Ni la sequía histórica que trajo consecuencias dramáticas para la economía nacional y que aún persiste en algunas zonas del país, ni la intervención de los mercados, la brecha cambiaria y las medidas económicas que traban su desarrollo pueden contra la potencia y lo tangible de una actividad, la agrobiondustria, que una vez más mostró, en la Exposición Rural 2023, todo lo que es y podría llegar a ser, en mejores condiciones económicas y políticas.
La muestra que termina hoy en el predio ferial de La Rural, en Palermo, reunió, durante 11 días, a unos 2.000 animales y 400 expositores. Allí estuvieron la genética de punta en ganado vacuno y de otras especies, la maquinaria agrícola de última generación, las Agtech, y todo el mundo comercial que se mueve alrededor de la actividad económica más pujante y que mayores divisas ingresa al país.
El balance, en momentos en que se respira un cambio de época, a pocos días de las elecciones primarias, es positivo y esperanzador con vistas al futuro para la mayoría de los actores, pese a las dificultades productivas, económicas, sociales y políticas que afectan a toda la sociedad argentina.
Búsqueda permanente de la productividad
En materia ganadera, remates de reproductores con buenos precios, en un negocio de mediano y largo plazo dieron la pauta de que la inversión en genética, escala de los productores mediante, está instalada en la actividad y que, desde todas las razas se busca no perder el tren de la productividad.
En maquinaria agrícola, fuentes del sector consultadas por Infobae, señalaron que se firmaron boletos de compra de equipos y muchos productores aprovecharon promociones especiales que las empresas ofrecieron para operaciones realizadas durante la muestra.
No obstante, en este rubro, la muestra fue el lugar para visibilizar, una vez más, otras dificultades que afectan al sector, independientemente de la sequía y la coyuntura económica adversa ya mencionada.
Los fabricantes nacionales nucleados en la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma, insistieron en la necesidad que el Congreso Nacional trate un proyecto de ley con estado parlamentario que defina qué integración local deben tener los equipos fabricados en el país para ser considerados de origen argentino.
Del lado de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Tractores (AFAT), la preocupación giró sobre el impacto en costos y precios que tendrá la aplicación del impuesto PAIS de 7,5% que en la semana que pasó dispuso el gobierno para todas las importaciones de bienes, además del 25% en el caso de los servicios. La medida afectará a todo tipo de insumos del agro y de otras industrias. Entre ellos, las agropartes que se fabrican o ensamblan en el país tractores, cosechadoras y picadoras de forraje, entre otros equipos agrícolas.
Vidriera política
Como en muchas oportunidades, y más aún en un año electoral, la Exposición fue una vidriera para que los políticos mostraran sus propuestas para la actividad agrobioindustrial. Lo hicieron los principales precandidatos presidenciales respondiendo a históricos reclamos del campo, explicando cómo piensan quitar las retenciones, terminar con las intervenciones a los mercados y unificar el tipo de cambio, cuya brecha hoy perjudica a productores agropecuarios de todos los rubros.
A propósito de política, la inauguración oficial de ayer, como es tradicional, fue el momento en que el sector, a través de Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, que organiza cada año la Expo Rural, expresó su punto de vista sobre la realidad del sector. Aquí, algunos pasajes centrales de su discurso:
Sequía: “La sequía deja al desnudo, más que nunca, problemas más profundos. Han quedado al descubierto las pésimas políticas agropecuarias que los gobiernos han instrumentado en la Argentina en los últimos 80 años”.
Impuestos y tipo de cambio: “El Estado actúa como socio desleal y forzoso. Lo hace a través de impuestos confiscatorios, discriminatorios y distorsivos” y “a través del manejo del tipo de cambio, que obra como un instrumento de apropiación de la ilegítima rentabilidad del productor. Existen no sabemos cuántos tipos de cambio, oportunistas y desestabilizadores; y un impuesto inflacionario de más del 100% anual que agudiza la pobreza, llevándola al vergonzoso 42% de la población”.
Política económica: “Las medidas tomadas por el Gobierno esta semana no nos dan previsibilidad y se toman por una necesidad financiera del gobierno y no en beneficio de todo el sector productivo. Estamos cansados de anuncios que nunca llegan a los productores”.
Retenciones: “Las retenciones son un impuesto pésimo, por abusivo y por discriminatorio. Peor aún en los tiempos de sequía que nos ha tocado vivir, en los que el Estado, como si fuera un acreedor privilegiado, se ha quedado con el poco rédito que ha logrado salvar el productor, o les ha cobrado inclusive a los productores que estaban en situación de quebranto”.
Divisas y campo: “El campo es el único sector que genera divisas netas genuinas, para que la Argentina funcione. Sólo en concepto de derechos de exportación, el campo viene aportando al país 170.000 millones de dólares en los últimos 21 años”.
Banco Central: “Seguimos reclamando frente a las políticas que buscan hacer que el campo pague los errores económicos del Gobierno, como por ejemplo la resolución del Banco Central, que busca extorsionar a los productores, limitando su derecho a vender la soja y el trigo cuando lo consideren necesario”.
Desarraigo e inseguridad: “La comunidad rural entera está discriminada en Argentina. No se salva de la inseguridad que, por otro lado, cunde en el país entero y afecta más a los que menos tienen; en el campo hay destrucción de producciones y viviendas, hay ocupaciones ilegales, hay desprotección, en general, contra el delito. La educación y la salud, en ambientes rurales, están ausentes, o diezmadas, o destruidas”.
Producción y ambiente: “Los productores somos expulsados del campo. Nos vemos forzados a buscar el sustento en otro lugar, dejando el campo improductivo. (En Santa Cruz) siguen cerrándose campos porque el Estado no se ocupa de equilibrar la producción agropecuaria con la preservación de la fauna autóctona y la diversidad biológica. Consecuencia: los productores ganaderos abandonan la Patagonia”.
Ambiente: “El único sector de la economía argentina que ha reducido la emisión de gases responsables del calentamiento global es el sector de la agricultura, la ganadería y la forestación. Las anomalías climáticas no dejan dudas. En el campo siempre fuimos conscientes y responsables a la hora de producir. Entendemos el enorme desafío que esto significa.
Leyes laborales: “Es necesario hablar en un mismo idioma con la Unión Argentina de Trabajadores Rurales. Buscar acciones en conjunto a favor del desarrollo del campo. Entender de una vez que estamos en el mismo barco. Porque, como dijo un dirigente sindical del sector, ‘sin trabajadores no hay productores, y sin productores no hay trabajadores’”.
Democracia y república: “Profundicemos la democracia republicana. La respuesta no es el autoritarismo ni el populismo. La democracia debe ser reivindicada, rescatada, perfeccionada. Defendemos la honestidad, la libertad, la igualdad de derechos y de oportunidades, la propiedad privada, el progreso basado en el mérito y el respeto a los valores republicanos”.
Política y campo: “Nuestro sector debe involucrarse a nivel político, en los lugares donde se toman las decisiones. Hay que lograr que las decisiones de los funcionarios respondan a políticas de Estado, definidas para el campo y la agrobioindustria”.
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