El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a nueve años y un día de prisión a un hombre que abusó sexualmente de una menor de 13 años de edad a la que dejó embarazada tras prestarse ella a mantener relaciones sin preservativo después de que él le dijera que "era estéril y alérgico al látex".
La sala considera que no ha lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa, que tampoco prosperó en apelación en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), aunque el condenado obtuvo una rebaja de un año sobre pena impuesta por la Audiencia Provincial de Almería en aplicación de la ley del 'solo sí es sí'.
La sentencia, consultada por Europa Press, señala que el testimonio de la víctimas es "verosímil" y descarta el ánimo espurio ya que la judicialización de los hechos se produjo por el "aviso" a la Guardia Civil desde centro de interrupción voluntaria del embarazo al que acudió la menor.
Estima acreditado que ella accedió si bien "por su edad carecía de la madurez precisa para prestar el consentimiento y para valorar las consecuencias" de sus actos e indica que él, que tenía 26 años, era "consciente" de la posibilidad de embarazo, por lo que su "diferencia de madurez le facilitó la decisión de la menor de mantener relaciones sexuales sin el uso de medidas de protección".
El hombre fue condenado, además, al pago de 30.000 euros de indemnización, a mantener 500 metros de alejamiento de la menor durante 13 años, cinco años más de libertad vigilada y a estar inhabilitado para ejercer como profesor u otro cargo en el que tenga contacto directo con menores durante 14 años.
El acusado reconoció las relaciones sexuales con la menor, a la que había conocido a través de Instagram, si bien rechazó saber que tenía entonces 13 años o, en su caso, menos de 16 porque "la vio muy madura", de tal modo que "cuando se enteró de la edad" que tenía la chica "fue cuando terminaron la relación".
Frente a ello, la víctima aseguró que aunque en un primer momento le dijo al acusado que tenía 16 años, le reveló su edad real cuando "empezaron a mantener las relaciones sexuales" y "a pesar de ello continuó" con dichos encuentros hasta que la chica quedó embarazada, por lo que acudió a una clínica para la interrupción del embarazo desde la que se avisó a la Guardia Civil.
"La menor no tenía la madurez suficiente para alcanzar el grado de madurez que sí había desarrollado, por sus mayores experiencias vitales, el acusado, con 25 o 26 años", concluye el tribunal, quien afea que el acusado "aun conociendo la edad de la menor" mantuviera relaciones sexuales con ella "sin medidas profilácticas algunas que motivaron el embarazo no deseado" bajo la creencia incierta de que el acusado "no podía tener hijos".
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