren de carga y un busto de Milei.
Mogetta tiene en carpeta la privatización en las concesiones del servicio de trenes en el mediano plazo y licitar la hidrovía antes de principios de 2025. Otro de los puntos en agenda son una mayor apertura de los cielos y de los medios de pago en el transporte.
– ¿Qué implicancias tiene haber traspasado a la Ciudad las 31 líneas porteñas, además de que Nación dejó de financiar el boleto integrado en CABA y provincia de Buenos Aires?
– Por un lado dotamos de mayor federalismo a la Argentina al establecer una igualdad en prácticamente todas las condiciones entre el trato que reciben las provincias del interior con CABA y la provincia de Buenos Aires. Como representante del interior eso me gratifica y es un enorme paso. Eliminamos los privilegios en esas jurisdicciones sin que los usuarios tengan que recibir por el momento un aumento en la tarifa como se dijo esta semana. En el caso de CABA, el traspaso de las líneas de colectivos es un paso para contribuir con la autonomía de la Ciudad porque quedaba pendiente ese paso desde 2012, cuando se habían transferido el subte y el premetro. Para nosotros es muy importante por un planteo histórico a lo largo y ancho del país en ese trato diferencial que recibía el AMBA, además de la instrucción de Milei de bajar subsidios. ¿Qué tiene que hacer el gobierno nacional fijando horario, tarifa, frecuencia, recorrido paradas de un transporte que circula solo dentro de la jurisdicción de una comuna?
– ¿Qué les queda por hacer en ese sentido?
– Lo único que nos queda por hacer es implementar la SUBE en más jurisdicciones para que justamente ese beneficio llegue a todo el país porque creemos que es una herramienta igualadora. La idea es que los subsidios vayan a la demanda. Hoy con la tarjeta le damos tarifa social a 5,3 millones de usuarios de todo el país. En el largo plazo nos queda constituir una autoridad metropolitana que coordine el transporte del AMBA, en un trabajo conjunto con CABA y Buenos Aires.
– La contracara de ese ordenamiento es el impacto en los usuarios que toman el transporte. El boleto de colectivos aumentó 600% desde que asumió Milei en el marco de una situación social delicada. ¿Cuánto les preocupa ese efecto?
– Como todo gasto en el que tiene que incurrir la sociedad para llevar adelante su vida cotidiana nos importa mucho, por supuesto. Sabemos que quizá el salto del pasaje podría haber sido más alto si se tenía en cuenta que la tarifa se mantuvo congelada desde agosto de 2023 hasta que llegamos en enero en un contexto de muy alta inflación. Siempre tenemos en cuenta lo sensible que son estos precios para los ciudadanos. Haber domado la inflación fue un paso importante, porque no es lo mismo mantener una estructura de costos con 25% mensual que ahora con menos del 4%; fue prudente que los incrementos no fueran de manera descontrolada.
– ¿Cuál es el precio real del boleto de colectivos en el AMBA, es decir, sin tener en cuenta el subsidio?
– Hablamos de un pasaje de entre $1.100 y $1.400 pero depende mucho del recorrido. Por eso insistimos en que cada jurisdicción tiene que hacerse cargo de su propio sistema en pos de definir el nivel tarifario y de subsidios. No es lo mismo el índice pasajero-kilómetro en La Rioja, en Catamarca, en Gran Rosario, Córdoba o en Buenos Aires. Tampoco es igual la realidad social de cada una de esas jurisdicciones.
– ¿Va a haber aumento en el precio del boleto de colectivos próximamente? ¿Y en el de trenes?
– En septiembre no habrá aumento en el boleto de colectivos del AMBA y vamos a analizar qué hacer en octubre. Es parte de un monitoreo constante que hacemos en un contexto de control de la inflación y de la evolución de los costos. Obviamente no pretendemos incurrir en lo que hemos criticado justamente de gestiones anteriores que congelaron las tarifas. Estamos trabajando además en un definir la nueva estructura de costos de las empresas. En el caso de los trenes puede que estemos definiendo próximamente un incremento.
– ¿Se definió un plan de obras para afrontar la Emergencia Ferroviaria tras el choque de trenes en Palermo? ¿Hubo responsabilidad del gobierno por el ajuste?
– Recibimos los planes de las empresas de trenes y en los próximos días vamos a publicar los detalles aprobados. En esta primera etapa le dimos prioridad a la compra de repuestos para las unidades. Hablamos de los buggy, la implementación de sistemas de frenado automático, rodamiento, etc. por la necesidad de encarar un mantenimiento que nunca se hizo. Quiero resaltar que encontramos el sistema de trenes muy deteriorado, prácticamente abandonado. Hay un informe de la CNRT que da cuenta del deterioro con el que recibimos los trenes. La Nación financiaba obras como pasos bajo nivel, que no mejoraba el estado de las vías pero sí el tránsito en los municipios. Eso fue cortado. Nos enfocamos ahora en mejorar la seguridad operativa del sistema.
– ¿Van a avanzar en la privatización de los servicios de trenes?
– La visión del gobierno es que todo lo que pueda estar en manos privadas, se privatice. Estamos transitando el proceso de mejoramiento de la red para lanzar licitaciones de las concesiones de las siete líneas del AMBA y de las de larga distancia (Tren de la Costa, Tucumán, Córdoba, Rosario y Junín). Se privatiza la concesión del servicio, no los activos. Actualmente Metrovías tiene la concesión de Urquiza y Ferrovías del Belgrano Norte, las otras cinco las administra Sofse (Belgrano Sur, Mitre, Roca, Sarmiento y San Martín). Hay empresas interesadas que ya se han acercado de manera muy informal a sondear un poco las condiciones y los parámetros del concurso. Las empresas concesionarias tienen prórrogas desde hace unos 10 años porque se vencieron los contratos originales. La intención es que se vuelvan a prorrogar pero que eso no sea un obstáculo para volver a licitarlas, sin que eso implique interrumpir el servicio.
-¿Cuáles son los próximos pasos que le gustaría dar antes de terminar el mandato en 2027?
-Me gustaría dejar los trenes más seguros de lo que los encontramos, pero también que brinden un mayor confort y prestaciones a los usuarios. También generar mayor conectividad aérea en todo el país con la apertura de los cielos pero también para conectar toda la Argentina. Otro gran tema es abrir la SUBE para otros medios de pago, que próximamente va a comenzar. Esperamos prontamente licitar la hidrovía, donde sale el 80% de las exportaciones del país. Ese proceso debería estar finalizado para principios del año que viene.
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