Pasaron más de cinco años entre la emisión del primer billete de $1.000 y la puesta en circulación del billete de $2.000, pero este último tardó apenas cinco meses en perder un tercio de su valor, al menos en relación a la cotización del dólar.
El Banco Central (BCRA) lanzó oficialmente el billete de más alta denominación el 22 de mayo de este año. Ese día, la cotización del dólar ahorro (oficial más impuestos por cepo cambiario) era de $428,79, por lo que un sólo billete de $2.000 alcanzaba para comprar unos USD 4,66.
Desde la devaluación y con el precio congelado hasta después de las elecciones, la cotización del dólar ahorro asciende a $642,25, por lo que un billete de $2.000 equivale a un total de USD 3,11, es decir un 33% menos.
La diferencia es bastante más alta si la comparación se hace con la evolución del dólar informal. Tomando como referencia el mismo período de tiempo (mayo a octubre de 2023), se encuentra que el billete de $2.000 perdió el 66% de su valor. En detalle, hace cinco meses, cuando comenzó a circular, el billete permitía comprar USD 4,11 (la cotización era de $486); hoy, permite adquirir apenas USD 2,46 (cotiza a $810). Por tanto, el poder de compra se redujo dos tercios.
Anuncio devaluado
Los valores mencionados anteriormente toman como punto de inicio el día en el que el Banco Central puso en circulación el billete de $2.000, pero si se toma como referencia el momento en el que la máxima autoridad financiera anunció que lanzaría al mercado el nuevo billete (23 de abril), la diferencia es aún más contundente.
Ese día, la cotización del dólar ahorro era de $392,96. Por tanto, desde ese momento hasta ahora, el billete de $2.000 perdió el 38,7% de su poder de compra en relación a la cotización del dólar oficial.
Si se tiene en cuenta el dólar libre, que al momento del anuncio cotizaba a $442, la diferencia es aún mayor (83%). Con $2.000 se podían comprar USD 4,52 en abril y se pueden adquirir USD 2,46 en la actualidad en los sitios de venta informal.
Poco peso en la billetera
Aunque ya pasaron cinco meses desde su lanzamiento, hay otro punto de análisis interesante sobre el billete de $2.000. Se trata de su poco poder de compra en comparación al que tenía el billete de $1.000 al momento de su entrada en circulación.
Cuando el Banco Central comenzó a emitir el “papel” de $1.000, un sólo billete alcanzaba para comprar USD 56,56 en el mercado oficial (en ese momento no había dólar ahorro). Cuando se lanzó el de $2.000, en cambio, su valor era equivalente a USD 5,44 en su valor oficial (cotizaba a $367,3, sin los impuestos del dólar ahorro).
Eso significa que, al momento de su lanzamiento, el billete de $2.000 valía un 90% menos que lo que valía el de $1.000 cuando se presentó en el mercado. Si a eso se le suma la pérdida de poder de compra de los últimos meses, la diferencia es abismal.
Se obtiene un escenario similar cuando el análisis se hace con el “carrito” del supermercado. En noviembre de 2017, cuando comenzó a circular el billete de $1.000, un billete era suficiente para adquirir el 28% de la canasta de productos medida por el Indec en el Gran Buenos Aires (59 artículos). Al momento de entrar en circulación el billete de $2.000, sólo alcanzaba para acceder al 3,8% de la misma canasta y hoy apenas equivale al 3,1%.
En síntesis, el billete de $2.000 comenzó con poco peso y en el transcurso de menos de un semestre, su valor se redujo entre un 33% y un 66%, dependiendo del punto de comparación.
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