El crecimiento del empleo en Estados Unidos aumentó más de lo esperado en mayo, mientras que el desempleo subió ligeramente, según datos del gobierno publicados este viernes. El país añadió 272.000 puestos de trabajo el mes pasado, frente a los 165.000 revisados en abril, mientras que la tasa de desempleo aumentó del 3,9 por ciento al 4,0 por ciento, dijo el Departamento de Trabajo.
El dato sorprendió a los analistas y aleja las especulaciones sobre más de un recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal este año. Wall Street abrió en negativo tras el reporte. El S&P 500 descendía un 0,35% a las 13:40 GMT, mientras que el Dow 30 lo hacía un 0,33% y el Nasdaq cedía un 0,37%.
Esta cifra es superior a los 232.000 puestos de trabajo mensuales creados de media en los últimos 12 meses, una cifra que sigue sosteniendo la fuerza del mercado laboral estadounidense, en un momento en el que la Reserva Federal analiza datos cómo este para decidir cuándo empezar a bajar los tipos de interés.
La solidez del mercado laboral, con cifras de desempleo por debajo del 4 % en los últimos años, ha sido uno de los principales motivos de orgullo del presidente estadounidense, Joe Biden, quien aspirará a la reelección el próximo 5 de noviembre.
El empleo continuó con una tendencia al alza en varias industrias, encabezadas por la atención médica; gobierno; ocio y hostelería; y servicios profesionales, científicos y técnicos, señala la BLS.
El número de desempleados se situó en mayo en los 6,6 millones. Hace justo un año, la tasa de desempleo era del 3,7 % y el número de desempleados era de 6,1 millones.
En mayo, los ingresos medios por hora de todos los empleados en nóminas privadas no agrícolas aumentaron 14 centavos o el 0,4 %, hasta los 34,91 dólares. En los últimos 12 meses, el salario medio por hora ha aumentado un 4,1 %.
Los datos del desempleo se conocen una semana antes de que la Reserva Federal (Fed) se reúna para decidir si inicia la senda de bajadas de tipos de interés, que ya ha comenzado esta semana el Banco Central Europeo (BCE), y que en Estados Unidos está tardando más de lo pronosticado.
La próxima semana se conocerán también nuevos datos de inflación. Los últimos que se conocen son los correspondientes al mes de abril, cuando la tasa cayó una décima hasta el 3,4 %, tras dos meses de subidas consecutivas.
Fue la primera bajada de los precios en los últimos tres meses ya que tanto en marzo como en febrero se registraron subidas y la leve bajada de una décima confirmó la advertencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que costará bajar la inflación de manera sostenida.
Tras las 11 subidas realizadas desde marzo de 2022, la Fed mantiene los tipos de interés desde julio del año pasado en una horquilla de entre el 5,25 % y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001.
En sus últimos actos públicos Powell ha reiterado que es “probable” que la institución mantenga los tipos de interés en su nivel actual en su próxima reunión que se celebrará el 11 y 12 de junio, e insistió en que estos tendrán que seguir altos durante más tiempo del esperado.
Powell afirmó que son necesarios más datos económicos que los del primer trimestre para saber si la inflación será más persistente de aquí en adelante y si costará más tiempo del previsto bajarla hasta el objetivo del 2 %.
Aún así, insistió en que para que haya bajadas la tasa no tiene por qué llegar hasta el 2 % puesto que no estaba en ese nivel antes de la pandemia.
Para decidir cuándo es el momento de bajar los tipos, la Fed tendrá en cuenta datos macroeconómicos como el del desempleo, la inflación o el índice de precios en gastos de consumo personal (PCE, en inglés), que en abril se mantuvo en el 2,7 % interanual, con respecto a marzo.
(Con información de agencias)
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