La hija mayor de Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor, está a punto de poner colofón final al mes más intenso y trascendental de su vida. El próximo martes 31 de octubre, la princesa de Asturias cumplirá sus 18 años y, a la vez, protagonizará un evento institucional que marcará un antes y un después en su vida.
La hermana de la infanta Sofía realizará la jura de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados, un acto de gran relevancia para España y para el cargo que, como futura heredera del trono, le espera.
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Si bien este evento constitucional reunirá a una parte importante de su familia, como son sus padres, los reyes Felipe y Letizia, y su hermana, la infanta Sofía, tras su paso por el hemiciclo, Leonor se trasladará al Palacio Real de El Pardo. El emblemático e histórico edificio acogerá la celebración por el 18 cumpleaños de la princesa y, además, en este mismo recinto recibirá de manos de su padre el Collar de la Orden de Carlos III.
En el Palacio de El Pardo, símbolo primero del poder de la Corona, tendrá lugar una íntima celebración familiar a la que se espera que acuda el resto de la familia Borbón y Ortiz. Desde casa real afirmaron que se trata de un festejo estrictamente privado. Una decisión que llama la atención, pues al tratarse de un evento reservado, este podría haberse llevado a cabo en el Palacio de la Zarzuela y no en El Pardo, que es un espacio dedicado a acoger eventos institucionales y, desde 1963, se rige como residencia oficial de jefes de Estado extranjeros y mandatarios internacionales.
Histórico y espectacular
Los reyes han elegido el recinto palaciego dada las ventajas que ofrece el mismo, pues permitirá preservar el desarrollo de la fiesta y salvaguardar la entrada y la salida de la familia. El Palacio de El pardo, construido en el siglo XVI por orden expresa del Emperador Carlos V, cuenta con una entrada principal al monte de El Pardo, espacio por el que acceden las visitas oficiales al recinto palaciego.
Sin embargo, este cuenta con otras puertas desconocidas para el público, lo que imposibilita que se sepa con certeza quién se encuentra en su interior. A lo largo de sus más de 16.000 hectáreas de bosque mediterráneo, se encuentran distribuido el Palacio de La Zarzuela, la Quinta del Duque de Arco o la finca La Angorrilla, el conocido pabellón de caza en el que Juan Carlos I vivió con Corinna Larsen.
Si bien en la Edad Media fue utilizado como coto de caza, ha sido declarado como coto de caza privado, por lo que se encuentra perimetrado por una valla de cerca de 100 kilómetros, lo que impide el acceso a su frondoso bosque.
Dada su relevancia simbólica y el característico lenguaje arquitectónico sencillo y refinado de El Pardo, ha sido el lugar perfecto para que Leonor cite a sus familiares y celebre su mayoría de edad.
La semejanza con Juan Carlos I
El Palacio de El Pardo ha acogido grandes momentos de la monarquía española, tales como incontables cenas de gala, recepciones o la petición de la mano de los reyes Felipe y Letizia.
En 1970, Juan Carlos I celebró en el recinto su 70 cumpleaños junto a 450 invitados. Un festejo que, este martes, también repetirá Leonor, aunque de un modo más discreto. En este día, la futura heredera del trono reclamará por primera vez la lealtad familiar que, desde hace un tiempo, carece en el entorno de los Borbones.
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