En la Argentina es tan complejo comprar una vivienda, por falta de crédito hipotecario, como alquilar por la fuerte distorsión del mercado locativo.
En línea el fenómeno inmobiliario de uruguayos que viajan todos los días y viven en Entre Ríos y del que ya dio cuenta Infobae, en Corrientes también cuesta conseguir viviendas en locación tradicional, sobre todo en Santo Tomé y en Paso de los Libres, localidades próximas a las brasileñas São Borja y Uruguaiana.
En Santo Tomé, por caso, los estudiantes brasileños –y en menor medida de Paraguay y Uruguay– suelen optar por la oferta de estudios privados, como la Facultad Barceló, de Medicina, y se instalan allí. Además, muchos vecinos de São Borja cruzan los fines de semana para hacer compras. Basta recorrer 17 kilómetros y atravesar el Puente Internacional de la Integración sobre el río Uruguay.
Jose Luis Arbelaiz, de JL Arbelaiz Negocios Inmobiliarios, contó a Infobae que la migración de alumnos empezó a aumentar desde que en 2010 el tipo de cambio se revirtió y empezó a favorecer a los brasileños. Y en los últimos 7 años, aseguró, “se produjo una verdadera explosión de estudiantes que alquilan en la ciudad y en algunos casos viajan cuando vienen a cursar; se maneja un tipo de cambio que ronda los $95 por cada real”.
La situación generó una oleada de estudiantes cada vez mayor provenientes del vecino país. Cursar medicina en Brasil les cuesta unos 10.000 reales por mes en una facultad privada brasileña, y en Santo Tomé la cuota de la facultad es de $46.900 (mientras que los argentinos pagan $36.900 mensuales).
“Alquilar y gastos generales incluidas las cuotas de la facultad suman un costo promedio de 3.000 reales por mes. Considerando el ritmo devaluatorio del peso nuestro, esta condición de inmigración estudiantil irá creciendo en otras sedes educativas del país. Estos estudiantes ahorran más de un 50% si vienen a la Argentina”, dijo Arbelaiz.
Actualmente cerca del 50% de la matrícula de estudiantes de una facultad privada de Santo Tomé son alumnos brasileños, quienes la mayoría alquilan también en esta ciudad correntina
Se estima que de 8.000 alumnos que cursan en Santo Tomé, la mitad son extranjeros. De Brasil, unos 2.500, y el resto se divide entre paraguayos y uruguayos que también alquilan viviendas en la ciudad.
Además de Medicina, cursan Kinesiología y Fisiatría, licenciatura en Nutrición y Psicología, entre otras.
Qué viviendas eligen en Santo Tomé
Entre las viviendas que buscan los brasileños predominan las de tres y dos ambientes, preferentemente amuebladas o semiamuebladas. Esto último tiene a su vez una explicación. “Al pasar por la Aduana, el área de Migraciones les exigen mucha documentación, y prefieren evitar ese trámite”, precisó a Agustín Santos, del Estudio Inmobiliario homónimo.
Favorecidos por el cambio, los estudiantes brasileños pueden acceder a viviendas de categorías superiores, con cochera, a pocas cuadras de la facultad. Las propiedades en alquiler están hasta 40% más caras en esta zona céntrica y muchas familias argentinas se fueron alejando de las mejores áreas.
Arbelaiz dijo que casi no quedan departamentos y casas disponibles. “En promedio tienen 50 metros cuadrados y si tienen patio y cochera los estudiantes comparten el valor del alquiler entre 2 o 3 inquilinos. Este tipo de inmuebles hoy cotizan en un promedio de $100.000 mensuales”, explicó.
La mayoría de los acuerdos son bajo la actual Ley de Alquileres y se les exige a los brasileños que tengan al menos un garante de la ciudad. También se usan los seguros de caución o pagar más de 2 meses por adelantado como garantía.
Y luego hay una oferta de departamentos o monoambientes más chicos (de hasta 30 m2), con ubicaciones más alejadas (de diez a doce cuadras del centro) que promedian los $25.000/$30.000 mensuales.
En general y en la gran mayoría de los casos los contratos de locación se estipulan en pesos, pero a veces, en acuerdo con los propietarios, se hacen pagos en reales.
“En el último tiempo se han visto dueños directos haciendo acuerdos entre partes, con plazos más cortos, porcentajes de actualización de los valores y hasta los períodos con que serán actualizados dichos montos”, aclaró Arbelaiz. Por la demanda, ya hay casos de padres brasileños que buscan una propiedad para sus hijos con miras al 2024. Hay familias que ofrecen cuartos y los hoteles o cabañas turísticas que se suman a la baja oferta.
Otro puente
El puente internacional Agustín P. Justo-Getulio Vargas conecta las localidades de Paso de los Libres con Uruguaiana, separadas por sólo 9 kilómetros. Sólo basta cruzar el río Uruguay.
Aquí la oferta educativa del lado argentino hace que los brasileños se muden en menor medida. Pero en los últimos tiempos crecieron los contratos de locación tradicional incluso de vecinos que llegan favorecidos por el cambio monetario.
Allí funcionan las universidades del Nordeste (UNNE) y la Universidad de la Cuenca del Plata, entre otras. También hay otros centros de estudios y carreras terciarias que tientan a los alumnos a viajar a diario o instalarse de “nuestro lado” como dicen en Paso de los Libres.
Gaspar Marroquín Urquiola, de Marroquín Urquiola Inmobiliaria, dijo que los extranjeros solicitan departamentos de dos y tres ambientes. “La demanda de viviendas unifamiliares es muy baja; a los extranjeros, según usos y costumbres, se les solicita un garante oriundo de la ciudad como algo excluyente”, señaló.
Por una vivienda de 3 ambientes pagan entre $70.000 y $90.000 por mes y se acuerdan pactos a tres años con ajustes interanuales.
“El movimiento comercial depende de la cotización de la moneda, en este momento se ven incrementadas las ventas en la ciudad por la afluencia de brasileños y uruguayos, siendo los principales productos de interés, el combustible, los alimentos, los artículos de perfumería y bebidas alcohólicas”, añadió Marroquín Urquiola.
En cuanto a la falta de viviendas ofrecidas en locación, Paso de los Libres no escapa a la realidad que atraviesa el país, ya que muchos propietarios retiraron del alquiler convencional sus propiedades para ponerlos en alquiler temporal.
Se estima que la oferta se derrumbó un 50% en dos años. Además lo que sucedió allí luego de la pandemia es que mucha gente se mudó allí para trabajar de forma remota.
“Una forma para poder aumentar la oferta en la ciudad y satisfacer la demanda sería traer nuevas carreras universitarias que le permitan al inversor privado poder analizar y emprender la construcción de nuevas viviendas como una oportunidad rentable y de negocios”, concluyó Marroquín Urquiola.
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