“Las SIRAs -permisos de importación de bienes- son trabajosas, muchas veces quedás al borde de tener que parar la planta, pero al final, con mucho esfuerzo, terminan saliendo. Hoy el principal problema que tenemos son las Sirase”, se lamentó el ejecutivo de una importante empresa industrial y miembro de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA). Las Sirase (Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior) son las autorizaciones que deben tener las empresas para hacer frente al pago de un servicio en el exterior y que también se gestionan desde la Secretaría de Comercio. Ante la falta de dólares, estos permisos quedaron al final de la lista de prioridades para el Gobierno, incluso los casos críticos que le acercan al secretario Matías Tombolini desde las distintas cámaras empresarias todas las semanas.
Mientras que desde Comercio prefirieron no hacer declaraciones al respecto a Infobae, desde el sector privado realizan intensas gestiones para destrabar las situaciones más urgentes. Pero por ahora no tienen novedades. Están frenados pagos de patentes, servicios de marketing, publicidad, promoción en el exterior (por ejemplo, en el caso de las bodegas), servicios profesionales, informáticos y hasta los fletes, que quedaron incluidos dentro de las Sirase desde hace unos dos meses, luego de que el Gobierno detectara que se sobreestimaban para sacar dólares al exterior.
Desde ese momento, la situación de las aprobaciones se volvió mucho más compleja y generó que la deuda con proveedores del exterior siga creciendo. Se suman a los pasivos que ya las compañías tienen por la importación de bienes, ya que las SIRAs se aprueban a cuentagotas y con un plazo de pago que en pocos casos es inferior a los seis meses. Incluso, en algunos casos estos permisos están saliendo sin fecha de pago cierta, lo que fuerza a reclamar por parte de la compañía. Esta deuda, según fuentes oficiales, ya alcanza los USD 12.500 millones. En cuanto a los servicios, lo que más preocupa son los fletes y los servicios informáticos, que todas las compañías contratan y que tienen, en su gran mayoría, empresas que facturan en dólares, localmente y en el exterior.
“Lo más esencial para la continuidad de las operaciones es el pago de los servicios de la nube. Es un servicio permanente, no es una importación puntual. Y es la situación más general porque todas las industrias contratan la nube, y están todos con el mismo problema. En el fondo, todos suponen que de acá a unos meses el mercado se estabilizará y que el próximo gobierno llegará con una solución”, dijo un directivo del sector de la economía del conocimiento. El empresario agregó que “lo que hay hoy es una agudización del problema” y que las Sirase “están mucho más pisadas que las SIRAs”.
Como también ocurre con las importaciones de bienes, la posibilidad de utilizar yuanes para cumplir con los compromisos ayudó a liberar algunos pagos. Así lo manifestó la fuente consultada del sector informático y lo confirmaron desde la industria, pero no en todos los casos se acepta esta moneda. “Hay aprobaciones pero tenemos casos muy demorados también. No identificamos un patrón por el momento. Hemos reclamado algunos servicios críticos de pago de comisiones de exportación, refrigerio de carga, servicios técnicos, pero depende más de los montos y del tamaño de la empresa que de los conceptos”, plantearon desde una importante cámara empresaria, al tiempo que agregaron que algunas Sirase se han aprobado pero a 60 días o más de plazo.
La preocupación de las empresas radica en que no hay una perspectiva clara en torno a cuándo podrán saldarse estas deudas comerciales que se están generando ante la falta de dólares
Fuentes de una cámara industrial bonaerense fueron contundentes: “No sale nada de lo que presentamos de Sirase. Hay un preconcepto de que esos permisos son usados para girar dólares al exterior”. Los empresarios que deben recurrir al mercado libre de cambios (MULC) no tienen otra opción que esperar la aprobación y acumular deuda con su proveedor del exterior, ya que si optara por comprar dólares en el CCL y cumplir con su pago, luego no podría operar en el mercado oficial.
“En cuanto a las SIRAs, estamos teniendo un flujo de aprobación razonable en función de la debilidad de dólares que hoy existe, pero en lo que respecta a las Sirase, prácticamente son excepciones las que salen. Pero no es una novedad. Hay empresas que ya acumulan USD 2 o 3 millones de deuda impaga por servicios informáticos”, dijeron, por su parte, fuentes de la Cámara de Comercio norteamericana en el país (Amcham).
La preocupación de las empresas radica en que no hay una perspectiva clara en torno a cuándo podrán saldarse estas deudas comerciales que se están generando ante la falta de dólares. Por otro lado, mucho se habla de lo que sucederá con un cambio de gobierno en materia cambiaria, lo que genera una inquietud entre los privados todavía mayor. “¿Cuánto costará el dólar cuando deba hacer frente al pago de la deuda?”, se preguntan en las empresas, donde descartan que a fin de año habrá una devaluación. Mientras tanto, los mayores costos se trasladan a los precios.
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