Uruguay se apresta a llevar a cabo un hito innovador en la construcción. A finales de este año, en el departamento de Durazno, a 189 kilómetros de Montevideo (capital oriental) y 483 kilómetros de Buenos Aires por vía terrestre, se erigirá el edificio íntegramente de madera más alto de América del Sur. Con siete pisos de elevación, este proyecto no solo promete transformar el horizonte urbano, sino también desafiar las convenciones al completarse en sólo 280 días.
La elección de la ciudad de Durazno responde a una serie de factores que motivaron a que ese es el lugar apropiado. Uno de los motivos es la ubicación del proyecto, cercano a la zona de producción forestal. Por otra parte la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) administraba un terreno que pasó a manos del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) con una ubicación neurálgica frente al parque lineal del Bicentenario, sitio de mucha visibilidad en esta localidad, próximo a las calles Luis Alberto de Herrera y Miguel Rubino.
Llamado internacional
Además fuerzas del Gobierno local del departamento de Durazno se entusiasmaron con la propuesta. Eso facilitó mucho las gestiones, y conjuntamente con el MVOT se alinearon los equipos de trabajo para sacar adelante el llamado internacional para la construcción de un Edificio en Altura con tecnología en Madera Estructural.
El edificio tendrá una altura de 22,80 metros, la estructura de la planta baja será de hormigón armado con una cimentación en pilotes y cabezales de hormigón armado. A partir del primer piso toda la estructura portante es de madera maciza de ingeniería en Madera Laminada Cruzada
La ANV fue creada como un organismo descentralizado y forma parte del Sistema Público de Vivienda en Uruguay. “Su finalidad es promover y facilitar el acceso y permanencia en la vivienda, además de contribuir a la elaboración e implementación de políticas públicas de vivienda, atendiendo a los aspectos económicos, sociales y medioambientales. En el marco de sus cometidos institucionales tiene la competencia de actuar en la ejecución de las directrices emanadas del Plan Quinquenal de Vivienda, los Planes de Ordenamiento Territorial y las directivas del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial”, destacó a Infobae el arquitecto Klaus Mill von Metzen, presidente de la ANV.
La arquitectura es del estudio Dovat, lo construirá la empresa Enkel Group y la fabricación o el suministro de madera es Arboreal, una empresa de producción nacional en tierra charrúa.
Cómo será el edificio
Este desarrollo residencial constará de 24 viviendas distribuidas en un edificio de tipo torre. La planta baja estará construida con materiales tradicionales como hormigón armado y mampostería, mientras que los seis pisos superiores serán construidos con madera maciza utilizando el sistema CLT (Cross Laminated Timber o Madera Laminada Cruzada).
Mill von Metzen explicó que el basamento del edificio servirá como una plaza que integrará el predio con la planta baja. “Además, incluirá una sala de usos múltiples, áreas de contemplación y espacios de esparcimiento, así como un sector destinado al estacionamiento de vehículos. De los 24 departamentos planificados, 5 serán de dos ambientes, 14 de tres ambientes y 5 de cuatro ambientes”.
La inversión está en el entorno de los USD 3.200.000, y demandará un plazo de ejecución de 10 meses a partir de la firma del contrato, que está previsto para fines de noviembre.
Se busca promover el uso de madera de origen nacional en soluciones constructivas para aumentar la oferta de vivienda pública, reduciendo tiempos de ejecución y costos de obra
“La decisión de erigir este edificio íntegramente de madera y convertirlo en el más alto del continente se basa en la sólida tradición forestal de Uruguay, que se remonta a 1987 con la Ley Forestal. En ese momento, el país contaba con 70.000 hectáreas de bosques. Desde entonces, ha experimentado un crecimiento sostenido, llegando a más de 1.100.000 hectáreas de bosques gestionados. En el marco del Plan Quinquenal de Vivienda 2020-2024, se estableció como objetivo promover el uso de madera de origen nacional en soluciones constructivas para aumentar la oferta de vivienda pública, reduciendo tiempos de ejecución y costos de obra. Este enfoque involucra a diversos organismos estatales, Intendencias y Academia, entre otros”, explicó Mill von Metzen.
La inauguración está prevista para Octubre del 2024, la comercialización es parte de los programas de acceso a la vivienda que implementa el MVOT.
Una unidad de 3 ambientes podría llegar a salir a la venta en el entorno de los USD 120.000 a USD 140.000, pero es un valor que aún no está definido. Apunta a un público de ingresos medios.
“Las unidades presentan doble orientación en todos los casos y tienen los balcones en los sectores de los living. Los espacios y sectores de servicios son acordes a lo establecido en las bases y a los programas de vivienda del MVOT; deben cumplir con lo establecido en los manuales de dicho organismo. La cantidad de baños de las distintas unidades son también las definidas para este tipo de programas, para 2 y 3 ambientes deben tener 1 baño, mientras que la de 4 ambientes puede tener 2 baños”, aclaró Mill von Metzen.
En todos los casos las cocinas son integradas mediante el concepto abierto donde se unen al espacio comedor y la terminación es con revestimientos tradicionales, cerámicos, yeso, pudiendo haber superficies donde se logra ver la madera, no así los elementos estructurales que están protegidos por diseño como en cualquier edificio.
Sostenible
El objetivo principal es generar un edificio sustentable, eficiente en términos energéticos y que proporcione una experiencia agradable para los usuarios. La integración del edificio en su entorno, la generación de espacios públicos y el bienestar de las personas y su comunidad son elementos claves en el diseño.
El edificio combinará dos sistemas constructivos: el basamento se realizará con hormigón armado, y los niveles superiores emplearán CLT, glulam, y losas. Esta fabricación industrializada acelera plazos y reduce residuos en obra. La madera también contribuye al secuestro de carbono, mitigando el efecto invernadero.
“Para Uruguay, es un hito que valida su proyecto forestal y promueve una construcción menos contaminante. La ANV busca mejorar la vivienda y establecer regulaciones para programas habitacionales similares. Además, se aspira a ser un ejemplo de arquitectura sostenible en la región. Un desafío significativo”, concluyó Mill von Metzen.
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