“Hay una nueva oposición, empieza otra campaña”. Un funcionario del equipo del ministro de Economía y candidato oficialista Sergio Massa todavía digería el trago amargo que las PASO representó para las aspiraciones de Unión por la Patria, que tuvo que ver cómo, al filo de la medianoche, todavía no lograba salir del tercer puesto al considerar los votos totales por coalición.
El control de daños político arrancó, así, mucho más temprano que el económico y financiero, que quedará cristalizado desde este lunes y mientras el mercado espera un impacto sobre los dólares paralelos, los bonos y las acciones, ante un escenario más disruptivo de lo esperado en la previa. Ese elemento asomaba, para el Palacio de Hacienda, como parte de la agenda más urgente.
Pasada la medianoche, entre los funcionarios del Ministerio de Economía todavía no había precisiones sobre si determinará medidas concretas para contener ese efecto que se aguarda en los mercados. Una cotización del tipo de cambio obtenida por la compraventa de criptomonedas saltó, durante la noche del domingo, más allá de los $660, y aunque se trata de un mercado muy reducido, podría marcar el camino de lo que suceda con otras cotizaciones como el contado con liquidación, el MEP o el libre este lunes.
“Seguir laburando”
Un funcionario aseguraba que antes de las elecciones Massa bajó como línea a sus funcionarios un mensaje claro: “el lunes habrá que seguir laburando”. Por eso ordenó que todas las áreas de su cartera eleven informes sobre qué medidas pueden delinear para los primeros días luego del 13A. El candidato y ministro de Economía no hizo referencia, durante su discurso pasada la medianoche, al día después financiero.
En la agenda inmediata habrá también un tema vertebral: la continuidad de la relación con el Fondo Monetario Internacional. La hoja de ruta corta prevé que en lo que resta de la quincena el organismo apruebe la última revisión técnica y envíe al Banco Central un desembolso de USD 7.500 millones.
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La fecha precisa no se conoce y los funcionarios del equipo económico la ubicaban más cerca de la semana del 21 de agosto. Para algunos analistas ese hecho debería tener lugar más acá en el tiempo “El Fondo debería dar rápido una señal sobre los USD 7.500 millones”, dijo Ricardo Delgado, de Analytica.
El FMI aseguró que espera una “secuencia” de medidas, discutidas en este último tramo con el Poder Ejecutivo, para avanzar sobre áreas que considera clave: lo fiscal y, el tema probablemente más espinoso, el aspecto cambiario.
El Fondo buscó discutir una corrección directa en el tipo de cambio, una medida que el Gobierno descartó en plena campaña. Como solución parcial y muy indirecta, el Ministerio de Economía decidió implementar un paquete de medidas que encarecieron el acceso a dólar oficial para algunas importaciones de bienes y servicios a través del impuesto PAIS, unificó el valor del dólar solidario con el dólar tarjeta y puso en marcha un dólar agro con un precio más alto para impulsar la exportación de algunos productos del agro para motorizar el ingreso al BCRA de unos USD 2.000 millones.
El FMI dio un guiño inicial a esas medidas, aunque también había dejado claro que hay otras medidas que espera por parte del Gobierno nacional.
Punto por punto, las medidas de Massa para el post 13A
Todavía sin la certeza que arrojaron las urnas este domingo por la noche, Massa había empezado a delinear, días antes de las PASO, una serie de medidas para dar un mensaje de actividad y que muestre que las elecciones de este domingo no representaron una parálisis de gestión dentro del Palacio de Hacienda.
En ese sentido, en las últimas horas desde el Ministerio de Economía dejaron trascender una serie de medidas para los próximos días. Una de ellas será la continuidad de la elaboración del Presupuesto 2024, que tendrá como particularidad que, como el año pasado, buscará llevar al Congreso la discusión sobre el gasto tributario, es decir los programas por los cuales el Estado deja de recaudar impuestos por beneficios tributarios, alícuotas diferenciales o planes de estímulo a distintos sectores.
El año pasado el debate no tuvo mayor eco en el parlamento. El argumento que volverá a blandir Massa ante la oposición es que una discusión sobre este aspecto podría redundar en un ajuste del déficit fiscal más veloz que lo que previsto en el proyecto de presupuesto.
