Ley de maquinaria agrícola nacional. Lo más importante es el productor”, reza el reclamo llevado por la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), a metros del ingreso al Pabellón Azul del predio de la Sociedad Rural Argentina, que habitualmente alberga a las empresas fabricantes de estos equipos.
La ley en cuestión es en realidad un proyecto que tiene estado parlamentario, impulsado oportunamente por el diputado nacional Roberto Mirabella (Frente de Todos, Santa Fe) y fue tomado para su promoción por el diputado nacional y presidente de la Comisión de Industria, Marcelo Casaretto (Frente de Todos , Entre Ríos), pero que no ha avanzado más que hasta la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados de la Nación, que todavía no lo trató, más allá que también deben hacerlo otras comisiones de ese cuerpo legislativo.
El tema no es nuevo y tiene relación con la inquietud de los fabricantes nacionales de equipos agrícolas de distinto tipo, que pugnan por lograr una ley que determine a qué se considera maquinaria agrícola de fabricación nacional. La respuesta a esa pregunta pasa por fijar con qué porcentaje de agropartes, una maquinaria agrícola puede considerar de industria argentina.
Ingresado el proyecto de ley a Diputados, en 2022, Cafma viene hace tiempo tratando de poner en la conversación pública de la actividad este tema, y como ya lo hizo en otras muestras, eligió la Expo Rural de Palermo para volver a darle visibilidad.
Enrique Bertini, presidente de la empresa radicada en la ciudad de Rosario, Santa Fe, y fabricante de sembradoras que lleva su apellido, dijo que el proyecto de ley busca definir qué es maquinaria agrícola nacional y que no. “Para los equipos manufacturados (sembradoras, pulverizadoras, tolvas, etc.) pretendemos un 60% de integración nacional y para los equipos que incluyan agricultura de precisión hablamos de 50% de integración nacional, ya que tienen mayor cantidad de componentes importados”, señaló a Infobae. Según Bertini, el proyecto no se choca con la actividad que desarrollan las empresas multinacionales que importan en el país.
Industrial o importador
Por su parte, Luciana Mengo, presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola de Córdoba (Afamac) y socia gerente de Silos Mengo, de Río Tercero, en la provincia mediterránea, fue más categórica: “El hecho de que exista la ley nos definiría como un país industrial o como un país importador. Una empresa puede ser meramente un importador que nacionaliza un equipo y venderlo en Argentina o puede promover que esos equipos se fabriquen en el país”
Y agregó: “La ley viene a diferenciar su política industrial, desde el punto de vista de la maquinaria agrícola. “(La definición del porcentaje) es una cuestión específica y técnica de cada producto en particular, que tendrá diferentes porcentajes de integración; lo que llamamos nosotros integración nacional quiere decir productos hechos, fabricados y construidos en Argentina”.
En tanto, Marcelo Valfiorani, presidente de Ingeniería Mega, fabricante de silos de Lincoln, provincia de Buenos Aires precisó que “la ley promueve que entre el 50 y 60% del producto sea nacional para definirlo como tal. Queremos definir un producto nacional para que los créditos, con subsidio estatal por bonificación de tasa, a través de Agricultura o de bancos oficiales sea dirigido a máquinas nacionales y no que un gran cupo se vaya a máquinas importadas, donde la integración es mínima y se estaría subsidiando a máquinas extranjeras y por ende importando mano de obra”.
Coincidiendo con el enfoque de Bertini, Valfiorani señaló que “la ley no busca que no entre tecnología extranjera. Hay cosas que no se pueden hacer en el país. Que entre, pero aquello que sí podamos hacer aquí, se haga como agroparte y se genere mayor mano de obra. Si una multinacional fabrica acá, aportaría tecnología al país”.
En su visión el enfoque de la ley es definir qué es un producto nacional y que los créditos subsidiados para los productores vayan a empresas nacionales y que aquellas que integran menos comiencen a fabricar más en el país. “Las empresas internacionales podrían tener mayor integración con esta ley”, aseguró.
Igual metodología
Por su parte, Valeria Piersanti, gerente Comercial de Piersanti Plataformas, empresa radicada en Noetinger, Còrdoba, señaló que “la definición de qué es una maquinaria nacional busca implementar en la Argentina la misma metodología de trabajo que usan países como Brasil y Estados Unidos, para que los productores agrícolas puedan acceder a financiamiento blando para comprar maquinaria agrícola nacional. Estamos pidiendo que nuestros productores y contratistas y la industria nacional tengan condiciones similares a las que existen, por ejemplo, en Brasil”.
Respecto de las empresas extranjeras, Piersanti también reconoció que “igualmente necesitamos que las multinacionales puedan seguir integradas al sector y aportando a su desarrollo, lo que va a impactar en el productor, que logrará acceso a mayor tecnología, y en toda la actividad industrial”.
Reglamentos técnicos
Finalmente, Mirko D’Ascanio, socio gerente Industria D’ascanio, fabricante de sistemas de almacenaje de granos en Las Parejas, Santa Fe y presidente de la Asociación Santafesina de la Industria de la Maquinaria Agrícola (ASIMA), sostuvo que “definir o entregar un DNI de lo que es industria nacional y extranjera de maquinaria agrícola es un beneficio para todo el país. No se busca discriminar a la industria extranjera, sino que se la invita a venir a producir en el país, corriendo la misma suerte que los fabricantes nacionales”.
Y agregó: “Para aplicar ese concepto hace falta una fórmula que calcula los componentes nacionales y extranjeros. El organismo de control debería ser el INTI. Hay porcentajes según los rubros. El mundo usa los reglamentos técnicos para proteger los mercados. Las multinacionales están de acuerdo con la ley, pero las diferencias tienen que ver con los porcentajes”.
El tema sigue pendiente de tratamiento en la Cámara de Diputados. Un cuerpo que, en lo que va de 2023 se ha reunido muy poco y donde los proyectos que avanzan o se estancan corren, la mayoría de las veces, la suerte de otras cuestiones políticas, que poco tienen que ver con las necesidades cotidianas de la actividad productiva, más aún en tiempos electorales.
Mientras los representantes del pueblo hacen su juego político, los fabricantes argentinos de maquinaria agrícola levantan sus banderas en la Expo Rural 2023, una vidriera de la actividad agro bioindustrial, adonde siempre -y especialmente a días de las PASO-, muchos políticos acuden para pedir el voto. Quizás pasen por el Pabellón Azul, y vean el stand que les recuerda que ese proyecto de ley está pendiente de tratamiento en Diputados.
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