El economista Alberto Ades puede ser considerado uno de los “decanos” entre los expertos argentinos de Wall Street. De 58 años, este economista con un doctorado en Harvard que fue analista jefe en los bancos Goldman Sachs, Citibank y Bank of America, brindó en conversación con Infobae su perspectiva sobre la compleja coyuntura de la economía argentina, las perspectivas financieras de cara a las elecciones y su opinión sobre la dolarización.
A la distancia, ha observado y participado en la compleja relación entre Wall Street y la Argentina en las últimas tres décadas. Además, el director ejecutivo del fondo NWI Management LP, se refirió a la suba de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos, a los efectos económicos del conflicto entre Washington, Beijing y Moscú y, también, a la influencia de la inteligencia artificial sobre la industria financiera.
Las razones del buen resultado de Milei en las PASO
— Hay un factor que definitivamente tiene que ver con el fracaso de los últimos gobiernos, que es la alta inflación, la falta de creación de empleo privado formal, con beneficios, la volatilidad; todo eso genera obviamente un voto rechazo a los partidos tradicionales y ahí entra Milei.
Hay dos factores más creo que son interesantes en su caso. El primero es que el que se termina metiendo entre los partidos tradicionales es un candidato libertario, no de izquierda o un candidato tradicionalmente populista de izquierda, sino que es un candidato que habla de liberalismo, habla de un Estado más chico, etcétera. Por lo menos al principio hablaba de eso.
Muy claramente ahora se ha moderado recientemente y eso es interesante porque anecdóticamente lo que uno escucha de alguno de los votantes de Milei es que están cansados de ser usados y abusados por un método de manejo del dinero público que es clientelar y del cual ellos se sienten víctimas y rehenes. Y en ese sentido es muy interesante lo de él.
“Milei sorprende porque en Argentina los partidos tradicionales han logrado mantenerse en control de la situación política”
Además, hay que tener en cuenta es que no es un fenómeno exclusivamente argentino, hay un rechazo global de las soluciones tradicionales y de los partidos tradicionales y de lo que uno podría llamar el establishment político. Pasa en países que han tenido buena performance económica o mala performance económica. Es bastante generalizado y lo mismo está pasando en Argentina. Sorprende porque en Argentina los partidos tradicionales han logrado mantenerse en control de la situación política y esto es un cambio muy importante. Nunca pasó una cosa así antes, desde 1983.
Semejanzas entre Milei, Jair Bolsonaro y Donald Trump
— En alguna medida sí, por lo que veníamos hablando, el rechazo a las soluciones tradicionales, a los expertos, una forma de comunicarse con el público más directa. Milei tiene tres cosas que son parecidas a Trump y una cosa que es muy distinta. Las cosas que son parecidas es que Milei fue muy efectivo en identificar qué es lo que duele, dónde está la llaga y enfocarse en la llaga, que es el fracaso económico, el abuso, el clientelismo, la mejor situación percibida al menos de la casta, lo que él llama la casta política, es el establishment, lo que Trump llamaba el swamp.
Segundo, muy también en común con Trump, el uso de un lenguaje directo, simple, fácil de entender.
Y punto número tres, la capacidad que él tiene de argumentar y defenderse y atribuir cualquier crítica a sus propuestas a la reacción natural de la casta o del establishment y ese tipo de cosas.
Lo que creo que es distinto en el caso de Trump es que Trump entra a través del Partido Republicano, o sea, si bien fue rechazado inicialmente por el Partido Republicano, toda su agenda la impulsa a través del Partido Republicano con mayorías en la cámara de Representantes y en el Senado. Eso es muy distinto de la situación o va a ser muy distinto de la situación que va a tener Javier Milei en el caso de que gane.
Una segunda diferencia con Trump es que él ha sido un actor político por varias décadas, o sea, él no es que apareció en 2016 o en 2015, él en los ochentas, en los noventas, era una figura que tenía posiciones políticas, criticaba la política comercial y exterior de Estados Unidos, fue un crítico de China durante mucho tiempo. Entonces en ese sentido hay una diferencia, es un personaje conocido con una larga participación en la política.
