El Banco Central cerró ayer su séptima jornada con compra de divisas, tras retener en el mercado USD 74 millones gracias a la liquidación del dólar agro. Pero el ingreso de divisas en función del tipo de cambio preferencial a $340 implementado para el maíz y otras producciones regionales no es el único factor que permitió al BCRA encadenar una seguidilla de compras. También la parálisis de las importaciones contribuyó a engrosar el saldo diario. De acuerdo a los datos que surgen del MULC (mercado único y libre de cambios), el promedio diario de importaciones se derrumbó 75% desde que entraron en vigencia las últimas medidas por las que las compras de bienes al exterior ahora pagan un impuesto de 7,5% y 25% las de servicios.
Tras los primeros siete días del nuevo esquema, se pagaron USD 251 millones, equivalentes a un promedio de USD 36 millones por día cuando en los siete días previos el monto ascendió a USD 1276 millones, unos USD 142 millones diarios.
El repentino frenazo, característico cada vez que se implementn nuevas regulaciones como ocurrió en junio del año pasado y más tarde en octubre, cuando debutó el nuevo esquema de SIRA para autorizar el pago de los envíos del exterior, se extendió más que lo previsto en un contexto de aguda escasez de reservas y la necesidad de afrontar pagos de deuda con el Fondo Monetario.
Esos pagos se financiaron el lunes con el préstamo por USD 1.000 millones de la Corporación Andina de Fomento y el remanente del primer tramo del swap chino que quedó agotado. El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que también el segundo tramo por USD 5.000 millones fue activado con el mismo fin por lo que en el mercado asume se utilizará para pagar el vencimiento de intereses que opera el viernes por unos USD 600 millones.
A la luz de esos números, queda ahora en tela de juicio la disponibilidad ya no de dólares para alimentar el flujo de importaciones sino también de yuanes, cuyo saldo habilitado se reduciría a poco más de USD 3.500 millones a partir del lunes próximo.
De ahí que la expectativa es que el flujo de importaciones se mantenga restringido en las próximas semanas, tal como exige el Fondo Monetario para evitar el drenaje de las cada vez más menguadas reservas brutas.
“El BCRA consiguió reservas en el MULC por séptimo día consecutivo. Pero no es sólo por mayor liquidación del agro, sino también por una mayor represión de la demanda, que está muy por debajo de la de semanas previas”, apuntó el economista Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo, fundada por Marina Dal Poggetto.
“La implementación de las medidas parece más larga que lo previsto”, agregó. De acuerdo a los números que recopiló del Central, el ingreso de divisas desde que entró en vigencia la medida del dólar agro, considerando que para el maíz empezó a regir con dos días de demora, fue de USD 1230 millones, lo que resultó en un promedio de USD 175 millones diarios. En la semana previa, en tanto, la liquidación del agro había ascendido a apenas USD 460 millones, es decir menos de una tercera parte, el equivalente a sólo USD 51 millones diarios.
Ese salto en el ingreso de divisas, combinado con el abrupto freno a las importaciones permitió al Banco Central revertir un saldo negativo de USD 816 millones en la semana previa a las medidas (-USD 91 millones diarios) y pasar a acumular unos USD 1.000 millones, con un promedio de USD 139 millones por día. Claro que difícilmente la foto actual perdure por mucho más tiempo y, si bien nadie que se retome el ritmo previo en las próximas semanas, la expectativa es que empiecen a destrabarse operaciones con un ritmo algo mayor,
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