A cuatro días del cambio de gobierno, y de que terminen los controles de precios que caracterizaron la gestión de Alberto Fernández -aunque con escaso éxito-, las empresas de alimentos, cosmética, tocador y limpieza están afinando el lápiz para diseñar las nuevas listas de precios que enviarán a las cadenas de supermercados la semana próxima, tras la asunción de Javier Milei como presidente.
Desde este lunes, ya aplicaron el incremento del 8% adicional al 12% ya establecido en noviembre, aunque son aumentos autorizados por el secretario de Comercio, Matías Tombolini, quien les había pedido a las compañías colaboración en el proceso de transición. Pero el lunes será otra historia. Habrá un gobierno nuevo que no tiene intenciones de continuar con los controles, por lo que el sector privado aprovechará esa libertad para recomponer los atrasos que aún acumula. Además, si se produce una devaluación del dólar oficial como ha trascendido -para llevar el valor de la divisa a $650 o $700-, los precios también tendrán que ajustarse a esa nueva realidad cambiaria; aunque muchos precios ya estén fijados a un dólar celeste (intermedio entre el oficial y el CCL).
Fuentes de las cadenas aseguraron que el 8% de aumento fue aplicado el lunes y algunas empresas enviaron listas con ajustes mayores, de hasta 40%. “Estamos aguantando algunos días más para aceptarlas porque estamos dentro del acuerdo”, confesó una fuente del sector. En otro supermercado, mayorista en este caso, afirmaron que “hay empresas que aplicaron el porcentaje que faltaba pero otras que aumentaron mucho más. En el caso del aceite, por ejemplo, el fideicomiso cayó y ya se puede comprar sin límite”. “Respecto de la semana próxima, hay que ver con qué nos encontramos, con qué dólar, ya que gran parte del consumo masivo fija sus precios en torno al oficial. Se habla de que habrá aumentos de entre 30 y 40%”, agregó el comerciante.
La expectativa está fijada justamente en eso: en el nuevo valor que tendrá el dólar oficial y si habrá acceso a esa divisa, ya que, de lo contrario, las empresas acudirán al contado con liqui para pagar sus importaciones y los costos serán entonces mayores. “Vamos a aplicar un 20% de aumento seguro la semana próxima, pero queremos saber dónde queda parado el tipo de cambio y cuál será el dólar que pagaremos al exterior. Hasta ahora, todos los proveedores manejaron sus precios con un dólar en torno a $500, no el oficial”, afirmó el dueño de una empresa mediana de tocador.
Según relató, en esta industria, a excepción de algunas compañías que han estado muy controladas durante los últimos meses, el resto fue aplicando aumentos de diversas maneras: lanzando productos mellizos; retirando ítems del supermercado durante dos o tres meses y luego, cuando volvían a entrar, lo hacían con precio actualizado; o vendiendo más en los autoservicios independientes, que no tenían control. “Nosotros cambiamos los sku en cadenas por otros similares y ahí hicimos diferencia de entre 30 o 40 puntos. Ahora estamos entregando sólo lo que es outlet y lo que no vamos a fabricar más. En nuestro caso, los aumentos no van a ser tan altos porque no venimos tan atrasados”, agregó el empresario del sector de tocador.
En una importante firma de bebidas anticiparon que tienen un retraso promedio de 50% -acumulado luego del impuesto a la importación de bienes del 7,5%, la devaluación de agosto del 20% y las paritarias en torno al 160% anual- y que “se buscará recomponer en tramos a partir de este mes”. Son varias las empresas que anticipan incrementos importantes pero que admiten que el mercado no permite hacerlos de una vez. “Hay mucho atraso aún comparado con la inflacion y va a depender un poco tambien de cómo quede el dólar, nadie va a aumentar una locura porque con los datos de pobreza no hay margen”, dijeron en una importante firma de consumo masivo.
Además del fin de los Precios Justos, también terminarán los fideicomisos del aceite y la harina, por lo que ya no habrá más subsidio para estos productos y se anticipan incrementos aún mayores que en el resto de los casos (entre 50% y 100%). Por otro lado, los productos que se exporten, como la leche o la carne, tenderán a subir más por la competencia del mercado externo. Una devaluación alentará a los productores a exportar, lo que tirará el precio para arriba, incluso para el mercado doméstico. En el caso de la leche, esta semana debería definirse un aumento de la materia prima de entre 15% y 20%, coincidieron en el sector, lo que se sumaría a los mayores costos a trasladar al bien final.
¿Fuerte contracción del consumo?
Al mismo tiempo que están esperando la semana próxima para comenzar a recomponer -los que aún no lo hicieron- sus precios, las empresas de consumo masivo están avizorando un primer semestre del 2024 con una inflación más alta que la de este año y una gran contracción de la demanda. De hecho, ya a partir de noviembre comenzó a reflejarse un consumo mucho más contenido que los meses anteriores y diciembre arrancó tranquilo. “Va a ser un diciembre atípico. Se va venir un bajón fuerte de consumo, por lo menos hasta marzo o abril. Porque esos golpes en la góndola no serán acompañados por los sueldos. La gente va a ir solamente a lo necesario, no se va a stockear más”, dijo el directivo de otra empresa.
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