Las opiniones en el mercado sobre la dolarización
— “No genera ningún entusiasmo, genera escepticismo. Y esto por dos motivos. En primer lugar, desde el punto de vista teórico, si querés, el consenso se ha movido claramente en los últimos 20-25 años cuando el tema de la dolarización se discutió en Argentina. Se ha volcado decisivamente en favor de tipos de cambios flexibles con inflation targeting. Eso es lo que hacen la gran mayoría de los países del mundo con bancos centrales independientes. Funciona, o por lo menos la percepción es que funciona, y la discusión de alguna manera está zanjada.
“La dolarización no genera ningún entusiasmo, genera escepticismo”
Número dos: a fin de los noventa existía toda la hipótesis esta del fear of floating. O sea, que los bancos centrales tenían tipos de cambio flexibles, digamos, en teoría, pero no dejaban flotar los tipos de cambio. Eso ha cambiado mucho. Hemos tenido mucha volatilidad en los tipos de cambio y los tipos de cambio han funcionado como colchones, digamos, amortiguadores contra los shocks.
Y número tres. Muy importante. No te olvides que a fin de los noventa todavía estaba en discusión el tema del ALCA, el Área de Libre Comercio para las Américas, con mayor integración y libre comercio.
Entonces, uno podía hacer en ese momento un argumento de que dolarizar podía tener beneficios porque los ciclos, de alguna manera, se iban a coordinar más a través del comercio y existía también, o existió en su momento, una discusión sobre la posibilidad de que Estados Unidos compartiera el señoraje. Eso no resultó en nada positivo, pero por lo menos la discusión existía. Hoy no tiene ningún lugar esa discusión. Desde el punto de vista teórico, si querés, el consenso de los policy makers y de los académicos se ha volcado decisivamente en favor de un tipo de cambio flexible con inflation targeting.
El otro motivo por el cual no genera entusiasmo es porque no se lo ve factible en Argentina. O sea, no están los dólares concretos para recomprar los pasivos monetarios. Hay discusiones sobre cómo se podría implementar con alguna ingeniería financiera, pero eso genera muchísimo escepticismo. Así que yo diría que los inversores favorecen o un tipo de cambio flexible con metas de inflación, o a lo sumo un régimen bimonetario parecido al de Uruguay y Perú, pero definitivamente no la dolarización.
El impacto de la transición política en la economía:
— La transición hasta octubre es complicadísima, por dos motivos. El primero es que la situación económica y financiera es muy complicada, con un Banco Central que no tiene dólares, un gobierno desesperado por no perder vergonzosamente y por lo tanto dispuesto a rifar la estabilidad fiscal y monetaria con planes de gasto impagables, y eso va a terminar yendo al dólar; estamos viendo la presión al alza del dólar. Desde el punto de vista económico y financiero, la situación es muy complicada, con un gobierno sin un compromiso de estabilizar, porque obviamente el ministro de Economía, que es el que debería hacerlo, es el candidato a presidente.
En segundo lugar, al ser la elección tan pareja, o sea si uno hubiera visto unas PASO donde uno de los candidatos se distancia significativamente del resto y el gobierno se da por perdido, bueno, por lo menos parte, de los candidatos se tranquilizaría y se concentraría en propuestas, en una campaña relativamente normal. Esta, da la impresión, que va a ser una campaña bastante anormal, con los tres candidatos dispuestos a tomar riesgos, porque cualquiera de los tres se puede quedar fuera del balotaje. O sea, hay un empate entre los tres, cualquiera se puede quedar fuera del balotaje y eso quiere decir que los tres van a tomar riesgo para asegurarse la entrada en el balotaje, por lo cual va a tornar esta campaña una campaña muy volátil, muy inusual y muy difícil.
El impacto del desembolso del FMI en la coyuntura
— “El desembolso del Fondo Monetario no le asegura para nada llegar en forma tranquila, ni cambiaria, ni inflacionaria, por lo que mencionaba recién. No hay resto en ese desembolso, o sea, va a repagar los préstamos puente que recibió Argentina, que recibió el gobierno en las últimas semanas y el resto queda salvaguardado.
