El “dólar agro”, formalmente denominado “Programa de Incremento Exportador” (PIE III), que fijó un tipo de cambio diferencial de $300 por dólar, empezará el lunes su última semana de vigencia para el complejo sojero. Con las metas iniciales poco probables de cumplir, el envión final del “dólar soja 3″, como es más conocido, transcurre en medio de una marcada baja en los precios internacionales de la oleaginosa, que perforó los USD 500 por tonelada en el mercado de Chicago, de referencia mundial.
Finalizada la séptima semana de vigencia del PIE III, las ventas estimadas de soja por parte de los agricultores se ubicó por sobre las 7,2 millones de toneladas (el dato consolidado se conocerá el lunes) desde el inicio de la medida, un 28% inferior a la meta de 10 millones de toneladas estimada cuando se lanzó la medida. A su vez, las divisas ingresadas en el Mercado Único de Cambios (MULC) por parte de los exportadores sumaron USD 3.535 millones, lejos de los USD 5.000 millones que se esperaban.
Pero del total liquidado, el Banco Central solo pudo quedarse de manera efectiva con USD 340 millones desde que entró en vigencia la medida, a falta de solo 3 días hábiles hasta que expire el PIE III sojero. No obstante, desde la entidad resaltaron que este ingreso de dólares le permitió encadenar 14 jornadas consecutivas con saldo neto comprador.
Uno de los inconvenientes que se sumó en las últimas semanas y que impactó en la medida y en la economía argentina fue la baja en el precio internacional de la soja. La oleaginosa pasó de cotizar USD 560 la tonelada a mediados de abril, cuando el dólar sojero ya estaba en marcha, a USD 490 al último cierre, perforando el piso de USD 500 por tonelada. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), esto hizo que el país resignara exportaciones por USD 1.300 millones en solo dos meses y abre un incógnita sobre el efecto en las últimas tres jornadas.
¿Qué sucederá?
Los resultados abrirán la incógnita sobre cómo se moverá el mercado, teniendo en cuenta que el tipo de cambio diferencial está a punto de expirar y que los precios internacionales probablemente no remonten en las próximas semanas, dejando un panorama complejo hacia adelante. La pregunta es si los productores apurarán ventas para aprovechar lo que queda de la ventana, acercando el resultado final a las estimaciones iniciales, o si comenzarán a retirarse del mercado.
El saldo parcial de la medida acumula una liquidación de USD 3.500 millones, superando el total del dolar soja 2, pero 50% por debajo del dólar soja 1
Para el responsable del Área de Análisis de Mercados de la corredora Grassi, Ariel Tejera, el golpe en los precios internacionales “viene siendo muy duro” y condiciona la capacidad de pago de los compradores locales al consolidarse por debajo de los USD 500 la tonelada en los mercados internacionales. La baja en las cotizaciones, señaló Tejera, “golpeó la capacidad de pago de las fábricas, arrastrando a los precios locales; la soja en $110.000 la tonelada, que había comenzado a entusiasmar, duró poco y volvimos a valores próximos a los $102.000 a 100.000 la tonelada”. Por eso consideró “poco probable ver actividad significativa la próxima semana”.
“Transitando la recta final, el saldo parcial de la medida acumula una liquidación de U$S 3.500 millones. De esta forma, llega a superar el total del PIE II, pero se ubica un 50% por debajo del PIE I. Si bien en la última jornada se aceleró el ritmo de liquidaciones, para que se alcance el objetivo que había enunciado el gobierno, deberemos ver ruedas muy activas por delante”, subrayó Tejera.
Para Salvador Vitelli, analista financiero especializado en agronegocios, la sobreoferta mundial de soja de la mano de una cosecha récord de Brasil y una considerable siembra en EEUU “generan una fuerte presión sobre nuestras materias primas, sobre todo en valores FOB (precios de exportación), lo cual quita fuerza a los precios locales”.
Vitelli consideró que la última semana del dólar sojero estará incidida por los precios internacionales. “Ya están todas las cartas jugadas, por lo que no veo los precios variar demasiado”, señaló. “Si bien el contexto internacional no es favorable, termina siendo otra historia en términos de precios locales; estos esquemas generan fuertes incentivos que llevan a liquidar en ese momento y, cuando ya no esté este tipo de cambio, a guardar mercadería”.
El día después
En tanto, el profesor del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, estimó que en la última semana de vigencia habrá poca operatoria “porque la mayoría de los compradores ya se están retirando para poder concentrarse en armar la papelería que pide el programa para justificar las operaciones”.
Es llamativo es que el precio del maíz con entrega en julio esté muy por debajo del cereal con entrega en diciembre; hace pensar que el mercado da por descontada la posibilidad de un dólar maíz, notó Dante Romano
La cuestión principal es “cómo sigue esto”, planteó Romano. “Si el gobierno quisiera seguir incentivando la liquidación de divisas del agro, algunos comentan que podría ir por el lado de un dólar maíz, ya que la producción no fue tan mala y el productor tiende a vender maíz y guardar soja, y el volumen que va a ingresar en la cosecha tardía de maíz es importante. De todas formas, no hay información concreta sobre esto. Lo que sí es llamativo es que el precio del maíz con entrega en julio está muy por debajo del cereal con entrega en diciembre, lo que hace pensar que el mercado está dando por descontada esa posibilidad”, comentó Romano.
Más allá de esto, Vitelli sostuvo que “va a ser muy difícil que el BCRA logre mantener un saldo comprador neto en el mercado de cambio ya que su mayor oferente de divisas, el agro, probablemente se ausente porque, al igual que en ediciones anteriores, “cuando terminan estos esquemas las liquidaciones se derrumban y el BCRA se hacía vendedor”.
Tejera indicó que “está vigente la idea de que no hay tres sin cuatro, por lo que resuenan los rumores de una cuarta versión del “dólar soja” y hasta un “dólar maíz”. “Por el momento, no hay nada en firme, pero no podemos descartar ninguna de estas alternativas, considerando la necesidad de dólares del BCRA”, concluyó.
Seguir leyendo:
Cerraron 12.000 empresas en los últimos 3 años, a un promedio semanal de 80 por semana
Hacer Comentario