El Gobierno argentino decidió unificar y postergar para finales de este mes el pago de los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los cuales sumaban casi USD2.000 millones, según indicaron a Infobae fuentes oficiales. El calendario original contemplaba una cancelación el 9 de enero por USD1.300 millones y otra el 16 de USD650 millones. Este jueves además llegará a Buenos Aires una comitiva del organismo para reunirse con el ministro de Economía, Luis Caputo, en medio de las negociaciones para encauzar el programa vigente.
El país había utilizado la herramienta de unificar pagos en junio, julio y octubre último, en medio de las tensiones que mantenían el ex ministro de Economía, Sergio Massa, y sus interlocutores del Fondo. Ante la escasez de reservas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA), y como solo había un vencimiento previsto por USD960 millones para el 21 de diciembre, el Gobierno de Javier Milei utilizó el mes pasado un crédito puente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). Massa también había utilizado esa posibilidad para cumplir con las obligaciones financieras.
El titular del Palacio de Hacienda decidió aplazar los compromisos en medio de las negociaciones en marcha para encauzar el programa que todavía está vigente, que se desvío fuertemente de sus objetivos en los últimos meses de la administración anterior, para mantener la relación financiera con el FMI. En el mejor de los casos, la intención es conseguir nuevo financiamiento.
De hecho, este martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que el próximo jueves llegará una comitiva del Fondo para renegociar un acuerdo que, consideró, actualmente “está caído por no haber cumplido” las metas. El funcionario precisó que los enviados del organismo serán recibidos por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y por Caputo.
En el equipo económico hay confianza en que pueda existir financiamiento próximo por parte de Washington. Entre otras cosas, porque el plan de ajuste fiscal es mucho más ambicioso de lo que exigía el FMI.
El recorte del déficit que preveía el acuerdo todavía vigente con el Fondo Monetario era para 2024 de un punto del PBI, desde 1,9% hasta 0,9% del Producto. El que anunció Caputo será un ajuste cinco veces más grande. Por lo pronto, en Economía aseguran que no se embarcarán en la negociación de un programa nuevo completo sino que se moverán en el contorno del acuerdo ya firmado.
Por lo pronto, el programa firmado en 2022 contempla que restan desembolsar hasta septiembre de 2024 unos USD6.500 millones. Sin embargo, en noviembre pasado no llegaron los USD3.300 millones previstos porque, en el marco de la campaña electoral, el país se desvió considerablemente de las metas acordadas para destrabar la llegada de esos fondos.
Un acuerdo para que lleguen las divisas sería un alivio para las arcas del BCRA, más si se tiene en cuenta que el sábado seis de enero hay un vencimiento de USD1.600 millones con bonistas privados. Economía avisó que cumplirá con esas obligaciones con parte de las reservas que compró la autoridad monetaria desde que asumió Milei y, en particular, tras la devaluación de diciembre.
El BCRA realizó compras en el mercado de cambios por USD2.897 millones desde el lunes 11 de diciembre. Sin embargo, las reservas se ubican en USD23.072 millones y fueron solo USD1.863 millones superiores a los niveles previos al recambio de Gobierno, lo que refleja la dificultad para acopiar divisas a pesar del salto del tipo de cambio oficial y las restricciones para importar.
El 2023 fue calamitoso para el balance del BCRA, que perdió el 48,3% de sus reservas brutas, unos USD21.527 millones, desde los USD44.598 del cierre de 2022. El 10 de noviembre tocaron un piso de USD20.905 millones, un mínimo desde el 20 de marzo de 2006.
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