Si vos lees el Staff Report, dice que ese desembolso adicional queda salvaguardado para que Argentina pueda pagar los compromisos que tiene en septiembre y octubre. O sea, ahí no hay ningún resto y, por lo tanto, el desembolso del Fondo no contribuye en lo más mínimo. Lo único en lo que contribuye es que Argentina no entró en atrasos, pero no hay un colchón, no hay resto, no hay realmente dinero adicional para intervenir en el mercado cambiario ni nada que se le parezca.
El FMI, crítica con desembolso
— “La verdad que el Fondo tenía una situación muy complicada. Se enfrenta a un gobierno que no cumplió con los compromisos y con la convicción, creo, de que no va a cumplir ninguno de los compromisos que suscribió. Yo creo que el Fondo no se engaña, sabe que este gobierno no va a cumplir nada de lo que prometió, ni en el terreno fiscal, ni en el terreno cambiario, ni en el terreno monetario, no va a cumplir nada.
La alternativa era dejar que Argentina entrara en default y creo que lo que el Fondo tomó un camino intermedio porque la realidad es que no podía forzar a que Argentina hiciera ajuste fiscal y monetario. ¿Cómo lo va a forzar? El riesgo que corría el Fondo es que le dijera tenés que hacer A, o sino no te desembolso, que Argentina no hiciera A, el fondo no le desembolsara, Argentina entrara en atrasos, la situación financiera se complicara aún más y el gobierno culpara al Fondo de la situación financiera.
“El Fondo tomó un camino intermedio porque la realidad es que no podía forzar a que Argentina hiciera ajuste fiscal y monetario”
De modo tal que FMI prefirió decir es ‘yo no estoy de acuerdo con lo que estás haciendo, me parece que está mal, me parece que has incumplido, que no cumpliste con ninguno de tus compromisos, me parece que esto va mal y va a haber que cambiar todo a partir de noviembre, diciembre, pero no me eches la culpa, acá tenés por menos para que me repagues y no entres en atrasos. El resto, si te querés pegar contra la pared, pegate contra la pared, pero no es culpa mía’. Es un camino intermedio donde no había ninguna solución fácil.
Escenario de reestructuración inevitable de la deuda
— “No, me parece que una reestructuración a partir de 2024 no es inevitable; no es imposible tampoco; va a depender obviamente de cuál es el mix de políticas que se implemente a partir de diciembre, pero con un vuelco hacia una política que sea más amistosa al mercado y con ajuste fiscal, ajuste monetario, todo lo que hay que hacer digamos para bajar la inflación y estabilizar la situación financiera, no creo que sea necesaria o inevitable una reestructuración.
Creo que aparte sería bastante dañina una reestructuración porque como sabemos no se hace en tres meses, lleva tiempo, desvía la atención y lo último que necesita un gobierno entrante es perder el tiempo negociando con bonistas en vez de resolver los problemas fundamentales que tiene la Argentina en el tema fiscal y otros temas.
Interés en los activos argentinos:
— “La victoria de Milei generó temores afuera, por el tema de la gobernabilidad. ¿Cómo hará Javier Milei para impulsar su agenda? ¿Cómo va a reaccionar la oposición? Es bastante probable que no tenga ni siquiera mayorías para bloquear un proceso de juicio político, si quisieran impulsarlo, desde la oposición a Milei. O sea, todo eso generó preocupación que sugiere que si el kirchnerismo podrá terminar debilitado, pero puede resucitar. Ya han encontrado formas de resucitar otras veces.
En cuanto al desempeño de los activos argentinos, hay que tener mucho cuidado. O sea, es muy selectivo, eso sí. Ha habido un aumento de algunas acciones en las últimas semanas, pero también tuvimos aumento de bonos antes y después los bonos cayeron. O sea, hay volatilidad, hay factores globales que influyen también sobre la performance de los activos argentinos. Sí hay determinados sectores donde los inversores están más optimistas, en particular, todo lo que tenga que ver con energía, por ejemplo.
