Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron en la zona de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, un disco con inscripciones de jeroglíficos mayas. Tuvieron que pasar más de 100 años del último hallazgo en el área para encontrar nuevos vestigios de la civilización maya que habitaron el territorio peninsular.
De acuerdo a una entrevista para la agencia EFE, el arqueólogo Marco Antonio Santos Ramírez, director de la zona arqueológica, explicó que el elemento hallado fue un círculo de piedra caliza, el cual tiene en los bordes los jeroglíficos de habrían utilizado los mayas alrededor del Periodo Clásico Tardío —alrededor de los años 650 al 900 d.C.—.
“La escritura clásica maya cesa, a partir del 900 d.C., durante el esplendor de Chichén Itzá”
Sin embargo, ahí no concluyó su explicación, pues el académico determinó que en el disco de aproximadamente 30 centímetros se pudo observar que los jeroglíficos hacían referencia a dignatarios jugando Pok Ta Pok, es decir, juego de pelota, razón por la cual el hallazgo podría tener valor histórico, ya que dotaría de nuevos elementos sobre las ideas que se tienen de dicha actividad.
“El círculo de piedra caliza, que tiene en el borde jeroglíficos mayas y al centro aparecen dignatarios mayas jugando Pok Ta Pok, el juego de pelota precolombino, puede cambiar la historia del sito al aportar un nuevo elemento que desconocíamos”, explicó este lunes 10 de abril.
Asimismo, Santos Ramírez destacó que se seguirá estudiando las inscripciones, pues confió en que podría ampliar el contexto sobre el conocimiento de la cultura ancestral, ya que al ser tan importante el juego de pelota podría dar nueva información sobre el desarrollo de la población.
De acuerdo a lo que se detalló, el disco fue hallado semanas atrás en la Estructura Morley —misma que fue nombrada así en honor al arqueólogo estadounidense Sylvanus Morely que restauró la zona de Chichén Itzá—, específicamente en la zona conocida como Casa Colorada, a unos metros del Castillo del área arqueológica.
Aunque no fue lo único que se encontró, pues se informó que en su interior también se ubicaron orejeras y glifos sobre piedras que, al juntarlos reflejaban a Kukulcán.
El arqueólogo explicó que el hallazgo se dio gracias al programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) que impulsa el gobierno federal, derivado de la construcción del Tren Maya —uno de los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)—.
“Desde la creación del INAH no se había registrado una inversión tan importante en la arqueología en México y hoy está rindiendo frutos, el hallazgo del disco con jeroglíficos es un ejemplo”, refirió.
Finalmente, puntualizó que el que disco se encuentra bajo el cuidado de epigrafistas en una universidad de los Estados Unidos, por lo que esperan que próximamente se conozca más información; asimismo, indicó que el hallazgo fue nombrado como La Piedra Pérez, en honor al investigador Francisco Pérez, quien lo descubrió.
“(El círculo está) bajo el cuidado de epigrafistas, como David Stuart de una universidad estadounidense; esperemos que pronto se den más detalles del hallazgo”
Hallazgo reveló secretos sobre la élite maya
Fue el pasado mes de marzo cuando el INAH anunció que fueron encontrados nueve cuartos en la zona arqueológico de Ek’Balam, ubicada en Tomozóc, Yucatán, los cuales podría develar secretos sobre la élite maya.
Entre los descubrimientos destacaron las fachadas con decorados en estuco, las cuales conservan ilustraciones que representan figuras de captores y cautivos de la antigüedad. Hasta el momento se han identificado a cuatro rehenes atados de brazos.
En cuanto a los miembros de la élite, el instituto apuntó a que aparecen sosteniendo la cabellera de los prisioneros: “Aunque los captores portan faldas decoradas con huesos cruzados, los investigadores del Centro INAH Yucatán precisan que, al faltar las partes superiores de los estucos posiblemente se trate de mujeres”.
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