Granada, 21 oct (EFE).- El Covirán Granada recibe este domingo (17.00 horas) al Casademont Zaragoza con el objetivo de conseguir su primera victoria de la temporada tras haber iniciado la Liga Endesa con cinco derrotas en otros tantos encuentros.
El equipo dirigido por Pablo Pin es junto al Zunder Palencia el único que aún no ha estrenado su casillero de triunfos en la presente temporada de la máxima categoría nacional, algo que pretende hacer este domingo ante un oponente llamado a ser rival directo por la permanencia y que sólo refleja una victoria en la clasificación.
Afronta el Covirán Granada el partido tras perder por 94-93 el pasado fin de semana en la pista del Surne Bilbao Basket un partido en el que tuvo opciones de victoria hasta los últimos minutos y en el que mostró buenas sensaciones.
Los rojinegros firmaron su mejor actuación en lo que va de curso, pero en los últimos instantes fueron superados por el equipo bilbaíno y no pudieron alcanzar la ansiada primera victoria.
De hecho, la tónica de los granadinos en las primeras jornadas ha sido realizar un baloncesto aceptable pero sin la regularidad necesaria para ganar partidos, en todos los casos hasta ahora ante equipos llamados a estar en la parte alta o tranquila de la clasificación.
Antes de ceder en Bilbao, perdieron también los de Pin en casa ante el UCAM Murcia (101-104), el Basquet Girona (91-102) y el Baskonia (81-90) y a domicilio en la pista del Joventut de Badalona (86-80).
Ganar serviría a los granadinos para quitarse presión y salir de la zona de descenso antes de jugar la próxima semana en la pista del Baxi Manresa y de recibir en la siguiente jornada al Real Madrid.
Llega el Covirán Granada al choque con la única baja del pívot lituano Rokas Gustys, jugador que está en la entidad con un contrato temporal de un mes pero que sufre un problema muscular.
Los otros doce jugadores de la plantilla están disponibles y serán de la partida, aunque durante la semana ha entrenado con menos intensidad en algunas sesiones el pívot lituano Evaldas Kairys por unas molestias musculares ya superadas.
El Palacio de los Deportes, que acoge este sábado por la noche un concierto de Lola Índigo, se reconvertirá en pista de baloncesto durante la madrugada del domingo para un partido en el que se rozará el lleno, con más de siete mil aficionados en las gradas. EFE
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