El proyecto de ley que se trata en el Congreso por la modificación del Impuesto a las Ganancias tiene muchos ejes de discusión. Entre ellos, uno de los más relevantes para el futuro de la macroeconomía nacional es el impacto fiscal que demandará a la Nación y a las provincias.
La iniciativa eleva el mínimo no imponible a 15 salarios mínimos vitales y móviles (SMVM), lo que significa que, en caso de aprobarse, unas 800 mil personas dejarán de pagar, por un lado, pero como se trata de un tributo coparticipable, por otro lado, provocará la disminución de los recursos que la Nación percibe y que comparte con todas las provincias y CABA.
Según la legislación vigente, del total que se recauda por Ganancias, el 57,8% se destina a las 23 grandes jurisdicciones en que se divide el país y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 39,4% al Tesoro Nacional, 1,9% queda en AFIP y el 1% restante va a fondos de Aportes del Tesoro Nacional a las provincias.
La situación por jurisdicción
La recaudación del total de Ganancias, sobre personas y empresas, no sólo depende del piso que se imponga para el cobro del tributo en el caso de trabajadores, sino también del nivel de actividad que se logre en el país. Por eso, los expertos de las consultoras alertan que resulta sumamente complicado predecir con exactitud cuál será el costo fiscal real que tendrá la propuesta de suba de la base imponible sobre cada jurisdicción.
En las últimas semanas trascendieron dos datos generales: 1) inicialmente se habló de un costo para el fisco aproximado de $1 billón por la suba del mínimo no imponible (técnicamente los contadores lo definen como un piso) para lo que resta de 2023; y ahora, se estima en $3 billones para el Presupuesto 2024, que proyecta mayor nominalidad por la inflación y el esperado aumento del PBI.
Según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el costo fiscal para el conjunto de las provincias (más CABA) en 2024 alcanzaría en forma conjunta los $655.000 millones.
Sin tener en cuenta el aporte por habitante, la jurisdicción que más dinero perdería el año próximo sería la provincia de Buenos Aires, que enfrentaría un costo directo de $138.656 millones. Le seguirían Santa Fe ($57.520 millones) y Córdoba ($56.064 millones), a valores de hoy.
Otras provincias con alto costo fiscal serán Chaco ($31.496 millones), Entre Ríos (30.828 millones) y Tucumán (30.040 millones).
Entre las de menor impacto, en términos estrictamente nominales, aparecen Tierra del Fuego ($7.788 millones), Santa Cruz ($9.984 millones) y Chubut ($9.984 millones).
Por su parte, el costo para la Nación sería de unos $480.324 millones, netos.
Cuánto se podría recuperar
Otro punto que genera discusión y cuyo resultado se podrá confirmar al final del año fiscal, es cuánto se podrá compensar del dinero perdido por un posible aumento del consumo y la actividad en cada distrito, por el efecto de la buscada menor presión tributaria en el orden nacional. Los puntos de vista son muy diversos, mientras algunos especialistas advierten que la recuperación será mínima, otros sostienen que en algunas jurisdicciones podría ser significativa.
Según analizó Nadin Argañaraz, economista director del Iaraf, sería posible recuperar el 29% de lo que se perdería por la modificación de Ganancias.
Tomando como ejemplo algunos de los casos mencionados anteriormente, la provincia de Buenos Aires podría recuperar $28.632 millones por recaudación de Ganancias y $12.004 millones por una eventual mejora en Ingresos Brutos. Por tanto, su costo fiscal final no sería de $138.656 millones, sino que se atenuaría a $98.020 millones.
En el caso de Santa Fe, el costo fiscal directo de $57.520 millones podría bajar a $40.664 millones, considerando $11.880 millones por recaudación y $4.980 millones de mejora de Ingresos Brutos.
Estos últimos números son supuestos basados en la inflación actual, por lo que podrían variar a futuro.
Qué opinan las provincias
En relación a la modificación de Ganancias, se pueden encontrar tantas opiniones como personas se sumen al debate. Para tener una idea general de qué se espera en el interior, Infobae consultó a dos provincias con inclinaciones políticas contrapuestas.
Por un lado, Adolfo Safrán, ministro de Hacienda de Misiones, dijo: “La posición de la provincia es acompañar al ministro Massa en la presidencia, pero independientemente de eso, hemos acompañado siempre la suba del mínimo no imponible de Ganancias”.
“Desde hace mucho hay que actualizar estos montos, porque mucha gente queda comprendida y no les corresponde pagar Ganancias”, agregó el funcionario.
Desde hace mucho hay que actualizar estos montos, porque mucha gente queda comprendida y no les corresponde pagar Ganancias (Safrán)
En relación al impacto fiscal, Safrán contó que “desde la Comisión Nacional de Impuestos calcularon que Misiones dejaría de recibir unos $3.000 millones por mes desde noviembre próximo”.
Ahora bien, la duda es qué pueden hacer las jurisdicciones para compensar al menos una parte de lo que dejarán de percibir. Safrán adelantó que desde la provincia están planteando que Nación coparticipe el llamado Impuesto al Cheque. “Lo dejaron de coparticipar en el consenso fiscal del 2017. Esa es una alternativa, la otra es coparticipar el impuesto PAIS”, apuntó. Para el ministro de Hacienda, ambas medidas son factibles.
Por su parte, Víctor Fayad, ministro de Hacienda de Mendoza, dijo a Infobae que estima que ya en octubre el gobierno provincial dejaría de percibir unos $4.500 millones. “Si anualizamos ese dato, nos encontramos con un costo fiscal de $54.000 millones -dato mayor al estimado por Iaraf- lo que equivale a casi un mes y medio del costo total de la masa salarial de los empleados del Estado, que asciende a $32.000 millones”, resaltó.
Para el funcionario mendocino, la suba del piso de Ganancias beneficiará a pocos contribuyentes de forma directa en Mendoza y tendrá un costo fiscal demasiado difícil de cubrir.
“En buena hora que baje la presión fiscal, pero si el impuesto que vas a tocar es el que menos gente alcanza, ese es un problema. Además, tiene un alto costo inflacionario, que afecta principalmente al sector de menos ingresos. En resumen, se le está sacando recursos al sector más pobre de la población, para dárselo al grupo de mayores ingresos”, opinó Fayad.
En buena hora que baje la presión fiscal, pero si el impuesto que vas a tocar es el que menos gente alcanza, ese es un problema (Fayad)
“Con el mismo costo fiscal se podría haber duplicado la AUH. Durante el gobierno de Macri se avanzó en una disminución del IVA en la Canasta Básica Total. Mendoza acompañó porque, a pesar de que el costo era importante, eso implicaba más fondos y más dinero para los contribuyentes mendocinos”, agregó.
El ministro de Hacienda de Mendoza explicó que la provincia intentará compensar parte de la baja de los recursos con una reducción de alícuotas provinciales más tímida de la planificada inicialmente. “Dentro del proyecto de Presupuesto consideramos seguir con la baja de alícuotas de Ingresos Brutos y otras bajas de impuestos, pero dada esta situación deberemos hacer una reducción menos agresiva”, cerró Víctor Fayad.
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