Los precios de los alimentos volvieron a subir con fuerza durante marzo y así también lo hizo la brecha entre el valor que recibe el productor y lo que termina pagando el consumidor en la góndola. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), durante el tercer mes del año los valores de los agroalimentos se incrementaron 3,7 veces desde su salida del campo a los mostradores.
De esta manera, el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), construido por la entidad empresaria, remarcó que el “efecto sequía comenzó a sentirse en la mesa diaria de los consumidores argentinos, quienes pagaron $3,7 por cada $1 que recibieron los productores”. Así, la brecha creció 19,35% respecto a la medición realizada en febrero, cuando la diferencia se ubicó en 3,1 veces.
En promedio, la participación del productor explicó el 28,3% de los precios de venta final, detalló la entidad empresaria. En este sentido, la mayor participación la tuvieron los productores de pollo, con 67,4% del precio final, ya que su valor a la salida de los criaderos fue de $381,3 por kilo, mientras que el consumidor debió pagar, en promedio, $566 por kilo. En el otro extremo se posicionó la cebolla, con una participación del 6,3% recibiendo $14,2 por kilo, mientras que en góndola el precio alcanzó los $225,7.
En términos general, el IPOD Frutihortícola, que involucra los precios de las 19 frutas y hortalizas se multiplicaron por 5,9 veces en marzo, un 51,2% más con respecto a febrero 2023, incremento explicado, en gran parte, por productos como la lechuga, el tomate redondo, el pimiento, el brócoli y la acelga, mientras que el IPOD Ganadero, que toma en consideración cinco productos y subproductos de las diferentes actividades que lo integran, arrojó que el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor, al igual que el mes anterior.
Mayores brechas
Como se dijo anteriormente, la cebolla fue la que mayor brecha mostró en marzo, con un incremento en la diferencia entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor de 15,9 veces. Según explicó la entidad empresaria, “los precios del producto disminuyeron en ambos extremos de la cadena: el productor (-84%) y el consumidor (-18%). Los productores consultados informaron que en origen la caída respondió a la disminución de la exportación a Brasil, a lo que se suma una caída de demanda de la variedad Valencianita frente a la Calabresa”.
Le siguieron en importancia el limón, con una brecha de 14,6 veces, la calabaza (10,6), la naranja (6,5) y la mandarina (6,1). En el caso de los cítricos, el primero registró una baja mensual del 61% en los precios al productor, explicada por el exceso de oferta, mientras que en góndola la disminución fue tan sólo del 1%. Por su parte, la naranja tuvo una suba de 51% en destino y una baja mensual de 40% en origen, que responde a que el precio anterior correspondía a la fruta que quedaba en cámara de frío —que suele ser más cara— y el actual es de la cosecha temprana, mientras que la mandarina, que registró un aumento del 105% en los precios al productor, mientras que en góndola el incremento fue del 68%, se dio porque calor “generó un daño irreversible en la fruta, por lo que la combinación entre sequía y altas temperaturas en zonas productoras ha generado una fuerte baja en la oferta”.
Menores brechas
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran 2 productos de origen animal y 3 hortícolas. En el caso del pollo, cuyo precio se incrementó en 1,5 veces, fue la brecha más baja del mes, seguido por los productores de huevo, con una diferencia de 1,9. En este caso, estas producciones son sistemas integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio. “Mientras los huevos se incrementaron 33,7% en origen y 31% en destino, los precios del pollo subieron 27,7% al productor y 21% al consumidor”, destacó el trabajo.
En relación a los productos de la canasta frutihortícola, seriamente dañados por la incidencia de las altas y prolongadas temperaturas en las principales provincias productoras, se dio un aumento del tomate redondo y la lechuga al productor del 32,3% y 15,5%, respectivamente, mientras que la consumidor el salto fue del 30% y 26%. En contramano, en el pimiento rojo se observó una disminución del 53% en origen y 4% en destino.
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