L.M le echó candado a su cuenta de Instagram tras nuestra breve conversación. Sabe lo que le espera luego de la publicación de esta entrevista: las publicaciones de su socio y amigo, Franco Saulle, se llenaron de comentarios de detractores y críticos, de curiosos que buscan saber cómo es que Saulle hacía su dinero y con quién o quiénes operaba. “Un hate que es una falta de respeto”, dice L.M, en lenguaje actual.
Aceptó hablar con Infobae bajo estricta reserva, sorprendido de ser encontrado. Pidió que no se publiquen su nombre o su imagen. Es esperable. Todavía no fue convocado a declarar por la UFI N°2 de Almirante Brown, que junto a la DDI de Lomas de Zamora, trabaja para esclarecer por qué a su socio de 19 años un hampón lo ejecutó de un tiro en el ojo derecho frente a la casa de sus padres el 8 de julio pasado.
L.M, por su parte, tampoco encuentra una explicación.
Oriundo de Adrogué, tiene 26 años, ex empleado de una multinacional de comunicaciones, asegura que conoció a Saulle “hace tres meses” cuando el joven trader se “anexó” a un emprendimiento que denominaron Cronos, una “academia” dedicada a “educar” sobre trading de criptomonedas y mercados financiero, que operaba en Instagram, publicitada en stories por influencers como el ex GH Tomás Holder.
“Lo conocí hace tres meses a través de un amigo. Franco se anexó a nosotros. Enseñamos a la gente trading, a moverse dentro del mercado financiero. Educamos a las personas, está enfocado a la gente que no tiene conocimiento de trading”, afirma.
-¿Y qué función tenía Franco?
-Educaba junto a nosotros en lo que es el trading y ayudaba a la comunidad. No era solo sobre criptomonedas en sí.
-Bien. Vayamos a un ejemplo: yo no sé nada de trading. Voy a ustedes para aprender. ¿Qué costo tiene?
-No tiene ningún costo. Es totalmente gratuito. Enseñamos a la gente cómo moverse en el mercado. Nada más. Cada persona opera con su dinero. Que dicen que Franco usaba la plata de la gente es falso.
-¿Pero qué rédito obtenían ustedes?
-Ninguno. En una industria con tanta competencia, estábamos posicionándonos en el mercado.
-¿Pero cómo le pagan una story a Tomás Holder?
-Yo tengo otras actividades que me generan ingresos. Se pagaban con eso. No teníamos ninguna rentabilidad.
-¿Por qué creés que Franco Saulle fue asesinado?
-No tengo ningún tipo de idea. Era un buen pibe. No había ningún indicio de que podían hacerle algo así.
-¿Creés que podría llevar dinero de alguien relacionado al delito?
-No creo.
-¿Recibieron ofertas de manejar inversiones de personas sospechosas?
-Para nada. Nunca recibimos dinero de nadie.
El discurso que Saulle esgrimía para vender el proyecto Cronos en sus stories de Instagram es común de la época, el capitalismo post-adolescente que mezcla criptomonedas y coaching ontológico, en un mundo donde, básicamente, si te va mal, es por tu culpa. Siete años más joven que L.M, Saulle exhibía mucho más que su socio en redes: se mostraba frente a autos Porsche, con zapatillas Nike recién salidas de la caja y una campera Moncler nueva en New York, en viajes de snowboard en hoteles de lujo en la Patagonia.
Sin embargo, los registros comerciales del trader asesinado se encuentran casi en blanco. No tiene siquiera un alta en un rubro de la AFIP o una deuda reciente de tarjeta de crédito a su nombre. Cómo Saulle financiaba este estilo de vida es algo que su socio también desconoce. Por lo pronto, Franco no tenía denuncias en su contra, por lo menos en CABA, o al menos según consta en los registros de la Cámara Criminal porteña.
¿Qué hay para decir, en los hechos, que el joven trader fue asesinado en un intento de robo? Los hampones que lo mataron cometieron el golpe el 8 de octubre con un Peugeot 208 robado el día anterior.
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