El Gobierno pospuso, por ahora sin fecha nueva, el viaje oficial hacia Arabia Saudita como primer paso de un road show internacional para buscar inversiones tras la sanción y reglamentación del RIGI. El viaje fue suspendido ante la agenda parlamentaria apretada que además de la discusión sobre el proyecto vetado de reforma de la movilidad jubilatoria sumará desde la semana que viene el tratamiento del Presupuesto 2025.
Según pudo saber Infobae, la misión oficial que iba a estar integrada por el ministro de Economía Luis Caputo, funcionarios del área económica y el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, de buena relación con las autoridades del reino árabe, tenía como fecha tentativa la semana pasada pero fue suspendido y aún no tiene fecha concreta de reanudación. La posibilidad del viaje había sido anticipada desde el Palacio de Hacienda en los últimos días de agosto.
Fuentes oficiales indicaron que el tratamiento en Diputados del veto del presidente Javier Milei a la compensación a las jubilaciones aprobada en el Congreso y la discusión del Presupuesto que comenzará la semana que viene terminaron por hacer descartar esa parada por Riad en esta parte del año. No descartan que pueda reflotarse el viaje en otro momento antes de fin de año.
El tratamiento en Diputados del veto a la compensación a las jubilaciones aprobada en el Congreso y la discusión del Presupuesto que comenzará la semana que viene terminaron por hacer descartar el viaje a Arabia
Si bien el carácter de la misión era con claridad de tipo económica, por la posibilidad de que Arabia Saudita financie a la Argentina por la vía de inversión extranjera directa empujada por el RIGI, el integrante de la fuerza oficialista que conduce la relación con las autoridades saudíes es Martín Menem, que hace algunas semanas ya había tenido una reunión con el embajador árabe en Buenos Aires Hussein Mohammad Abdulfatah Alassiri. Días después, también en julio, Menem aseguró que el Gobierno tiene “grandes expectativas en cuanto a las relaciones comerciales que podamos forjar junto al Reino de Arabia Saudita en diversas industrias”.
En los despachos oficiales descartaban que la misión incluya la negociación de un paquete de financiamiento directo bilateral, en momentos en que la Casa Rosada busca dólares de distintos frentes para reforzar las reservas del Banco Central, entre una negociación aún demorada con el Fondo Monetario Internacional, un préstamo repo con bancos internacionales y desembolsos de organismos de crédito.
El Estado argentino ya había tenido, a lo largo de 2023 -todavía durante el mandato del Frente de Todos-, reuniones con enviados del reino saudí en Buenos Aires, que a través de su Fondo de Inversión Pública (PIF) habían manifestado en ese momento interés en especial sobre proyectos de energía, infraestructura y recursos naturales.
El fondo soberano de Arabia Saudita lista inversiones en distintos sectores como tecnología (se reportan participaciones en Tesla, Uber y SoftBank), energía y recursos naturales; incluso de energía renovable, infraestructura y bienes raíces, turismo y entretenimiento, además del sector financiero. El fondo soberano inversor saudí tiene en su cartera cerca de USD 620.000 millones y su objetivo es llegar a una capitalización de 1 billón de dólares el año próximo y busca ser un vehículo para diversificar la economía saudí, fuertemente afincada en los recursos hidrocarburíferos, como objetivo para 2030.
El integrante de la fuerza oficialista que conduce la relación con las autoridades saudíes es Martín Menem, que hace algunas semanas ya había tenido una reunión con el embajador árabe en Buenos Aires Hussein Mohammad Abdulfatah Alassiri
Además del fondo soberano, las compañías que estuvieron en Buenos Aires y que expresaron interés en inversiones en economía real fueron ACWA Power, Al Rajhi International for Investments (RAII), Saudi Agriculture and Livestock Investment, Bahri, Amo Halal, Dar Alrarcan y Saudi Exim Bank.
El Gobierno le puso números a las perspectivas de inversión que un sector como el de energía podría tener cuando el RIGI quede establecido en su letra chica. En presentaciones recientes del vicepresidente del Banco Central Vladimir Werning, el Gobierno estimó que el rubro tiene en el horizonte inversiones potenciales por algo más de 54.000 millones de dólares, principalmente en sectores como minería y energía, que son los que suelen requerir inversiones superiores a los 200 millones de dólares, que es el umbral mínimo para ser elegible para las ventajas fiscales, cambiarias y aduaneras del RIGI.
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