El Gobierno cerró el primer trimestre del año con un déficit primario de $689.927 millones y quedó así $248.427 millones por encima del tope que había establecido originalmente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El Ministerio de Economía asegura que la negociación abierta con el organismo revisará también las metas del primer trimestre, por lo que el techo permitido de déficit podría ser distinto al vigente.
Según informó la Secretaría de Hacienda este jueves, el Sector Público Nacional registró en marzo “un déficit primario de $257.855,5 millones y un déficit financiero de $388.005,8 millones. De esta manera, cerró el primer trimestre con un déficit primario de 689.927,8 millones. En marzo, los Ingresos Tributarios del SPN ascendieron a $1.556.313,0 millones, (+77,3 % i.a.). Excluyendo los tributos al comercio exterior, el incremento de los recursos tributarios ascendería a 108,2% i.a”.
“En el marco de este escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía morigeró el impacto negativo en el resultado primario del período provocado por la referida caída de la recaudación”, agregó el comunicado.
Dentro del desglose de los distintos rubros de la recaudación, Hacienda destacó que por causa de “la grave sequía la caída en los tributos del comercio exterior del primer trimestre respecto a lo proyectado en el Presupuesto fue de $350.000 millones”.
El techo de déficit primario previsto en el acuerdo es de $441.500 millones para el primer trimestre. Solo en los dos primeros meses el sector público había quedado ya apenas $9.000 millones por debajo de ese tope, por lo que el incumplimiento de la meta fiscal estaba descontada para muchos analistas.
Una particularidad que tendrá la meta fiscal es que, al ser expresada en pesos, está atada a la nominalidad esperada por el acuerdo con el FMI. Durante los primeros tres meses del año el programa trabajó con una suba de precios de 60% anual para diseñar las metas.
La semana pasada el organismo “blanqueó” una inflación mayor en sus planes, de 88 por ciento. De esta forma, la nominalidad del acuerdo será otra y las metas en pesos (también están en ese grupo la de emisión monetaria, la de deuda flotante o la del piso de asistencia social) podrían ser reajustadas en la próxima revisión. Así, esa cifra de referencia de $441.500 millones podría ser en realidad un poco mayor y el monto del incumplimiento podría ser menor.
De todas maneras, un incumplimiento en las metas de reservas y en el tope de déficit deberían disparar pedidos de waiver ante el directorio, por parte del Poder Ejecutivo. Una forma de evitarlo podría ser una renegociación de las metas no solo hacia adelante, sino también las del primer trimestre.
Desde un despacho oficial aseguraron que el horizonte de tiempo con el que se trabaja es llegar a un consenso técnico en las próximas dos o tres semanas. No será una negociación “aislada” del calendario previsto -porque no se tratará de un nuevo programa sino una reconfiguración del actual- ya que será sostenida en el marco de la quinta revisión trimestral.
Hay pocas precisiones sobre el alcance que puedan tener las negociaciones y cuánto estará dispuesto a conceder el Fondo Monetario para modificar la estructura de metas, o si habrá un cambio que favorezca el ingreso anticipado de desembolsos.
Anticipando los datos de abril, la consultora Analytica midió que “en la segunda semana de abril, el gasto primario real cayó 4,7% respecto de igual semana de marzo, y 24,1% de un año atrás. Las transferencias a provincias tuvieron una variación interanual positiva después de 27 semanas. A su vez, el envío de fondos destinados a gastos de capital para las provincias fue de $9.178 millones, un 51% superior en términos reales a la misma semana de 2022″.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) mencionó que “con una caída real de los ingresos y un recorte de los gastos, durante el primer trimestre del año el déficit financiero de la Administración Nacional fue 7,4% mayor en términos reales al obtenido en los primeros tres meses de 2022″.
“Los ingresos cayeron 9,5% anual, básicamente por la menor recaudación de los impuestos ligados al comercio exterior. Los Derechos a la Exportación disminuyeron 69,5% anual, mientras que la mayor actividad económica impulsó la recaudación de IVA e impuesto al cheque. Aumentaron los aportes y contribuciones a la Seguridad Social (3,2% a/a), alentados por la mayor cantidad de puestos de trabajos formales”.
Por su lado, “los gastos totales se contrajeron 5,9% anual, ajuste que llegó al 8,7% anual en los gastos primarios, prioritariamente impulsados por menores subsidios energéticos y transferencias de capital a fondos fiduciarios de vivienda. En un contexto de disminución de gastos, el pago de intereses subió 22,0% anual”, mencionó la OPC.
El resultado primario fue negativo en $758.991 millones, 3,3% menor al déficit alcanzado un año atrás. El dato de la OPC no es comparable con el que publica la Secretaría de Finanzas, ya que toman en consideración, respectivamente, el gasto devengado y el de base caja, es decir ya pagado.
“Al 31 de marzo se devengó el 20% del crédito presupuestario, proporción superada por los intereses de la deuda, los subsidios al transporte y los programas sociales. Se incrementó en $108.036 millones el crédito previsto al principio del ejercicio”, concluyó la OPC.
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