En un contexto económico complejo, el mercado inmobiliario premium enfrenta desafíos que van desde la fluctuación de costos hasta la incertidumbre política. Esta situación obliga a las compañías a replantear sus estrategias inmediatas y adaptarse a la coyuntura, desde la gestión de costos hasta la redefinición de proyectos.
De acuerdo con la Asociación de Pymes de la Construcción (Apymeco), el costo del metro cuadrado de construcción se estableció en $1.214.258,05 en marzo último. En el sector premium, este valor se incrementa en un mínimo de 25 por ciento. Los costos para edificar registraron un aumento del 289,67% interanual.
No obstante, según datos de la entidad, el precio de algunos materiales, como la carpintería de madera y los ladrillos huecos, registran una reducción promedio del 13% debido a una caída en las ventas superior al 12% desde fines de año.
Vendidos en dólares
Hernán Nucifora, de Global Investments, enfatizó a Infobae que la situación actual es especialmente complicada para proyectos vendidos en dólares a precio cerrado y con avanzado grado de ejecución. “Las unidades que se comercializan en pesos más ajuste a través del Índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) se vieron perjudicadas. La adaptación incluye desacelerar la construcción y renegociar con proveedores para no impactar negativamente en la rentabilidad. Nos enfocamos en completar los proyectos en marcha lo más eficientemente posible”.
“Hay una valoración positiva en el segmento de inmuebles usados, contrastando con la indecisión que predomina en el segmento de nuevas construcciones” (Javier Rius, de Ayres Desarrollos)
La prudencia se volció una constante y en los últimos seis meses hubo una notable tendencia a postergar decisiones de inicio de nuevas obras y desarrollos. “Paralelamente, hay una tendencia interesante en el mercado de propiedades ya existentes, en que los precios experimentan una recuperación. A pesar de la presentación de ofertas con porcentajes de reducción menores, se notó un incremento en los precios de lista, llegando a venderse las propiedades casi a su valor completo. Este fenómeno sugiere una dinámica de valoración positiva en el segmento de inmuebles usados, contrastando con la indecisión que predomina en el segmento de nuevas construcciones”, agregó Javier Rius, de Ayres Desarrollos.
Adaptación de costos: impacto en los precios
Las compañías desarrolladoras y constructoras están adoptando diferentes estrategias para re adecuarse a los aumentos en los costos de materiales.
Leonardo Rodríguez Nader, de CMNV Comunidad de Inversión, describió cómo los costos de materiales, con aumentos de hasta el 289% interanual, obligaron al sector a reevaluar y ajustar sus procesos y estrategias de compra y construcción. “Este escenario nos llevó a trasladar parcialmente los incrementos al precio final de las viviendas en pozo, aunque se busca balancear esta medida para no comprometer la accesibilidad y atractivo de los proyectos”.
Aun en el contexto actual el valor del m2 en CABA mantiene su competitividad, convirtiendo el presente en una oportunidad para adquirir unidades de contado y asegurarse frente a potenciales incrementos futuros
El incremento en los costos de construcción puede llevar a un aumento en el precio de las unidades en las etapas más avanzadas de los proyectos, así como a la necesidad de revisar los planes de financiación para adecuarlos a mayores costos.
“No obstante, para proyectos que ya se encuentran en su etapa de terminación, estas variaciones en los costos no tienen impacto significativo”, aclaró Rodríguez Nader.
Pago escalonado
En otro desarrollo de Balvanera, optaron por planes de pago escalonado, donde el comprador abona ciertas cuotas durante el proceso de construcción y el saldo restante al momento de la entrega de la unidad.
Rodríguez Nader amplió: “También ofrecemos financiamientos con tasas de interés preferenciales o acuerdos con entidades financieras para facilitar el acceso al crédito”.
La estrategia para abaratar costos puede incluir la búsqueda de proveedores alternativos con precios más competitivos, la optimización de procesos para reducir desperdicios y costos operativos, la revisión de diseños para utilizar materiales más económicos sin comprometer la calidad, y la renegociación de contratos con proveedores y contratistas para mitigar el impacto del aumento de precios.
Nucifora aconsejó “Lo que sí podemos decir sin ninguna duda que el que tenga decidido comprar un departamento va a comprar muchos más m2 hoy que en el futuro”.
Cautela y optimismo
Primero, para enfrentar la incertidumbre económica y financiera, promotores y desarrolladores del sector premium están ofreciendo condiciones de pago más flexibles. Esto incluye opciones de financiación directa, descuentos por pago al contado, y posibilidad de personalizar los plazos de pago según las necesidades del cliente.
Nucifora señaló para el futuro que “nivelar la inflación es el principal problema de nuestra industria como también la falta de crédito, si se logran estos dos hitos sumados a un blanqueo para el sector harían que nuestro mercado tenga un dinamismo pocas veces visto”.
El mercado inmobiliario se enfoca en la estabilidad de precios para impulsar la venta de unidades nuevas a precio fijo, mejorando la liquidez de los desarrolladores. Ajustar los precios al contexto económico es clave para reflejar los costos crecientes y equilibrar el valor de proyectos nuevos y existentes.
Las tendencias actuales resaltan la importancia de adaptar los proyectos inmobiliarios a las preferencias de las nuevas generaciones, priorizando personalización, áreas verdes y diversidad de estilos de vida.
“Planeamos lanzar proyectos innovadores, adaptándose a la evolución del mercado, en anticipación al interés renovado de inversores y al impulso que el crédito hipotecario podría dar al sector”, concluyó Rius.
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