La fachada de la primera sede del Banco Central de la República Argentina (BCRA) luce resplandeciente tras ser restaurada recientemente.
El trabajo de puesta a punto de la fachada histórica de lo que fue la primera sede de la autoridad monetaria se da una un momento en el que el organismo está en el centro de la discusión, y no sólo por la inflación y el dólar: uno de los candidatos a la presidencia, Javier Milei, hace campaña con “quemar el Banco Central”, como repetía hasta hace algunos meses. Ahora asegura, simplemente, que lo cerraría.
Ubicado en la calle San Martín 275 de la ciudad de Buenos Aires, el edificio fue proyectado y construido entre 1872 y 1876 por los arquitectos Henry Hunt, de origen inglés, y Hans Schroeder, alemán. Ambos fueron pioneros de la arquitectura bancaria argentina y, entre otras obras, también diseñaron la primera sede del Banco Provincia de Buenos Aires, entre 1869 y 1874.
Hoy el Banco tiene cinco edificios conectados entre sí. La entrada restaurada es la más antigua, con muy poco uso, está sobre la calle San Martín. La entrada que usa frecuentemente el personal y visitantes está a la vuelta, sobre Reconquista.
Es la construcción bancaria más antigua de la ciudad de Buenos Aires que aún está en pie. La fachada es monumental, con columnas y pilastras que abrazan los dos pisos
Este inmueble es la construcción bancaria porteña más antigua que aún está en pie y es un ícono de la historia bancaria y judicial de Argentina. Inicialmente, sirvió como sede del Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, con el paso del tiempo, el edificio albergó a diversas instituciones de relevancia. En 1888, se convirtió en la residencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación; y en 1912, se transformó en la sede de la Caja de Conversión, precursora del BCRA. Su importancia histórica fue reconocida en 2005 cuando, mediante el Decreto Nacional 1.563, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
El edificio es uno de los íconos del Centro porteño y forma parte de un conjunto arquitectónico ubicado en la manzana delimitada por las calles San Martín, Reconquista, Teniente General Perón y Sarmiento. A este conjunto se suma el inmueble de San Martín 216, en la manzana contigua. A lo largo de casi cuatro décadas, distintos edificios se fueron incorporando, representando un recorrido por diversos estilos arquitectónicos y constructivos.
En 1935, con la creación de la entidad, se ocupó el edificio de San Martín 275, ex sede del antiguo Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires construido en 1872. Dos años después, se reformó una fracción del contrafrente y, en el centro de la manzana, se construyó el anexo denominado “Central”. El desarrollo continuó en 1940 con la construcción de Reconquista 266, creando un eje que conecta ambas caras de la manzana. Este último fue conocido, en su momento, como el Nuevo Edificio del Banco Central.
Su construcción demandó cuatro años y finalizó en 1876. Este edificio es un exponente de la corriente italianizante del segundo período, ya que su ornamentación es mucho más abundante que la que se encuentra en el inmueble de San Martín 216. La fachada es monumental, con columnas y pilastras que abrazan los dos pisos.
Con el tiempo, se fueron sumando otros inmuebles. Para 1985, el BCRA contaba con 17 edificios que ocupaban una superficie total cubierta de 60.000 metros cuadrados. Aunque varias de estas instalaciones ya no pertenecen a la entidad, es destacable la inauguración en 2001 del edificio de Reconquista 250 durante la presidencia de Roque Maccarone. Allí funciona la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias.
Cómo se realizaron los trabajos
Antes de comenzar la restauración del BCRA, se efectuó un estudio que incluyó cateos estratigráficos y análisis de laboratorio para determinar la coloración y composición original del edificio. Además, se recopiló material documental histórico y se recolectaron datos constructivos, esenciales para elaborar el Pliego de Especificaciones Técnicas y contratar los servicios adecuados.
La obra de restauración, iniciada en 2022, fue aprobada y supervisada por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. El proceso abarcó diversas actividades, como la limpieza, el retiro de adiciones y elementos con peligro de desprendimiento, refuerzos estructurales y la recomposición de símil piedra de la construcción histórica.
La fachada es monumental, con columnas y pilastras que abrazan los dos pisos.
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