El gestor cultural Jheinser Pacay, director adjunto del festival de cine LGTBI OutfestPerú, respondió este viernes a la administración de Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, por la carta notarial enviada a la organización para exigir el retiro de la imagen de Santa Rosa de Lima con los colores de la diversidad.
La misiva fue cursada por Clara Moscoso, gerenta de Movilidad Urbana de la comuna ultraconservadora, quien declaró su “profunda indignación y preocupación […] por el uso distorsionado de la imagen religiosa” en el afiche promocional de este evento reivindicativo que se desarrollará del 2 al 10 de julio.
“Este año el festival se inspira en un icono de la ciudad, de quien tomamos su devoción y entrega a los más necesitados. Es un símil con las carencias que vivimos las personas LGTBI, quienes no podemos gozar de una ciudadanía plena debido a la falta de leyes y exclusión que nos dejan desprotegidos a merced de la discriminación y los crímenes de odio”, señaló el activista en un clip difundido por Wayka.
“La historia nos dice que estas intervenciones se realizan siempre, solo que al parecer les incomoda que en esta ocasión la intervención sea con los colores de la diversidad. Estoy seguro de que Santa Rosa de Lima estaría muy feliz y orgullosa de que nosotros como comunidad le brindemos este homenaje, porque el mensaje de ella siempre fue de amor y apoyo a los más vulnerados”, continuó.
Según el documento firmado por Moscoso, la aparición de la santa católica “ha generado un ambiente de confrontación entre peruanos, pudiendo derivar en enfrentamientos con miembros o representantes de su colectivo, quienes, válidamente, buscan el respeto y reconocimiento de sus derechos mediante su participación en la Marcha del Orgullo”.
López Aliaga, devoto del Opus Dei, célibe y recurrente al uso del cilicio, había declarado esta semana que el afiche es “un insulto” que le resultaba irritante. “Es una barbaridad. Es como que pongan a mi madre ahí, con esa ridiculez […] Como autoridad de Lima no estoy prohibiendo, sino pidiendo que lo retiren”, dijo en una entrevista para Willax.
Renovación Popular, su agrupación política, expresó de igual modo “su absoluto rechazo e indignación” y cuestionó que el evento haya recurrido a “la religiosidad” para “crear escándalo y lastimar la tradición religiosa”.
El propio director del festival, Rolando Salazar, señaló en El Comercio que “las religiones no son exclusivas para los heterosexuales”. Además, la figura de Santa Rosa no está patentada, “así que no creo que se cambie”, adelantó.
“Con el tiempo, nos hemos profesionalizado. Con estas historias [proyectadas en pantalla grande] intentamos brindar esperanza a las personas que a menudo sufren discriminación, violencia o incluso asesinatos en la realidad local. Si pensaban exterminarnos, su estrategia está muy equivocada”, dijo.
En total, nueve películas y más de medio centenar de cortos serán presentados a lo largo de ocho días en el Centro Cultural de la Universidad Católica (CCPUCP) y la Alianza Francesa de Miraflores.
Una de las atracciones será la versión remasterizada de ‘No se lo digas a nadie’, el film medular de Francisco Lombardi que celebra un cuarto de siglo. Asimismo, se han dispuesto conversatorios y la realización de la tercera edición del “Queerlab”, un laboratorio de proyectos de Cine LGTB que brinda una plataforma para el desarrollo de talento emergente.
El festival arrancará un día después de la Marcha del Orgullo, una manifestación para la cual López Aliaga prohibió el acceso a la plaza San Martín, donde tradicionalmente concluía. Los promotores informaron que la comuna limeña no accedió al permiso, pese al llamado de activistas y la Defensoría del Pueblo. En su lugar, la administración cedió la Alameda 28 de Julio.
Previamente, el teniente alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, indicó que la movilización debería ser evitada “para que no afecte la integridad física” de algunos sectores, una postura que cierra el paso a la igualdad.
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