El Bopreal, el bono que se utiliza para cancelar la deuda con los importadores, se transformó en el árbitro del mercado y el gran instrumento para abatir al dólar y reducir el crecimiento de la inflación.
La Argentina se está tornando más cara en dólares y esto se ve en la merma del turismo extranjero no solo en Buenos Aires sino en las provincias limítrofes donde desaparecieron hasta las caravanas de autos de los países vecinos para abastecerse de combustibles, alimentos y otros bienes.
No extrañó que el dólar volviera a caer, porque el Bopreal 2 en la nueva licitación captó USD 1.170 millones que se pagaron en pesos. Esto implica que el Banco Central, el emisor del bono, sacó de circulación $1 billón que equivale a 9,3% de la Base Monetaria, según el cálculo del analista financiero Salvador Vitelli.
Ante la menor cantidad de circulante, el mercado aumentó la demanda de pesos. Esto se ve en la cantidad de vendedores de dólares para hacerse de billetes argentinos.
Juan Martín Yanzón, jefe de mesa de ConoSur habló de “un peso fuerte” para referirse al movimiento del mercado cambiario. “La dinámica del dólar fue similar a la del miércoles. Las ventas fueron constantes desde el inicio hasta el final del día. El canje (diferencia entre el MEP y CCL) sorpresivamente se mantiene en 5%. El promedio de 2023 fue de 3.3%. Fue difícil poner una orden de compra durante la jornada”.
Las caídas fueron notables. El MEP cedió $37,28 (-3,3%) a $1.086,86 y el contado con liquidación (CCL) bajó $21,88 (-1,8) a $1.153,96. Pocos días antes había perforado el techo de los $1.300. ese día ahora parece lejano. El “blue” retrocedió $30 a $1.075 y es el más barato del sistema.
El mercado volvió a funcionar con las leyes habituales: la baja del dólar estimuló la suba de los bonos de la deuda. Por eso no extrañó que el AL30D, un título con ley argentina y el más representativo de los bonos soberanos, subiera 3,75% y alcanzara una paridad que no lograba desde hace 4 años al cotizar a 44,30%. En el mes acumula subas de 12%.
Yanzón comentó que “hubo compradores por todos lados. Desde temprano las manos de afuera estaban demandando títulos y sorprendió la necesidad de papeles que pidieron los Bonares y Globales 2030 sobre todo. Una curiosidad fueron las manos que pidieron Globales en euros”.
Los bonos en la moneda europea no son los más populares y sus emisiones fueron cortas. Pero al despertar más confianza, estos bonos rezagados abren las puertas para asumir riesgos con la esperanza de lograr fuertes ganancias en plazos cortos.
El analista financiero Franco Tealdi relacionó el momento con la mejora de los mercados globales. “Seguimos con el rally. Los bonos argentinos en Nueva York subieron por segundo día consecutivo con alzas de más de 4% que se replicaron a nivel local. El mundo acompañó. El índice de referencia de Wall Street, el S&P500, se encuentra cerca de máximos históricos. La jornada fue buena para todos los bonos emergentes porque hubo una baja de la tasa de interés de los Bonos del Tesoro norteamericano a 10 años (cerró a 4,24%). Pero hay que reconocer que la suba de los bonos argentinos sumó argumentos propios tras los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, de un ordenamiento fiscal y de que el Gobierno no estaba dispuesto a ceder. En enero ya había alcanzado superávit financiero y fue una buena noticia para los bonos de la deuda más cortos como el GD29, GD30, el AL30, el AL29 que, por su estructura de pagos, hace que devuelvan gran parte del capital antes de 2027 por lo tanto son bonos que va a pagar este Gobierno. Si sigue el ordenamiento fiscal, tienen espacio para seguir subiendo”.
El Global 2020 (GD30) dio fe de este movimiento al subir 4,65%. En este escenario, el riesgo país tuvo una baja de 35 unidades (-1,8%) a 1.895 puntos básicos.
