El debut del plan de emisión cero anunciado a medias por televisión y a medias por redes sociales completó su primera semana con un balance ambiguo, que aún no permite determinar su suerte.
El vaso medio lleno es que las cotizaciones del dólar se calmaron con el mero anuncio y quedaron estables tras la puesta en práctica y que, si bien los bonos de la deuda y otros activos no detuvieron su caída, tampoco se registró en el mercado un derrumbe de proporciones.
El vaso medio vacío es precisamente que los bonos siguieron cayendo, el riesgo país se asentó en torno a los 1.600 puntos básicos y el equipo económico no logró que los inversores quitaran los ojos de los dólares que tiene -o mejor dicho, no tiene- el Banco Central, frente a una exigente agenda de compromisos por delante.
El mercado sigue enfocado en el desempeño del BCRA en el MULC, y con este último anuncio la autoridad monetaria acumulará dólares a un ritmo menor al que lo venía haciendo (IEB)
De ahí que el presidente Javier Milei anticipara en una entrevista el último viernes la eventual disponibilidad de créditos REPO (operación con garantía de bonos) para garantizar el pago de los vencimientos de títulos soberanos durante 2025, habida cuenta de que las negociaciones con el FMI para obtener fondos frescos no parecen, al menos por el momento, bien encaminadas.
Por lo pronto, los bonos en dólares que cotizan en Wall Street extendieron la caída durante la semana, retrocediendo 3,5% en promedio, con lo cual es evidente que fue negativa la reacción al anuncio del Gobierno respecto de que empezará a vender contra el dólar financiero parte de los dólares que el BCRA compre en el MULC (mal llamado Mercado Único y Libre de Cambios) para evitar el efecto monetariamente expansivo.
“El mercado sigue enfocado en el desempeño del BCRA en el MULC, y con este último anuncio la autoridad monetaria acumulará dólares a un ritmo menor al que lo venía haciendo. El anuncio de compra de dólares por parte del Tesoro para el pago de intereses de enero 2025 por USD 1.528 millones, que serán girados a una cuenta del Bank of New York Mellon, no logró mitigar este último efecto”, advirtieron desde el Grupo IEB.
La entidad aclaró en un informe a la prensa que “en el vencimiento de enero 2025 también operan amortizaciones por alrededor de otros USD 2.800 millones a los que no se hizo alusión más allá de los dichos de Milei y que ni el buen dato fiscal de junio, que volvió a mostrar superávit financiero habiendo pagado aguinaldos, ni los indicadores de inflación desacelerando con fuerza -las proyecciones privadas se corrigen y prevén que quedará por debajo de 4% en julio-, fueron suficientes señales para que la deuda se recuperara”.
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Desde la consultora Equilibra sostuvieron una mirada similar. El mercado tiene dudas respecto de la capacidad del BCRA de sumar reservas netas en lo que resta del año y, por lo tanto, de las posibilidades de afrontar compromisos futuros. La salida del cepo quedó, ante esa nueva preocupación, en segundo plano.
“A pesar de que en la semana los dólares financieros cayeron 6,5% en promedio con respecto a los cierres del viernes anterior (la brecha comprimió desde 54,3% hasta 43,5%), las acciones y los bonos argentinos cayeron significativamente. La caída de los dólares financieros venía usualmente acompañada de una suba de los precios en los bonos en pesos, pero en esta ocasión tuvieron el mismo signo: la cotización de los bonos soberanos en dólares cayó 4,8%, y el segmento en pesos de los Bonares y Globales sufrió pérdidas del 10,3% promedio”, apuntó la consultora en su reporte de fin de semana.
Ese divorcio entre los mercados es toda una novedad que, es de esperar, el equipo económico intentará normalizar.
La caída de los dólares financieros venía usualmente acompañada de una suba de los precios en los bonos en pesos, pero en esta ocasión tuvieron el mismo signo (Equilibra)
“El mercado se inquieta con esta situación dado las necesidades de dólares que tiene el Gobierno por delante. Las exigencias netas solo hasta final de año suman USD 2.000 millones y alrededor de USD 15.000 millones para el año que viene -agregó IEB-.
En este sentido, la entidad destacó que “resulta imprescindible reducir el riesgo país a niveles por debajo de 800 puntos básicos que permita volver a los mercados de deuda internacional y rollear parte de los próximos vencimientos”.
A esa preocupación central apuntó Milei al asegurar que tiene líneas de crédito disponibles para enfrentar esos compromisos si, para ese momento, sigue cerrado el acceso al financiamiento. El mercado seguirá, seguramente, con mucha atención ese dato.
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