La aprobación, con cambios, del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en la Cámara de Senadores generó un gran alivio y satisfacción entre los sectores con mayor potencial para utilizarlo, como son la minería y el sector energético, pero también provocó algunos sinsabores en actividades que quedaron afuera y entre las industriales pymes, que no auguran un escenario positivo para el desarrollo de la producción nacional.
El proyecto volverá ahora a Diputados, que podrá insistir con su redacción original o aceptar los cambios. Si lo aprueba tal cual salió del Senado, sólo estarán alcanzados por los beneficios del régimen los sectores de forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas que cumplan con los requisitos previstos.
La versión original abarcaba a todas las actividades y este recorte generó molestia entre algunos, como el automotriz, cuyas firmas pretendían hacer uso de las ventajas, impositivas y cambiarias, que contempla el régimen.
¿Cuáles son estas ventajas?
Entre las condiciones para ingresar al régimen figura el monto de la inversión, que oscilará entre USD 200 millones y USD 900 millones según el sector (se especificará en la reglamentación). A su vez, el 40% de ese monto deberá ser invertido durante los dos primeros años y el cash flow neto no puede superar, en un porcentaje a definir, al monto de la inversión de los primeros tres años. De esa forma, se busca una visión de largo plazo, es decir, que no se trate de iniciativas de rápido recupero.
Durante 30 años, las exportaciones que surjan de los proyectos que ingresen al RIGI no pagarán retenciones; tributarán sólo 25% del Impuesto a las Ganancias; podrán tomarse a cuenta de ese impuesto el 100% del impuesto al cheque y gozarán de un mecanismo de compensación de los créditos fiscales de IVA durante la etapa de construcción.
A su vez, en materia cambiaria, a partir del segundo año de iniciado el proyecto podrán dejar el 20% de las ganancias fuera del país; el 40% al tercer año y luego la totalidad. Cuando se trate de resolver un conflicto, los proyectos adheridos podrán acudir directamente al Ciadi o a la ICC.
Los sectores más interesados en esta ley, y que se espera más la aprovechen, son la minería y el energético, ya que son las actividades donde mayor densidad de inversiones hay y el capital es de largo plazo.
“En lo primero que impactará es en el cobre, que con la estructura impositiva y cambiaria vigente es imposible conseguir fondos por USD 4.000 millones para hundir en la Argentina. Hay empresas de primer nivel posicionadas en la Argentina y hay varios proyectos, pero muchos en estadíos de armado de factibilidad y estudios ambientales”, dijo a Infobae un consultor minero que prefirió mantener el anonimato.
Hay empresas de primer nivel posicionadas en la Argentina y hay varios proyectos, pero muchos en estadíos de armado de factibilidad y estudios ambientales (dijo en off un consultor minero)
Según explicó el consultor, el proyecto más avanzado es el de Josemaría, del grupo Lundin, en San Juan, pero en esa provincia también están Los Azules, del grupo Mc Ewen, asociado con Stellantis y una empresa tecnológica de Río Tinto; y Pachón, del grupo Glencore. En Catamarca, a su vez, espera su turno el proyecto Mara, también de Glencore; y en Salta, Taca Taca, de First Quantum. También hay expectativas para que avancen los proyectos para desarrollar la extracción de litio, como Rincón, de Río Tinto, en Salta, entre otros.
En el sector petrolero también se mostraron eufóricos con los avances en el Senado de la ley Bases, que incluye el RIGI, y esperan una rápida sanción finalmente en la cámara Baja.
Tal como detalló este medio días atrás, son varios los proyectos que están a la espera de que se ponga en marcha el nuevo régimen. El presidente de YPF, Horacio Marín, manifestó en varias oportunidades que sin el RIGI no sería posible avanzar con el proyecto de construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) con la malaya Petronas.
En tanto que el CEO de Pan American Energy Group, Marcos Bulgheroni, señaló, vía la red social X, que “la Argentina necesita inversiones para desarrollar su enorme potencial energético exportador y que el Senado dio un primer paso. Es vital que en Diputados se complete el tratamiento del proyecto y se sancione la Ley Bases para iniciar un camino de crecimiento y desarrollo”.
A su vez, desde Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, dijeron a este medio que están muy optimistas por los efectos de esta ley y que próximamente anunciarán inversiones.
También en la siderurgia hay proyectos importantes a la espera de que se apruebe este ambicioso régimen de incentivo de las grandes inversiones. Según pudo corroborar Infobae, uno de ellos es la construcción de una planta de última tecnología de aceros largos en San Nicolás.
La preocupación de las pymes es grande, a pesar del artículo en favor de la industria nacional que los senadores incluyeron en el tratamiento en particular
Pero no todas son buenas noticias para el sector empresario. Tras la aprobación por parte del Senado, en la UIA comenzaron a analizar con detenimiento las implicancias del RIGI para todos los sectores; y la preocupación de las pymes es grande, a pesar del artículo en favor de la industria nacional que los senadores incluyeron en el tratamiento en particular.
Incentivos insuficientes
En el artículo 174, se incorporó que el proyecto deberá “contener un compromiso de contratación de proveedores locales respecto de bienes y/u obras equivalentes como mínimo al veinte por ciento (20%) de la totalidad del monto de inversión destinado al pago de proveedores, siempre y cuando la oferta de proveedores locales se encuentre disponible y en condiciones de mercado en cuanto a precio y calidad”.
Dicho porcentaje mínimo deberá mantenerse durante las etapas de construcción y operación, agrega el texto. A su vez, la ley agregó que así como los proyectos adheridos al RIGI podrán importar bienes con arancel 0, también podrán hacerlo los proveedores nacionales que compren en el exterior piezas destinadas a esas iniciativas.
Sin embargo, fuentes industriales remarcaron que si bien “la ley incorporó el espíritu de muchos de los pedidos de la UIA, no está muy claro que los incentivos le lleguen a los proveedores nacionales”.
Será clave, aseguraron las fuentes, cómo se reglamente la ley. “Nosotros no estamos muy conformes por cómo salió el régimen en el Senado. La cancha sigue desequilibrada. Si va a quedar así, que se genere una Ley Pyme para lograr el equilibrio”, dijo a Infobae el metalúrgico Carlos Garrera, miembro de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra).
Respecto de la exigencia para contratar proveedores locales por el 20% del total, el empresario cuestionó el hecho de que esté sujeto a que la empresa local tenga disponibilidad y que tenga un precio competitivo. “Eso no es equilibrar la cancha. Debería ser una decisión el hecho de desarrollar una cadena de valor. Pero si te ponen condiciones, eso no existe. Si una pyme va a desarrollar un producto, tiene que tener un plan y tiempo para poder competir en igualdad de condiciones con el mundo. Es un proceso que tiene etapas de desarrollo”, remarcó Garrera.
Nosotros queremos ser industriales, no importadores (Garrera)
A su vez, consultado sobre la posibilidad de que los proveedores locales de los proyectos adheridos al RIGI puedan importar con arancel cero, afirmó: “No estaría agregando nada de valor, dejo de ser industrial. Y estaríamos transformando a la Argentina en importadora de bienes y exportadora de materias primas, con lo que la restricción externa sería mayor. Nosotros queremos ser industriales, no importadores”.
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