El mercado laboral argentino atraviesa una fase crítica, marcada por una tendencia descendente que afecta a diversos sectores. En un contexto de contracción económica y escasas expectativas de recuperación, el empleo asalariado en el sector privado, el trabajo en el sector público, y el empleo autónomo enfrentan desafíos significativos. Con indicadores económicos que reflejan una desaceleración generalizada y proyecciones de desocupación en aumento, el panorama laboral se complica, dejando a miles de trabajadores en una situación de incertidumbre y a la economía nacional en una encrucijada.
Según datos publicados por la Secretaría de Trabajo, en abril de este año habían 6.261.324 empleados asalariados en el sector privado (serie desestacionalizada). Ese valor dejó como resultado una caída del 0,2% en comparación con el mes anterior, cuando se contabilizaron 6.274.253 trabajadores. Se trata de una baja leve, pero que le dio continuidad a una larga tendencia de decrecimiento.
Si se analizan los datos históricos, se encuentra que el nivel de empleo en el sector asalariado formal es el más bajo de los últimos 17 meses. Hay que remontarse a octubre de 2022 para encontrar un nivel inferior en la cantidad de trabajadores.
El punto más alto se dio en agosto de 2023, aún con el gobierno anterior, cuando la Secretaría de Trabajo informó que habían 6.405.484 asalariados formales. En septiembre de ese año el número empezó a caer y la tendencia continuó al menos hasta abril de este año.
No hay demasiadas expectativas en relación a una recuperación en el corto plazo, teniendo en cuenta lo que dicen diferentes indicadores económicos oficiales. Por citar un ejemplo, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) arrojó como resultado una caída del 4,2% en el acumulado de los primeros cuatro meses del año. Tampoco al comercio y a la industria están pasando por un buen momento y son las dos ramas de actividad que mayor cantidad de empleo generan.
Además, los especialistas consultados por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) estimaron que la desocupación seguirá aumentando a lo largo del año y superará la barrera del 8% hacia el final de 2024 (actualmente es de 7,7%).
El resto del mercado laboral
No sólo está cayendo el empleo asalariado en el sector privado formal. También otras ramas del mercado laboral están en contracción. Es el caso del empleo en el sector público, que en abril de este año alcanzó el valor más bajo desde junio de 2023. En total, hay 3.458.100 trabajadores en esa categoría, de acuerdo a la serie mensual desestacionalizada. Ese valor incluye a todos los trabajadores que reciben un salario del Estado, tomando en consideración incluso a las empresas que son manejadas por el Gobierno.
También está cayendo la cantidad de trabajadores independientes autónomos, aunque en ese caso se han registrado varios vaivenes durante los últimos meses. Según los datos de la Secretaría de Trabajo, en abril de este año había 395.301 personas en esa categoría, un valor 0,7% inferior al del mes anterior, pero superior a los números registrados en los últimos meses del 2023.
Hay relativa estabilidad también entre los monotributistas. En agosto de 2023 la cantidad de trabajadores adheridos al monotributo pasó la barrera de los 2 millones y no volvió a bajar de ese valor. En abril de este año, último dato disponible, la cantidad de monotributistas fue de 2.083.853.
El sector más crítico en lo que a empleo se refiere es el de casas particulares (servicio doméstico). En abril de este año sólo se contabilizaron 452.037 trabajadores en esa categoría. Se trata del peor registro desde abril de 2016.
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