El consumo ha venido mostrando señales de estancamiento o retroceso en algunos rubros, pero aún se observan señales positivas en los productos de primera necesidad. Según dos informes publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en el cuarto mes del año crecieron tanto las ventas de los supermercados como de los comercios mayoristas.
Por un lado, el organismo informó que las grandes superficies comerciales (súpers e hípers) facturaron $385.821 millones abril, con lo que lograron una mejora de ventas del 3,4% en comparación a igual mes del año pasado. Sí tuvieron un retroceso del 0,4% en la comparación mensual desestacionalizada, pero en el acumulado de los primeros meses del año registraron un crecimiento del 2,3%.
Lo llamativo es que el ticket promedio fue de $5.022 por transacción, lo que dejó como resultado una variación nominal del 89,6% en comparación al cuarto mes de 2022, un valor que estuvo por debajo de la inflación de ese período (108,8%). La mejora, entonces, se explica por la cantidad de ventas y no por un incremento sustancial de la facturación por cada compra.
Si se analizan los resultados por modalidad de pago, se observa que el efectivo sigue perdiendo terreno frente a otros recursos. En abril, la facturación por compras con tarjeta de débito llegó a $121.100 millones, lo que representó un crecimiento nominal interanual (sin restar el efecto de la inflación), del 141,9%. También crecieron por arriba de la inflación las ventas canceladas con tarjeta de crédito (120,1%) y las gestionadas con “otros medios”, como billeteras virtuales (119,1%).
Las compras en efectivo, en tanto, alcanzaron los $102.168 millones en abril, alcanzando así una variación del 92% en la comparación interanual.
Qué compraron los argentinos
Los resultados de ventas separados por rubros, muestran claramente por qué los resultados de abril fueron positivos para los supermercados. Es que las cinco categorías que mayor participación tienen en su facturación mensual tuvieron incrementos en sus niveles de facturación por arriba del IPC acumulado de los doce meses anteriores (108,8%).
El rubro más importante para los súpers, el de los productos de almacén (representan el 28,3%) de las ventas, registró un aumento nominal interanual del 117,7% en facturación. También superaron al IPC las bebidas (124,7%), los artículos de limpieza y perfumería (121,4%), los lácteos (114,4%) y las carnes (109,4%). Entre esos cinco rubros explican el 76% de las ventas totales de los súpers.
En este caso, los únicos dos rubros que tuvieron variación interanual por debajo del IPC -cayeron en términos reales- fueron los de indumentaria y “otros”, con subas nominales del 81,2% y 104,9% respectivamente. Entre ambos representan casi el 8% de las ventas de los supermercados.
Mejoran los mayoristas
Los autoservicios mayoristas también lograron un crecimiento de ventas en el cuarto mes del año. Tras un marzo complicado, en el que se observó un estancamiento de ventas, en el cuarto mes del año registraron una mejora del 7,3% en la comparación interanual. Además, registraron un repunte del 5% respecto a marzo (variación desestacionalizada). De esta forma, esos negocios cerraron el cuatrimestre con un balance positivo del 2,8% en términos reales.
En ese caso, la facturación total alcanzó los $67.392 millones y al igual que ocurrió en los supermercados, el ticket promedio no fue el responsable de la mejora. De hecho, las ventas alcanzaron un valor medio de $11.007, lo que dejó como resultado una variación nominal de sólo 49% respecto al cuarto mes del 2022, contra una inflación superior al 100%. Por tanto, las compras fueron más chicas, pero fueron muchas más en volumen.
En el caso de los mayoristas, hay tres rubros que sobresalen sobre el resto. Se trata de los productos de almacén, los artículos de limpieza y las bebidas. Entre los tres explican $82 de cada $100 que facturan los negocios de ventas al por mayor. De acuerdo a los resultados publicados por el Indec, esos ítems registraron variaciones en pesos corrientes de 121,4%, 122,4% y 117,4% respectivamente.
A la hora de analizar la mejora, se debe tener en cuenta que en abril comenzó la “invasión” de turistas extranjeros en las ciudades fronterizas, atraídos por la suba del tipo de cambio. Chilenos, uruguayos, paraguayos y brasileños aseguran que comprar en los supermercados argentinos les cuesta hasta 50% más barato que en sus países, por lo que miles de familias de esos países han optado por hacer sus compras semanales o mensuales de este lado de la frontera.
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