En conferencia de prensa del Gabinete Magisterial realizada el miércoles 7 de agosto, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Ángel Manero Campos, se pronunció respecto al informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que sugiere una situación crítica en Perú relacionada con la seguridad alimentaria. Según el titular del sector, la afirmación de que 17 millones de peruanos enfrentan hambre es una exageración y no refleja la realidad del país.

“Recientemente, se publicó un informe de la FAO en el que se menciona que 17 millones de peruanos se encuentran en un proceso de inseguridad alimentaria. Algunos titulares han interpretado esto como ‘17 millones de peruanos con hambre’, algo que considero extremo. El mismo informe establece categorías de inseguridad alimentaria, que van desde moderada hasta más severa, pero también señala el acceso a una dieta saludable. En Perú no se pasa hambre; en todos los rincones del país se come de manera contundente. Lo que sí podemos afirmar es que falta calidad en la alimentación, no necesariamente cantidad”, señaló Manero.

El titular del Midagri precisó que uno de los principales desafíos que enfrenta su cartera es mejorar la ingesta de alimentos como carne, huevo y leche, destacando la importancia de garantizar la disponibilidad de estos productos. “Es crucial que desde el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego nos enfoquemos en producir y exportar más carne para mejorar la calidad de la dieta de los peruanos”, agregó.

Un panorama desolador

Perú presenta la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en América del Sur, con un 51.7% de la población afectada. (Cepes)
Perú presenta la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en América del Sur, con un 51.7% de la población afectada. (Cepes)

El informe de la FAO, titulado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, presenta cifras alarmantes sobre la situación en América Latina, con una especial mención a Perú. Entre 2021 y 2023, la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o severa en la región alcanzó el 29%, afectando a aproximadamente 126 millones de personas. Perú encabeza la lista con la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en América del Sur: el 51,7% de su población enfrenta algún grado de esta problemática, lo que equivale a unos 17.6 millones de personas.

El documento menciona que la inseguridad alimentaria en Perú no solo afecta a las áreas rurales, sino también a las zonas urbanas. La pobreza, el acceso limitado a alimentos nutritivos y la dependencia de la agricultura de subsistencia son factores que agudizan esta problemática, especialmente en las regiones alejadas de los centros urbanos.

Un informe que refuerza la teoría

El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, refutó el informe de la FAO que sugiere que 17 millones de peruanos enfrentan inseguridad alimentaria. (La Encerrona)
El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, refutó el informe de la FAO que sugiere que 17 millones de peruanos enfrentan inseguridad alimentaria. (La Encerrona)

El informe de la FAO no es el único documento que habla en torno a la situación alimentaria en Perú. Recientemente, La Encerrona reveló la existencia de un informe interno del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) que arroja cifras similares a las del organismo internacional.

De acuerdo con esta fuente, el Midis elaboró un informe en 2023 que muestra que la inseguridad alimentaria alcanza al 51% de los peruanos. Sin embargo, este documento no fue publicado oficialmente. La respuesta del ministerio, ante solicitudes de acceso a la información pública, indicó que solo disponían de la Evaluación de la Seguridad Alimentaria ante Emergencias de 2021. Pese a esta negativa, el medio logró acceder a una copia del informe de 2023, el cual, según la publicación en redes sociales, “fue presentado ante un grupo de especialistas en diciembre del año pasado”.

El documento revela que el 51,6% de los hogares peruanos (equivalente a 5,2 millones) se encuentran en situación de inseguridad alimentaria, cifra que coincide estrechamente con la estimación de la FAO.

La malnutrición, en sus diversas formas, sigue siendo un problema crítico en la región. En Perú, por ejemplo, la prevalencia de la desnutrición crónica entre los niños menores de cinco años sigue siendo alta, mientras que la anemia afecta a un gran porcentaje de mujeres en edad fértil. Sumando que el costo diario per cápita de una dieta saludable en Perú aumentó progresivamente, pasando de 3.28 dólares en 2017 a 4 dólares por persona en 2022.

El Colegio de Nutricionistas se pronuncia

Según área de residencia, la prevalencia de esta deficiencia alcanzó al 7.1% de las niñas y niños menores de cinco años de edad que residen en el área urbana y al 23.9% de este grupo poblacional del área rural.
Según área de residencia, la prevalencia de esta deficiencia alcanzó al 7.1% de las niñas y niños menores de cinco años de edad que residen en el área urbana y al 23.9% de este grupo poblacional del área rural. (Fuente: Andina /)

Jessica Huamán, la decana del Colegio de Nutricionistas de Lima Metropolitana, se refirió a la situación de la inseguridad alimentaria en Perú a través de sus redes sociales, destacando preocupantes estadísticas. Según el último informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de las Naciones Unidas, el 51.7% de la población peruana, equivalente a 17.6 millones de personas, enfrenta inseguridad alimentaria moderada o grave. Además, el 20.3% de los peruanos vive en una situación de inseguridad alimentaria grave. La experta explicó que esta condición significa que estas personas se quedaron sin alimentos y han pasado un día o más sin comer, lo que se traduce en un claro indicio de hambre.

Este alarmante panorama no debe ser invisibilizado, ya que se refleja también en las cifras de pobreza extrema del INEI, que indican que el 5.7% de la población no puede cubrir su canasta básica de alimentos.

También que, según datos del IEP de 2023, seis de cada diez peruanos se quedaron sin alimentos en sus hogares en los últimos tres meses. Esta situación evidencia la existencia de una inseguridad alimentaria grave en un sector significativo de la población. Aunque mejorar la calidad de los alimentos para las personas vulnerables es crucial, no se debe ignorar la realidad del hambre en el país. La existencia continua de miles de ollas comunes es un claro indicador de la persistente necesidad de ayuda alimentaria y concluyó que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y que es imposible tomar decisiones correctas si se niega lo evidente.

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