Para tomar dimensión: si se eliminaran todos esos regímenes (algo que se descarta ya que incluye, por ejemplo, tasas reducidas de IVA para alimentos de primera necesidad) habría un superávit de hasta 2% del Producto, que dejaría a priori al desequilibrio de las cuentas públicas en una cifra más cercana a 0,9% del PBI, en línea con el programa con el Fondo Monetario.
Gasto tributario
Un documento de Economía recuerda que el “gasto tributario” abarca el conjunto de reducciones impositivas que disminuyen las obligaciones tributarias de ciertos contribuyentes, “usualmente grupos empresarios y grandes firmas, lo que provoca una merma en los recursos tributarios públicos”. Reducir ese “gasto”, explica, “permitiría robustecer los recursos del sector público, contar con mayor financiamiento para el desarrollo de políticas públicas prioritarias y alcanzar el déficit primario cero en la Ley de Presupuesto 2024 de la República Argentina”.
La “separata” que fue adjuntada al Presupuesto 2023 hizo referencia a unos 2,5 puntos del PBI (3,6 billones de pesos con la nominalidad proyectada en ese proyecto de ley). Pero además hay otros componentes que no están incluidos en el apartado de gasto tributario, por otros 2,4 puntos del Producto.
En el primer grupo, lo más relevante en términos de costo para el fisco son los gastos tributarios en términos impositivos (1,81% del PBI y una parte menor, de 0,68%, para los regímenes de promoción económica). Del primer subgrupo están las alícuotas reducidas de IVA (0,65% del PBI), como las que tienen las carnes, frutas, legumbres y hortalizas frescas, los productos de panadería, la medicina prepaga y la construcción de viviendas. Y entre las exenciones, están las obras sociales (0,21% del PBI) y servicios educativos (0,11% del PBI).
Por otra parte, Economía anunciará un impulso para que las empresas financien con dólares propios las importaciones para evitar el uso de los escasos dólares del Banco Central, algo que los eximirá del pago del componente impositivo que acompaña al acceso a divisas a precio oficial.
Otro aspecto relevante, dada la flaqueza de las arcas internacionales del BCRA, es que el Palacio de Hacienda oficializará créditos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por un total de más de USD 1.300 millones, de los cuales USD 1.050 corresponden al Banco Mundial y USD 260 millones al BID.
Justos y renovados
Otra parte de la agenda estará dominada por la inflación. En ese plano, desde la Secretaría de Comercio anticiparon que habrá desde esta semana una nueva rediscusión con las empresas de consumo masivo sobre la próxima etapa de Precios Justos, el programa que pone un tope a los aumentos mensuales de una canasta de productos alimenticios, de limpieza e higiene.
La nueva ronda de negociaciones estará enmarcada, por un lado, en un ritmo de inflación que superó con holgura los porcentajes permitidos de remarcación de precios en las góndolas de los supermercados, con un dólar más alto y, como última novedad, con la implementación de un impuesto para el acceso a divisas para empresas que fabrican algunos insumos básicos.
En las empresas reiteraron en los últimos días que eso tendrá un impacto directo en los precios, aunque en Economía lo descartan. Habrá en ese punto un espacio para la discusión: según un estudio hecho por los técnicos de la Secretaría de Comercio, los aumentos de alícuotas y adelantos impositivos que dispuso el gobierno habrían aumentado entre 0,1 y 4,3% los costos de esas empresas.
Según dejó trascender el Palacio de Hacienda, la zanahoria para las empresas será la oferta de “mejorar sustancialmente” el costo de financiamiento de las importaciones y el palo un estudio de la estructura de costos de 36 empresa de consumo masivo que representan el 72% del consumo nacional de alimentos y bebidas, cuidado personal y limpieza del hogar.
Otro elemento promete un ida y vuelta entre las firmas que desfiles por Comercio y los funcionarios. Según estimó la Secretaría de Política Económica, a cargo de Gabriel Rubinstein, en este contexto, de las empresas aumentaron su tasa bruta de margen por encima del 45 por ciento. En un zoom más amplio se ve, de acuerdo al mismo estudio, que a principios del gobierno de Alberto Fernández ese margen estaba por debajo del 30 por ciento.
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