Las noticias de la suba de las tarifas y el aumento de algunos productos de la canasta básica, cambiaron los pronósticos de inflación de 15% para febrero y despertaron a los bonos CER que están atados a la inflación. El TX26 fue el que marcó el camino con 4,54%, pero a los que hay que mirar con atención es a los más cortos. El T2X4 subió 2,23% y el T2X5, que vence el año próximo, aumentó 2,79%.
La demanda de estos bonos fue elevada. Ya había presión compradora desde antes de la apertura y los operadores buscaban vendedores para satisfacer a sus clientes. No solo no los encontraron para los plazos más cortos, sino que si aparecía alguno no hacía volumen.
Los tenedores de títulos atados al dólar siguen perdiendo las esperanzas de una devaluación. Entre los Duales que ajustan por inflación o devaluación, solo subió el que vence en febrero (+0,7%) mientras abril perdió 1,56% y marcó la caída más grande. Entre los dollar linked, bonos atados a la devaluación, el TV24 perdió 0,64%.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) el Banco Central compró USD 126 millones y las reservas aumentaron USD 38 millones a USD 26.640 millones.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que “tal como se esperaba, el volumen de negocios en el MLC cayó a USD 393 millones versus 500 millones del miércoles. De todas maneras, sigue acompañando y permitió que, con un incremento de la participación de importadores, el Central siga comprando. Si bien la suma que adquirió (USD 126 millones) es menor al promedio de 144 millones de las últimas 5 ruedas, sigue dándole aire para llegar a la cosecha gruesa”.
Sobre la licitación del BOPREAL, Reschini señaló que el monto captado “es igual al 3,5% de los Pases Pasivos del Central o al 4% de los depósitos a la vista, de manera que sigue aspirando pesos y achicando la demanda de CCL. Esto puede haber tenido gran influencia en la baja que vimos en los financieros esta semana que ya acumula un 6.6% para el CCL achicando la brecha con el tipo de cambio oficial al 38%”.
En tanto, en el mercado de futuros con menor volumen siguieron las bajas para los vencimientos de abril en adelante e incluida la posición de junio, el mes en que se espera la liberación del cepo.
La Bolsa no tuvo una buena rueda. No logra contagiarse del buen humor de los inversores. Se operaron escasos $22.438 millones y el S&P Merval el índice de las líderes perdió 1,16%.
Los ADRs -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una buena jornada, más que nada por la caída del CCL. No hay que olvidar que se negocian en pesos al tipo de cambio del dólar financiero. Lo mejor pasó por IRSA con 3,4%, seguido de Edenor con 3,9%.
El Bitcoin, pareció unirse a la euforia e inició hace días un potente rally. Ayer a las 21.30 cotizaba a USD 51.958, con una leve baja de 0,93%.
Según la analista financiera Ornella Panizza (Lady Market), el momento que vive la criptomoneda se debe a que “por un lado ya contamos con el ETF (índice) de Bitcoin aprobado y comercializándose, donde grandes fondos se encuentran invirtiendo en este instrumento y, por otro, el halving (fraccionamiento a la mitad) de Bitcoin que se producirá en alrededor de 60 días. Desde la semana pasada se empezó a ver un movimiento importante en el precio que, después de 2 años, volvió a quebrar el techo de los USD 50.000. Actualmente Bitcoin está con un volumen decreciente que pareciera no estar acompañando la subida. Esto podría indicar que podríamos estar cerca de una corrección”.
Para hoy se espera la licitación del Tesoro de tres bonos atados al CER que no pagan intereses. Se debe cubrir el vencimiento de una LECER por $2,4 billones. Hay pocas dudas de que el objetivo se logrará con comodidad.
La semana puede tomar con buen humor, aunque puede mermar la caída del dólar. Los bonos indican que tienen espacio para continuar el rally de alzas.
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