El ministro de Economía Sergio Massa prepara sus dos últimos viajes como funcionario para participar en reuniones de directorio de dos organismos internacionales con los que la Argentina tuvo, en los últimos años, proyectos de inversión y de créditos en vigencia. El jefe del Palacio de Hacienda visitará Honduras y Río de Janeiro en los próximos días y cerrará así la agenda internacional antes de su salida de Economía.
El financiamiento desde los organismos internacionales en un contexto de reservas muy escasas fue una de las patas en las que se apoyó la conducción económica, en especial en el último año y medio, para sostener algún flujo de divisas hacia las arcas del Banco Central. Massa propició, incluso, que ese tipo de entidades incluso financien, de manera temporal, necesidades de divisas de la Argentina para cumplir pagos de deuda al Fondo Monetario Internacional. Es, por el momento, una incógnita quién será el encargado durante el gobierno de Javier Milei que negocie con esas entidades, empezando, nada menos, por la interlocución con el FMI.
Por lo pronto, según aseguraron fuentes oficiales a Infobae, el actual ministro de Economía cerrará sus funciones al frente del Palacio de Hacienda con dos viajes. El primero será a Honduras, donde participará de la reunión de directorio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Según información plasmada en su página web, esa entidad tiene créditos hacia la Argentina por USD 148 millones, con un cupo potencial de financiamiento de USD 222 millones.
El BCIE es un banco de inversión con sede en la capital hondureña y que está integrado, como socios fundadores, a países centroamericanos como Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Nicaragua, otros de la región pero no fundadores como Panamá, República Dominicana y Belice y socios “extrarregión”, entre ellos Argentina, México, Cuba, Colombia, España, Taiwán y Corea del Sur.
La entidad se encuentra en las vísperas de un cambio de mando. El presidente actual es el economista hondureño Dante Mossi, que ocupa ese lugar desde 2018 y desde el 1° de diciembre tendrá lugar el traspaso de mando en favor de la costarricense Gisela Sánchez, electa por el directorio el viernes pasado.
La última vez que el BCIE anunció la concreción de un proyecto de inversión en la Argentina fue en mayo de este año, cuando el ministro Massa presentó un programa de financiamiento entre esa entidad y el BID por USD 130 millones para asistir a pymes en mejoras en materia de digitalización. Según trascendió de fuentes oficiales, podría haber novedades en este caso de financiamiento para la construcción del sistema de gasoductos, una iniciativa que deberá analizar el gobierno entrante si sostendrá o suspenderá.
El segundo viaje del todavía jefe del Palacio de Hacienda será para la última reunión anual del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, conocido tradicionalemnte como la CAF. Es un organismo multilateral regional de préstamos que tiene sede oficial en Caracas y que incluye a países de América Latina y España y que es presidido por el ex ministro de Comercio colombiano Sergio Díaz Granados.
Este año la CAF tuvo un rol particular en medio de la negociación extensa entre el Gobierno y el Fondo Monetario. A fines de julio, cuando los vencimientos de capital e intereses de ese organismo estaban a punto de vencerse, Massa anunció un esquema financiero de préstamos para cubrir esas obligaciones de pago.
Este año la CAF tuvo un rol particular en medio de la negociación extensa entre el Gobierno y el Fondo Monetario. A fines de julio, ese organismo prestó USD 1.000 millones para que la Argentina cumpla con ese pago
Para el caso de la CAF, se trató de un “crédito puente de corto plazo”, por espacio de un mes, con el que la Argentina recibió unos USD 1.000 millones para girar, de inmediato al FMI como parte del pago de intereses.
En septiembre, el Ministerio de Economía había presentado ante el directorio de la CAF una propuesta para ampliar la capitalización que tiene el país y, de esa forma, poder obtener préstamos por montos mayores en los años sucesivos. Se trata de una iniciativa que discutirá el directorio del organismo en los próximos meses.
A grandes rasgos, la intención argentina, por iniciativa del ministro de Economía Sergio Massa, era aumentar el aporte de capital que hace el país por unos USD 1.200 millones, a pagar en diez cuotas anuales. A priori, esa propuesta podría ser debatida el 8 de diciembre, cuando tenga lugar la sesión del directorio en Río de Janeiro. De todas formas, la derrota electoral del ministro de Economía podría quitarle fuerza a la iniciativa y dependerá, en todo caso, de la política que tenga en este sentido la administración de Javier Milei.
En términos generales, el Gobierno había proyectado en el Presupuesto 2024 cuál podría ser el ingreso de divisas por la vía de los préstamos de organismos internacionales, sin tomar en consideración el Fondo Monetario Internacional. Esa suma podría ser, al considerar las principales entidades, unos USD 3.700 millones, sin contar el pago de intereses que habrá para algunas de ellas.
El Gobierno había proyectado en el Presupuesto 2024 que el ingreso de divisas por la vía de los préstamos de organismos internacionales podría ascender a unos USD 3.700 millones
La ley de ingresos y gastos que el Poder Ejecutivo mandó para su discusión en el Congreso dedica un apartado para detallar qué relación espera en términos de créditos y pago de intereses a un grupo de organismos internacionales que suelen ser prestamistas de la Argentina en moneda dura para el financiamiento puntual de inversiones.
En ese plano, hizo un listado de algunos de los organismos que formarán parte de los prestamistas internacionales hacia la Argentina, entre ellos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Banco Africano de Desarrollo (BAD) y el Grupo de los 24 (G24).
Cerca de un tercio de ese total sería aportado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (algo menos de USD 1.150 millones), otro poco más del 20% por parte de la ex Corporación Andina de Fomento (CAF) -actual Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe-, por otros USD 760 millones, levemente más atrás se ubica el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (que pertenece al Banco Mundial), por unos USD 720 millones, le siguen el Banco Centroamericano de Integración Económica con USD 260 millones y la China Development Bank Corporation, por USD 218 millones, entre otras entidades con préstamos menores.
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