La escalada de tarifas de servicios como la luz y el gas se perfila como un golpe duro para los presupuestos de los consorcios. Una familia de clase media en el AMBA ya paga más de más de $100.000 por mes para pagar los servicios y se anticipa un aumento interanual de las expensas cercano al 220% en mayo.
El incremento de tarifas aplicado este mes fue notable, con aumentos que oscilan entre el 300% y el 500% interanual. Las expensas tradicionalmente se ajustan a un ritmo más lento y suelen quedar por debajo del índice inflacionario.
Según la plataforma Octopus Proptech, en marzo las expensas subieron 7,88%, alcanzando un promedio de $79.511 en Buenos Aires y alrededores. Hasta ahora, el acumulado del año es del 19,34%, y se anticipan aumentos significativos tras el alza en los servicios de agua, luz y gas. Se proyecta que en mayo el promedio de las expensas alcance los $90.000.
“Los aumentos provocarán dificultades en el pago de expensas y mayor morosidad, complicando a los consorcios el cumplir sus obligaciones. La falta de fondos podría llevar a postergar el mantenimiento necesario, con riesgos y efectos negativos en la comunidad” (Nicolás Baccigalupto).
Nicolás Baccigalupo, CEO de Octopus Proptech, señaló a Infobae: “a corto plazo, se espera a partir del anuncio del Gobierno en el rubro de servicios que lleguen fuertes incrementos a lo largo del año a medida que se vayan ajustando las tarifas de servicios públicos que venían con retraso, con inflación reprimida”.
En este sentido, a pesar de que los indicadores mensuales sugieren una disminución en la tasa de inflación, el ajuste en las tarifas de servicios públicos ejerce presión sobre los costos a nivel general.
“Los aumentos provocarán ajustes, dificultades en el pago de expensas y, por ende, mayor morosidad, complicando a los consorcios para cumplir con sus obligaciones. La falta de fondos podría llevar a postergar el mantenimiento necesario, con riesgos y efectos negativos en la comunidad”, señaló Baccigalupo.
La supresión de subsidios a energía y gas reta a los consorcios a mitigar el impacto financiero, considerando opciones como los paneles solares para bajar costos en electricidad. La presión económica ha empujado a utilizar fondos de reserva y priorizar reparaciones urgentes.
David Loisi, presidente de la Fundación Liga del Consorcista de la Propiedad Horizontal, detalló que respecto a los aumentos en las facturas, “se observó un incremento menor al 5% en aquellos edificios sin servicios centrales, lo cual contrasta con la situación de los consorcios que disponen de servicios como agua caliente central y calefacción por calderas. En estos últimos se anticipa un impacto más pronunciado de los aumentos de tarifas de gas, especialmente con la llegada de los meses más fríos. Como medida preventiva, algunos consorcios decidieron suspender temporalmente el uso de estos servicios o reducir los horarios de funcionamiento para disminuir el consumo”.
“Algunos consorcios decidieron suspender temporalmente el uso de los servicios centrales o reducir los horarios de funcionamiento para disminuir el consumo” (David Loisi, Liga del Consorcista)
Esta tendencia de aumentos consecutivos se agravó en los últimos meses por el contexto económico imperante. “Se debe a múltiples factores, como el incremento en los costos de reparaciones, la dinámica propia de la inflación que afecta a todos los rubros de gasto con distintos tiempos de ajuste, y las dificultades económicas de algunos consorcistas que impactan la recaudación”, acotó Diego Medwed, directivo de la Cámara de Sistemas Informáticos para la Propiedad Horizontal (CASIPH).
Los expertos dan ejemplos de un edificio en CABA, donde la factura de Edesur se elevó de $262.148 en febrero a $882.940 este mes, y un caso similar en un barrio cerrado de la provincia de Buenos Aires, donde el costo se disparó de $700.000 a $3.6000.000 en el mismo período. Ambos casos incluyen notas de débito retroactivas, lo que inevitablemente provocará un aumento en las expensas.
Cómo abaratar las expensas
La implementación de tecnologías como paneles solares emerge como una alternativa viable para algunos, mientras que la gestión prudente de los fondos de reserva se convierte en una práctica común ante la incertidumbre económica.
“Se recomienda la optimización de recursos a través de la reducción en el consumo de energía mediante la actualización de luminarias a tecnologías de bajo consumo, y la gestión eficiente del tiempo de uso de calderas. Asimismo, es crucial la renegociación de contratos con proveedores para asegurar condiciones más favorables”, amplió Loisi.
En un edificio en CABA la factura de Edesur se elevó de $262.148 en febrero a $882.940 y un caso similar en un barrio cerrado de la provincia de Buenos Aires, donde el costo se disparó de $700.000 a 3,6 millones de pesos
Para los consorcios, se recomienda considerar el alquiler de espacios inutilizados, tales como la portería vacía o áreas comunes como terrazas y medianeras, para su uso publicitario. Es importante que los consorcistas realicen un consumo responsable y consciente de los servicios, entendiendo la importancia de reducir el consumo durante los períodos de mayor uso de calderas y evitar el desperdicio de agua.
La morosidad está ascendiendo. Se estima que supera el 35% actualmente (hace un año y medio era del 20%) y esta situación complica la gestión y la posibilidad de negociar mejores precios en las contrataciones para el consorcio, creando un ciclo perjudicial para aquellos que cumplen con sus pagos.
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