La Secretaría de Energía oficializó este jueves una normativa que los usuarios de altos ingresos, industrias y grandes comercios tendrán un alivio en sus facturas de electricidad durante el período que va de noviembre a febrero de 2024. Ese segmento, que no percibe subsidios y paga el costo pleno en sus boletas, se beneficiará por menores precios de la energía durante el verano y por una mayor generación de energía hidroeléctrica. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el alivio en las facturas rondará el 5 por ciento.
La información se desprende de la Resolución 884/2023, que fue publicada esta mañana en el Boletín oficial y lleva la firma de la secretaria de Energía Flavia Royón. Allí se convalidó la programación tarifaria de los próximos meses que realizó la compañía CAMESSA, la cual administra el mercado mayorista de electricidad en la Argentina.
El economista Nicolás Gadano explicó a la agencia NA que en los próximos días las distribuidoras del AMBA, Edesur y Edenor, deberán publicar los nuevos cuadros tarifarios para los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios y grandes empresas. Allí, aseguró el especialista en energía, se observará una reducción de entre 4% y 5% en las facturas de electricidad respecto a octubre.
El Gobierno espera que durante el verano se observe una baja en el costo de la energía eléctrica a partir de menores precios y la puesta en funcionamiento pleno del Gasoducto Néstor Kirchner. También influirá la mayor disponibilidad de energía hidráulica y que no se prevé en el corto plazo una devaluación del tipo de cambio oficial.
En ese sentido, Gadano destacó que hay más agua en toda la cuenca del Comahue y la generación creció mucho más respecto a los últimos años. El especialista precisó que está generación de energía es “mucho más barata y por ende permitirá ahorrar en la importación de combustibles”.
“Con esa reducción de costos CAMESSA plantea y la Secretaría de Energía aprueba que los que ya estaban pagando el costo pleno (usuarios residenciales Usuarios Nivel 1, comerciales e industrias grandes) si baja el precio sin subsidio –proyectado en un 9%- baja el precio mayorista y se refleja en las facturas”, se explayó. Además, Gadano comentó que “para el resto de los usuarios se mantiene el mismo precio, pero al mejorar la cobertura del costo esto significa que caen subsidios”.
Vale recordar que los subsidios a la energía se encuentran segmentados en tres niveles residenciales: los N1 son los de alto poder adquisitivo que no reciben asistencia, los N2 que contemplan la tarifa social e ingresos bajos y los N3 que tienen subsidiado su consumo hasta 400 KWh. Estos dos últimos segmentos se mantendrán sin cambios durante los próximos meses, ya que la medida que oficializó este jueves Energía alcanza a N1, comercios y grandes compañías.
En tanto, Energía decidió permitir ese alivio a costa de no reducir las transferencias por subsidios durante los próximos meses. En el caso de la energía, las erogaciones explican buena parte del déficit fiscal en las cuentas públicas y son uno de los puntos a los que el Gobierno espera recortar de cara al año próximo.
El Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA consignó en su último informe que los subsidios a la energía finalizarán 2023 en 1,7% del PBI en base a un análisis realizado sobre el proyecto de Presupuesto 2024. Ese valor representa una baja considerable respecto al 2,1% del PBI que representaron en 2022, aunque seguirá por encima del 1,5% del PBI que pidió el FMI para 2023.
El IIEP explicó que el recorte en subsidios está explicado por una baja en los costos de generación eléctrica tras el fuerte impacto que implicó la guerra en Ucrania el año pasado, menores importaciones de gas y, en menor medida, aumentos tarifarios. El Presupuesto 2024, indicaron, prevé que las erogaciones por este concepto caigan hasta 1% del PBI.
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