La inflación no da respiro y el viernes el INDEC divulgará un índice de abril similar al de marzo, en torno al 7,5%, mientras que los alimentos aumentan a un ritmo todavía mayor cercano al 10 por ciento. Con las PASO a la vuelta de la esquina, Sergio Massa anunciará en las próximas horas (posiblemente el martes) la versión 3.0 de Precios Justos.
A pesar de que los resultados obtenidos están muy lejos de las previsiones, se insiste con la idea de avanzar con un acuerdo de precios para ponerle un freno a la escalada cada vez más preocupante de la inflación. El equipo económico cerró negociaciones con 160 empresas alimenticias, a las que se sumarían otras 80; la pauta de aumentos que se negocia será del 5% mensual para los próximos 90 días, es decir por encima de los incrementos que se habían negociado en octubre y noviembre del año pasado.
Otra de las novedades es que esta vez participarán los autoservicios y supermercados de cercanía, incluyendo también a los de la comunidad china. En este caso se estarían incluyendo unos 140 productos de la canasta básica.
Se busca corregir de esta forma uno de los problemas que se presentó con Precios Justos. Los controles sobre el precio de los alimentos se concentraron de arranque en las grandes superficies pero quedaron afuera los comercios de cercanía.
Los controles, sin embargo, confirmaron que son una herramienta muy poco efectiva para moderar la inflación o reducir la inercia de los aumentos. Incluso terminan siendo contraproducentes, porque las compañías aceleran los ajustes para luego tratar de cumplir al menos un par de meses con la pauta de aumentos fijada.
Las proyecciones de economistas y consultoras son elocuentes. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) ya estiman una inflación de 126% para el año y se mantendría en tres dígitos en 2024. Además, en los próximos seis meses
En medio de la aceleración inflacionaria desde que arrancó el 2023, Massa va por un nuevo acuerdo de precios, tanto con fabricantes de alimentos con con supermercados chinos. Los analistas no creen que será efectivo en el intento y consideran que la inflación no bajará del 7% mensual en los próximos meses
Los desequilibrios económicos son tan grandes que ya no es posible seguir mirando para otro lado sin pagar las consecuencias. Ésa es la única explicación para una serie de medidas que se vienen aplicando y que hubieran sido impensadas hasta hace poco tiempo: fuerte suba de la tasa de interés en términos reales, aceleración del ritmo de devaluación del dólar oficial y un importante aumento de tarifas de luz y de gas.
Aniversario
El 25 de mayo se cumplen 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. Sin embargo, el manual kirchnerista que dio tan buenos resultados electorales ya quedó obsoleto. Todas las medidas, que en definitiva implican un ajuste de variables que habían quedado muy retrasadas, fueron compromisos explícitos asumidos ante el FMI en la última revisión del acuerdo.
Massa sabe que no hay margen para salirse demasiado del libreto consensuado en Washington. La situación es extremadamente frágil. Las reservas netas se encuentran en niveles negativos. Ni los préstamos comprometidos por organismos multilaterales ni la implementación de la tercera versión del dólar soja logró revertir esta sangría.
Las reservas netas ya están en terreno negativo, de acuerdo a la metodología de cálculo utilizada por el FMI. Por eso, el apuro de Economía por acelerar los desembolsos previstos hasta fin de año por casi USD 11.000 millones. Esto permitirïa seguir ganando tiempo y llegar con algo más de aire a las PASO
Las estimaciones de distintas consultoras y sociedades de Bolsa es que el nivel de reservas netas se encuentra entre 500 millones y 1.000 millones de dólares en rojo. ¿De dónde salen las divisas para seguir interviniendo? Al menos una parte serian depósitos en dólares de organismos públicos que son utilizados por el Banco Central.
La escalada de los distintos dólares financieros, que la anterior semana habían rozado los $ 500 para luego retroceder, fue un claro llamado de atención. Tirar más de la cuerda podria llevar a una situación de descontrol cambiario.
Ajuste y elecciones
Cristina Kirchner había salido a criticar con dureza a Martin Guzmán en la previa a las legislativas del 2021. “Con ajuste no se ganan elecciones”, fue el mensaje en los meses previos a los comicios. Pero ahora la postura de la vicepresidente es bien diferente. Consciente de los peligros, en sus últimas apariciones prefirió atacar los proyectos de dolarización y también al FMI por haberle prestado USD 44.000 millones al gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, la vicepresidenta no dijo una palabra de los aumentos de tasa ni los ajustes de tarifas faltando tan poco para las PASO, menos de 100 días. Ella también tiene claro que un estallido cambiario en estos momentos sería un golpe mortal para las aspiraciones electorales de Frente de Todos, más allá de las candidaturas.
Esta semana se intensificarán los contactos por streaming entre los técnicos del FMI y el ministerio de Economía. El objetivo es llegar a una flexibilización sustancial de las metas tanto fiscales como de reservas netas. Pero lo principal pasa por conseguir un adelanto de desembolsos previstos hasta fin de año. Así se fortalecerían las reservas para llegar con algo más de margen a las PASO.
Considerando el fuerte impacto de la sequía, existiría voluntad tanto del FMI como del gobierno norteamericano por apoyar este pedido. Implicaría recibir USD 10.800 millones, que es lo que aún resta desembolsar hasta fin de 2023.
Para ponerle un freno al aumento de la brecha cambiaria, al Gobierno no le quedó otro remedio que avanzar con un inédito ajuste en la previa a las elecciones. Fuerte aumento de tarifas, aceleración del ritmo de devaluación mensual y una agresiva suba de tarifas son medidas que no figuraban en el tradicional manual kirchnerista y menos en la previa electoral
Mientras tanto, continúan las ventas oficiales en el mercado de bonos para mantener a raya a los dólares financieros. La buena noticia para el Gobierno es que el volumen de esas intervenciones cayó sustancialmente sobre el cierre de la semana. El viernes, por ejemplo, la participación del sector público para evitar el aumento de los distintos tipos de cambio fue de solo USD 1.7 millones, contra USD 23 millones en la jornada de mayor participación.
Sin embargo, difícilmente la brecha cambiaria descienda de los actuales niveles, que supera el 90%. El bajísimo nivel de reservas y la fuerte expansión monetaria seguirán presionando sobre las cotizaciones.
De manera silenciosa, el Central también fue acelerando la suba del dólar oficial para no perderle pisada a la inflación y al mismo tiempo asumir el compromiso asumido con el FMI. En el promedio de cinco días, el aumento llegó a un ritmo anualizado de 164% (eso fue en la última semana de abril), aunque en el arranque de mayo se moderó al 131%.
Las próximas semanas se vienen definiciones fuertes desde el punto de vista electoral, que también impactarán en el dólar y en la inflación. Las definiciones de Cristina Kirchner son seguidas de cerca por los inversores. ¿Será finalmente candidata a algo? Lo mismo sucede con el crecimiento de Javier Milei, rompiendo la polarización de las últimas dos décadas y acercándose a los dos partidos mayoritarios. También en Juntos por el Cambio crecen las preocupaciones, porque no logran captar el malestar social y las penurias económicas a su favor: sus candidatos lucen estancados en las encuestas y agregan más incertidumbre de cara al proceso electoral que se avecina.
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