El Banco Central afrontará la segunda mitad del año con una expectativa de caída de reservas hasta fin de año, un elemento que hace recalcular al mercado cuál será el estado de las arcas internacionales cuando arranque el 2025 y vuelva a tener protagonismo el calendario de vencimientos de deuda en moneda extranjera que paga la Nación. Pero en estos meses también habrá pasivos en dólares que tendrán que hacer frente los gobernadores y que insumirán más de USD 900 millones más en lo que resta del año.
Un puñado de provincias tienen emitida deuda en los mercados internacionales, algo que pudieron hacer entre 2016 y 2018, cuando estuvo abierta la canilla de colocación de títulos para financiarse en dólares al igual que el Estado nacional, aunque con tasas de interés generalmente superiores. La mayoría de ellos reestructuró esos bonos en 2020 y 2021, también en sintonía con el deudor soberano.
En total, el 2024 contempla pagos por unos USD 1.955 millones desde las provincias, de los cuales faltan pagar alrededor de USD 912 millones, según estimaciones de Politikón Chaco. Buenos Aires será la que tendrá la carga de intereses más pesada (USD 350 millones en septiembre), seguido por Córdoba (USD 176 millones), Entre Ríos (USD 63,8 millones), Mendoza (USD 58,4 millones), Río Negro (USD 43,4 millones) Salta (USD 36,2 millones) y Chubut (USD 33 millones).
Un puñado de provincias tienen emitida deuda en los mercados internacionales, algo que pudieron hacer entre 2016 y 2018, cuando estuvo abierta la canilla de colocación de títulos para financiarse en dólares. La mayoría de ellos reestructuró esos bonos en 2020 y 2021
Para 2025 la cifra escala hasta superar los USD 2.200 millones, que estarán explicados por poco más de USD 1.400 millones de pagos de capital -con pocas chances de ser renovados si el riesgo país se mantuviera en los niveles que tiene actualmente- y USD 771 millones de intereses. Buenos Aires tendrá que pagar USD 763 millones, seguido de Córdoba por otros USD 500 millones. También tienen vencimientos Chaco, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Fe y Tierra del Fuego.
Un caso que, por ahora en soledad, volvió a la mesa de negociación con bonistas es el de La Rioja. A fines de febrero esa provincia anunció que no podría afrontar el pago total de su deuda y convocó a sus acreedores a una nueva reestructuración de esos títulos -que ya habían sido renegociados en 2020-. La razón que esgrimió la gobernación que encabeza Ricardo Quintela fue que “la contracción de la economía argentina, la alta inflación y la devaluación del tipo de cambio han tenido un efecto directo en la economía de la Provincia”.
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Desde ese momento la provincia inició contactos con un grupo de bonistas para llegar a un acuerdo “en el menor tiempo posible”. Un consorcio de acreedores de La Rioja se aglutinó para ser representado por el estudio Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan –uno de sus socios es Dennis Hranitzky, un abogado conocido por otras demandas contra la Argentina en tribunales de los Estados Unidos– y reclamaron el pago completo del vencimiento en disputa, que es de 26 millones de dólares, de los cuales La Rioja pagó 10 millones.
Un informe de la consultora EcoGo sobre las necesidades de dólares remanentes para lo que resta del año y que pondrán presión sobre las reservas agregó otra variable a la cuenta: los pagos de intereses de deuda en moneda extranjera del sector privado. En ese caso, estimó que requerirán de las arcas internacionales unos USD 1.166 millones. La cuenta por este concepto asciende en 2025 hasta USD 4.600 millones.
Para 2025 la cifra escala hasta superar los USD 2.200 millones, que estarán explicados por poco más de USD 1.400 millones de pagos de capital -con pocas chances de ser renovados si el riesgo país se mantuviera en los niveles que tiene actualmente
“Con este nuevo esquema de pago de importaciones, si se sostiene el Blend, el crawling al 2% y la intervención anunciada (con la brecha en 50%), el BCRA vendería hasta USD 4 mil millones en lo que resta del año. Con pagos pendientes por USD 5,5 mil millones (incluyendo los cupones de enero de los bonares y globales) las reservas podrían volver a ubicarse en USD 12 mil millones negativas a fines de enero”, mencionó EcoGo.
La flexibilización del pago de importaciones le agregaron otro elemento de presión a las reservas en estos dos meses: “Hacia adelante, su desempeño (en referencia de las arcas del BCRA) debería empeorar, dado que la estacionalidad de las importaciones y exportaciones continuará jugando en contra de la acumulación de dólares. Cabe recordar que, en años con cepo, suele vender reservas en el tercer trimestre. Al haber flexibilizado el acceso al mercado oficial para más de 60% de las importaciones, se agregó mayor presión entre septiembre y noviembre”, estimó un análisis de Portfolio Personal Inversiones.
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