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Conferencia de prensa regional del FMI con Rodrigo Valdés, Nigel Chalk y Luis Cubeddu
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy que en la Argentina año se puede acelerar más la inflación por la suba del dólar y empeorar la crisis por la frágil situación económica, la incertidumbre de las elecciones y la vulnerabilidad a los shocks externos. Además, aclaró que los planes de dolarización no sustituyen la necesidad de contar con políticas macroeconómicas sólidas.

En un informe del Departamento del Hemisferio Occidental presentado en la asamblea anual del Fondo en Marruecos, se indicó que “en Argentina, se prevé que el PBI real se contraiga un 2,5% en 2023 debido a la grave sequía”.

“Se prevé que la inflación se sitúe en una media del 122% en 2023, aunque ello dependerá de la evolución del tipo de cambio y del grado de endurecimiento de las políticas”, indicó el reporte presentado en la tarde de Marrakech.

Será el peor resultado económico de la región este año en términos de nivel de actividad, con una caída del -2,5%, la única recesión junto con el -1,5% de Haití. El resto de los países crecerá: desde Venezuela el 4% hasta Brasil 3,1%, pasando por México 3,2%, Estados Unidos 2,1% y Bolivia 1,8%.

En cuanto a la inflación, la Argentina registrará el segundo nivel más alto con el 135% a fin de año, luego del 250% proyectado para Venezuela. Tercero se ubicará Haití con el 30%; el resto de los países del continente registraría a fin de año un dígito de inflación.

El área que conduce Rodrigo Valdés indicó que “los riesgos a la baja siguen dominando las perspectivas, como reflejo de la frágil situación económica y social, las incertidumbres relacionadas con las elecciones y la vulnerabilidad a los shocks externos”.

Valdés presentó el informe en una conferencia de prensa con sus subdirectores, Nigel Chalk, y Luis Cubeddu, también encargado del caso argentino. Frente a este panorama, afirmó que “para salvaguardar la estabilidad y hacer frente a los persistentes desequilibrios macroeconómicos, será fundamental que el programa respaldado por el FMI se aplique con firmeza y se asuma como propio”.

En la conferencia de prensa, desarrollada con un ambiente externo de 34 grados, Valdes dijo que “la Argentina hace frente a desafíos muy fuertes en la actualidad, incluido el aumento de una inflación de por si alta y poca protección en una situación social compleja”

“Para salir de esta situación se necesita un plan económico firme y creíble y que tenga el respaldo de una firme mayoría, anclado de forma decidida en fortalecer las finanzas públicas y proteger a los más pobres”, aclaró.

Cuando se lo consultó por la dolarización que propone el candidato Javier Milei dijo que “el FMI es muy respetuoso de las elecciones soberanas de cada país a la hora de decidir cuál es su arreglo monetario que se decide para cada país; pero nos preocupa y hacemos un esfuerzo por asegurar que las condiciones de política para la transición a un nuevo régimen y para conseguir resultados adecuados cuando funcione este régimen estén presentes”.

“En el caso de la dolarización hay precondiciones de política muy importantes para que sea exitoso. La dolarización no sustituye las políticas macroeconómicas más importantes”, aclaró el ex ministro de Hacienda de Chile.

Sobre el contacto con los candidatos, explicó: “Hemos hablado con los asesores de los diferentes candidatos y tratamos de entender sus puntos de vista, los escuchamos, no discutimos nada”.

Esta semana, el informe de Perspectivas Económicas (WEO) del FMI informó que se proyecta una caída del -2,5% en el PBI de la Argentina este año y una recuperación del 2,8% el próximo. Además, la inflación llegaría a fin de año al 135% en 2023 y al 69,5% el próximo, cifras más moderadas que las que exhiben las consultoras privadas relevadas por el Banco Central (180,7% este año).

cuadro Appendix Table 1 Western Hemisphere: Main Economic Indicators del FMI
La proyección del FMI para los países de América del Sur (IMF Western Hemisphere Departmen/)

En tanto, el déficit fiscal primario llegaría al 1,6% del PBI este año y al 0,5% el próximo y el nivel de deuda sobre el PBI al 89,5% y 79,9%, respectivamente.

El informe destacó que “tras alcanzar el 7,8% en 2022, se prevé que la inflación en América latina (excluidos Argentina y Venezuela) descienda al 5% en 2023 y al 3,6% en 2024″.

Además, se expresó que “un grupo de países sudamericanos experimenta una desaceleración más pronunciada, impulsada en gran medida por la contracción de Argentina, en parte por la sequía”.

El FMI le giró al Gobierno un desembolso de USD 7.500 millones a fines de agosto, aunque advirtió que el programa se “descarriló” por los incumplimientos en las metas y también advirtió que las medidas de expansión fiscal adoptadas tras los comicios primarios “aumentarán las dificultades” del país. El Gobierno anunció que pagará luego de las elecciones del 22 de este mes un conjunto de vencimientos por USD 2.500 millones y también quedará pendiente la nueva revisión que asegure un nuevo giro desde Washington una vez que quede claro el panorama político local.

Sergio Massa saluda a Kristalina Georgieva en su reunión con el FMI
Sergio Massa y Kristalina Georgieva

El panorama regional

En la conferencia, Valdés dijo que la región podría sufrir si se prolongara el conflicto en Medio Oriente por un aumento del precio del petróleo. El informe indicó que “tras una recuperación de la pandemia más fuerte de lo previsto y una resistencia continuada a principios del crecimiento económico en América Latina y el Caribe (ALC) se está suavizando a medida que se afianzan los efectos de las políticas más restrictivas para combatir la inflación y se debilita el entorno exterior”.

“El temprano y rápido endurecimiento monetario en toda la región desde 2021, junto con la retirada de la mayor parte del estímulo fiscal pandémico y la inversión de las presiones externas sobre los precios, han contribuido a situar la inflación general en una trayectoria descendente”, sostuvo.

“La inflación subyacente también ha empezado a ceder, a medida que las presiones sobre los precios se generalizan menos, aunque sigue siendo elevadas en un contexto de mercados laborales fuertes y brechas de producción positivas en algunos países”, explicó.

Además, indicó que “los sistemas bancarios han resistido bien la suba de las tasa de interés y, en general, gozan de buena salud, aunque el crédito al sector privado se está desacelerando debido al endurecimiento de la oferta”.

“Se prevé que el crecimiento económico siga disminuyendo a finales de 2023 y toque fondo en 2024, mientras que la inflación converja gradualmente hacia los objetivos de los bancos centrales. A medio plazo, se prevé que el crecimiento de América latina vuelva a su baja media histórica”, afirmó.

“Los principales riesgos externos a la baja incluyen un menor crecimiento en los principales socios comerciales, la volatilidad de los precios de las materias primas, nuevos choques inflacionistas, nuevas turbulencias en los mercados financieros de las grandes economías”, concluyó.

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