La disparada de los precios que tuvo lugar en la primera semana de presidencia de Javier Milei, aplicación del “paquete de urgencia económica” de Luis Caputo mediante, no tiene antecedentes en los últimos 10 años. Probablemente tampoco los tenga en períodos aún más largos, pero no hay series que lleguen tan atrás. Un informe privado que mide la inflación semana a semana muestra como la aceleración de la inflación que tuvo lugar la semana pasada no se compara con nada que los argentinos hayan visto desde 2013. Y si la falta de antecedentes no llega más atrás es porque no hay datos más antiiguos.
El último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Alta Frecuencia de Alphacast reveló dramático aumento en las tasas de inflación semanales, con cifras que se dispararon a una tasa de dos dígitos del 10,1 por ciento. Este incremento significativo, observado semana a semana, contrasta marcadamente con la tasa revisada del 6,5% reportada en la semana anterior.
El informe destaca una tendencia preocupante en los precios al consumidor, que han experimentado un aumento sustancial. La tasa de inflación mensual también mostró un notable ascenso, registrándose en aproximadamente 22,9% mes a mes, un aumento significativo desde la cifra anterior de 17,1% mensual (revisada). Este aumento ha llevado a una tasa de inflación anualizada de un asombroso 212,4% año a año, superando ampliamente los datos previamente revisados de 186,7% anual.
Un análisis detallado de los datos revela incrementos significativos en varias categorías. La inflación núcleo, los artículos regulados y los artículos estacionales han experimentado aumentos considerables. Específicamente, la inflación núcleo semanal escaló a 9,2% semanal, superando la cifra de la semana anterior de 5,5% semanal. De manera similar, el cálculo mensual para la inflación núcleo indicó un aumento sustancial de 25,5% mensual, significativamente más alto que la medida de la última semana de 19,9% mensual.
Los artículos estacionales no se salvaron de la presión inflacionaria, registrando un aumento de 9,5% semanal y una tasa mensual de 17,6% mensual, ambas cifras notablemente más altas que sus respectivas predecesoras revisadas. Los precios regulados también vieron un fuerte aumento de 15,4% semanal, con la cifra mensual alcanzando 18,2% mensual, superando nuevamente los resultados anteriores.
El informe también arroja luz sobre las tendencias inflacionarias en los segmentos dolarizados y no dolarizados. Los artículos no dolarizados mostraron un aumento de 8,4% semanal, un salto considerable desde la cifra revisada de 4,8% semanal. En el segmento dolarizado, los precios subieron un 9,1% semanal, con la cifra mensual alcanzando 25,6% mensual, superando la medida anterior de 19,8% mensual.
Los precios de Alimentos y Bebidas, por su parte, continúan su trayectoria ascendente, con la variación semanal en esta categoría registrada en 6,4% semanal. El indicador mensual de Alimentos y Bebidas aumentó a 25,0% mensual, más alto que la medición más reciente de 19,7% mensual.
La distribución de los cambios de precios indica una tendencia agravante. Un significativo 90% de los precios examinados mostró tasas de crecimiento mensuales de 4% o más. De manera alarmante, el 86% de estos precios sostuvo tasas de crecimiento de dos dígitos, aumentando un 10% o más. En contraste, solo el 9% de los precios monitoreados demostraron tasas de crecimiento mensuales por debajo del 2%.
Índices calientes
Alphacast no fue la única consultora en registrar el fogonazo inflacionario que Caputo, en el discurso en el que detalló sus primeras medidas, se encargó de anticipar. La consultora EcoGo reportó un aumento del 10,4% en los precios de los alimentos en solo siete días, una aceleración significativa desde las cifras ya elevadas de semanas anteriores. Según EcoGo, la inflación de diciembre podría situarse en el 28,2% mensual, y considerando la tendencia actual, la inflación de alimentos en el hogar podría alcanzar el 33,2% mensual.
El informe destaca que este aumento se debe principalmente al efecto de la devaluación sobre los precios, con subcategorías que registraron aumentos de hasta el 90% en una semana. Además, la corrección en el precio de los combustibles también ha impactado indirectamente en el resto de los precios. Entre los productos más afectados se encuentran los pasajes de avión, que aumentaron un 90.3%, y el alojamiento turístico, con un incremento del 47.3%.
Otra consultora, OJF, también ha observado aumentos significativos, nunca antes vistos desde que comenzaron a publicar sus datos de alta frecuencia en 2014. La inflación general de la segunda semana del mes fue del 12.4%, mientras que la medición núcleo registró un avance del 10.0%.
Estos datos reflejan una tendencia alarmante en la economía argentina, con una inflación que no solo afecta a los alimentos sino que se extiende a otros sectores esenciales. La situación actual plantea desafíos significativos tanto para los consumidores como para los responsables de la formulación de políticas económicas, quienes deben abordar esta escalada inflacionaria con medidas efectivas y oportunas.
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