En México hay una gran diversidad de vestigios arqueológicos y recintos religiosos que dan cuenta de la riqueza de su historia, atravesada por la época prehispánica y la colonial. Sin embargo, muchos de ellos perdieron su esplendor por los efectos del paso del tiempo y en algunas casos por el impacto de fenómenos naturales.
Uno de los desastres naturales que causó daño en inmuebles históricos fue el sismo de 2017. La restauración de los espacios afectados fue tan compleja que fue hasta este año que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) logró la reapertura de varios de ellos.
Entre los inmuebles que recuperaron su esplendor este 2023 gracias al INAH destacan un palacio construido en el siglo XVI en Morelos y varios templos católicos en diversas partes de la República Mexicana.
Palacio de Cortés
Se trata de un palacio y fortaleza mandado a edificar por Hernán Cortés en 1531. El inmueble fue construido al lado de una capilla que años atrás se edificó sobre los restos de un centro ceremonial y de tributo tlahuica.
Uno de los puntos trascendentales de la restauración fue la reintegración del torreón al palacio. Sumado a ello los expertos del INAH restauraron bienes que forman parte de este recinto, incluido un mural de Diego Rivera (Historia del estado de Morelos, Conquista y Revolución).
El elemento arquitectónico original fue construido en 1899, vísperas del centenario de la Independencia de México, con piedra, tabique y argamasa de cal y arena. Luego de que se daño con los sismos 2017, fue sustituido por una estructura con una placa de acero en su base y madera antinflamable, que pesa dos toneladas, 70% menos que el torreón del siglo XIX.
Este año el Palacio de Cortés fue reabierto en marzo este año bajo el nombre de Museo Regional de los Pueblos de Morelos.
Parroquia de Santo Domingo de Guzmán
Este recinto católico se ubica en Chimalhuacán, Estado de México y su restauración finalizó en 2023. La rehabilitación requirió la remoción de una parte deteriorada, colocación de un enladrillado y del impermeabilizado a base de alumbre.
La parroquia, construida en el siglo XVI sobre un tecpan prehispánico (palacio o casa real), estaba dañada por el sismo de 2017 y debido a una restauración inadecuada previa, emprendida por la comunidad.
Los trabajos de impermeabilización anteriores deterioraron los materiales constructivos y causaron filtraciones de agua. El problema fue solucionado con capas de alumbre que evitan que los ladrillos se humedezcan y permiten a la vez la transpiración.
Iglesias en Tlaxcala
Este año el INAH consiguió finalizar la restauración de la parroquia de San Ildefonso, en Hueyotlipan. Entre las acciones realizadas destacan la liberación de aplanados afectados y de entortados sueltos o dañados, consolidación de muros y bóvedas por medio de costura, rejunteo de muros de mampostería y consolidación estructural de vigas de madera.
Un segundo recinto religioso restaurado en Tlaxcala es la parroquia de San Lucas Tlacochcalco, en Santa Cruz, donde se reintegró la linternilla, se impermeabilizó la bóveda y se reintegraron la torre campanario, la cúpula y la techumbre de la sacristía.
Esculturas y cuadros restaurados por el INAH este año
Además de inmuebles, el INAH reparó varios bienes, tal como el conjunto escultórico de Santiago Apóstol en Izúcar Puebla, el cual recuperó su cabalgadura gracias a restauradores que elaboraron una nueva montura, parecida a la original, en la que integraron las patas, el hocico y la cabeza de equino originales que fueron rescatadas.
Sumado a ello fue restaurada la pintura de gran formato intitulada Aparición de la Virgen a san Ignacio de Loyola, una pieza con tres siglos de antigüedad que fue entregada al Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán, Estado de México.
Un proyecto destacable más es la labor de conservación de la policromía de una monumental cabeza de serpiente mexica, recuperada en la antigua Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, que se lleva a cabo en el Templo Mayor.
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