La propiedades nutricionales de diversos alimentos de origen mexicano son mundialmente conocidos y valorados. A su vez, se sabe que antes de la llegada de los españoles, la alimentación de nuestra cultura era rica en nutrientes y mantenía a la población sana y fuerte.
En este sentido, esta variada y saludable alimentación, que no es solo mexicana sino que se extiende por todo Mesoamérica, ha sido bautizada como Dieta de la Milpa, en una búsqueda de reconocer la importancia de los alimentos que provienen de este método de cultivo.
Y es que la dieta de la milpa es un sistema de alimentación saludable, cuyas raíces se extienden hasta la Mesoamérica antigua y que gira en torno a los alimentos básicos del cultivo de la ella, los cuales son denominados como los 4 jinetes de la dieta de la milpa, entre los que se encuentran: maíz, frijol, chile y calabaza.
Esta dieta, además, incluye otros productos nativos de México que forman parte de la gastronomía tradicional del país, así como elementos de origen foráneo que han sido integrados de manera beneficiosa a la culinaria mexicana.
La milpa, de la cual recibe el nombre, constituye un sistema de producción agrícola integrado y multifuncional que se basa en el cultivo simultáneo de diversas plantas, destacando principalmente los mencionados anteriormente.
Es habitual que en ciertos territorios los límites de las milpas se delimiten con hileras de nopales o magueyes, que además de ayudar a conservar el suelo, proporcionan alimentos y otros productos útiles.
Por su eficiencia y sostenibilidad ecológica, así como por su contribución a la seguridad alimentaria, la milpa es considerada una de las estrategias agrícolas más coherentes y exitosas a nivel mundial.
Es por esta razón que aquí te comentamos cuales son algunas de las ventajas de volver a nuestras raíces culinarias e implementar la llamada Dieta de la Milpa, de acuerdo con información de la Secretaría de Salud y de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
- Es rica en fibra: esta es una dieta que aporta elevados porcentajes de fibra soluble, la cual brinda saciedad, ayuda a perder peso y mejora la digestión. Su fuente proviene del nopal, del maíz y del amaranto, entre otros.
- Reduce el colesterol: otro beneficio de la fibra soluble e insoluble es que inhibe la absorción de colesterol lo cual disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por lo cual también se puede decir que protege el corazón.
- Favorece el balance ácido alcalino: debido a que la proteína vegetal tiene mayor aporte de calcio y magnesio, se trata de una alimentación que ayuda a equilibrar la acidez del cuerpo.
- Es baja en grasas: las principales fuentes de proteína de esta dieta son carnes magras como el conejo, la cual es baja en grasa. Si bien este puede ser difícil de consumir en la actualidad, lo cierto es dentro de su otra fuente de proteína se encuentran los insectos, los cuales han demostrado ser excelente fuente de proteína libre de grasa.
- Brinda un efecto antitóxico: La dieta de la milpa favorece la eliminación de toxinas a través de su aporte de sustancias que favorecen la menor formación de sustancias tóxicas en los metabolismos y la optimización en la eliminación de estas sustancias.
- Favorece la perdida de peso: tanto su elevada cantidad de fibra como el hecho de ser baja en grasa y de alimentos que brindan sensación de saciedad hacen que, si se sigue de manera adecuada, esta dieta nos ayude a perder peso en cortos periodos de tiempo y sin riesgo de rebote.
- Aumenta la esperanza de vida: debido al gran contenido de antioxidantes que se obtienen a partir de sus alimentos, además de sus elevados nutrientes, esta dieta ayuda a aumentar la esperanza de vida, como se puede notar en los adultos mayores que aún acosumbrar alimentarse de esta manera y que suelen ser longevos.
Algunos alimentos que se pueden consumir como parte de la dieta de la milpa:
Verduras y hortalizas: calabaza, nopales, quelites, verdolaga, romeritos, huazontle, chayote, jitomate, epazote, champiñones. (Libres, toda la cantidad que se desee)
Frutos: guanábana, tuna, papaya, zapote, chicozapote, piña, anona, xoconostle, pitahaya, nance, chirimolla. (Dos a tres piezas al día)
Los siguientes alimentos se recomiendan en cantidades moderadas
Cereales: Maíz nixtamalizado, amaranto
Proteína: conejo e insectos, evitar carne roja y embutidos
Los siguientes alimentos solo se recomiendan dos a tres veces por semana
Endulzantes: miel de maguey, miel de abeja melipona, piloncillo
Bebidas energéticas: aguamiel, chocolate, pozol, atole
Lácteos: requesón y queso fresco
Hacer Comentario