Espacio para las reformas para el próximo gobierno:
— ”Va a depender mucho de cuál es el resultado de la primera vuelta. Hasta hace seis meses la idea era que Juntos por el Cambio ganaba. Había inclusive analistas políticos que te decían que veían buenas chances, una semana antes de las PASO, que ganara en primera vuelta, en cuyo caso podría llegar a tener mayorías en la Cámara de Diputados y estar relativamente cerca de una mayoría, muy cerca de una mayoría en el Senado. Eso podría facilitar la implementación de reformas. Hoy no da esa impresión, todavía falta más de casi dos meses para las elecciones.
Creo que la demanda de reformas va a estar, creo que la sociedad quiere las reformas, un poco distinta de la situación de 2015, donde no estaba esa situación, o sea, en 2015 había una demanda de reforma institucional, si se quiere, pero no de cambio de régimen económico. Porque no había una percepción de crisis de la misma magnitud que la que hay hoy, pero obviamente va a depender del resultado electoral. Sí veo mucha vocación por el lado de Juntos por el Cambio, en particular de la gente que está con Patricia Bullrich, de impulsar esas reformas, y obviamente también del lado de Milei.
El panorama del resto de la región:
— ”La verdad que es difícil encontrar historias positivas, dejando de lado por ahí Uruguay o Paraguay, países chicos, o factores que tienen que ver relativamente poco con las políticas impulsadas con situaciones estructurales como es el caso de México. México claramente se beneficia del conflicto de Estados Unidos con China y de esta demanda que existe hoy en varias economías de privilegiar la resiliencia de las cadenas productivas por sobre el costo. México, estando tan cerca de Estados Unidos, claramente es un beneficiario de ese cambio de política de los Estados Unidos. Pero al margen de eso, es difícil encontrar historias positivas.
La Reserva Federal y la suba de tasas
— “Mi impresión es que prácticamente ha terminado de subir tasas, los números de actividad no vienen mal en el sentido de que no hay evidencia del comienzo de una recesión inminente en Estados Unidos. Parece que la economía está creciendo más o menos a un ritmo cercano a la tendencia, o sea al crecimiento potencial, por ahí poquito por debajo. Además, la inflación ha mejorado claramente y el mercado hoy lo que descuenta es una probabilidad de 50% de que haya una suba adicional de tasas.
Yo creo que eso es más o menos razonable, tal vez haya una suba más o dos en caso de que por algún motivo la inflación vuelva a acelerarse. Hemos tenido un aumento en el precio de la energía y de la gasolina que por ahí puede llegar a tener algún impacto. Pero creo que la Reserva Federal está muy cerca del final del ciclo, así que yo no creo que eso sea un factor determinante en términos de flujos de capital a la región.
La dinámica del conflicto entre China y EE.UU.
— ”Está el conflicto entre Estados Unidos y China y entre Estados Unidos y Rusia. Si uno lo piensa, China para Estados Unidos fue una fuente de mano de obra barata y un mercado enorme. Rusia fue para Estados Unidos y para Europa ha sido una fuente de energía y materias primas en general. Y esa situación de conflicto no va a cambiar en el corto plazo. Estados Unidos va a mantener una situación conflictiva con China porque esa es una posición que sostienen los dos partidos políticos. Y la situación con Rusia no va a cambiar inmediatamente, eso va a llevar un tiempo. Y es muy probable que Europa se mantenga muy escéptica sobre la posibilidad de volver a depender de la energía y del gas en general y de la energía en general de Rusia.
“Veo una oportunidad enorme para Latinoamérica desde el punto de vista geopolítico”
Todo esto genera una oportunidad enorme para Latinoamérica desde el punto de vista geopolítico. Hay una ventana enorme para que los líderes de la región la aprovechen en su conjunto y se asocien mucho más de cerca con Estados Unidos y con Europa para aprovechar para las próximas décadas.
El efecto de la inteligencia artificial sobre el sistema financiero
— ”Es un poco temprano todavía, no nos olvidemos que estamos en septiembre, el tema de ChatGPT empezó en octubre o noviembre del año pasado, pero ya se empiezan a ver algunos cambios con ofertas de portafolios manejado por inteligencia artificial, Research, o sea investigación hecha con inteligencia artificial.
Nosotros mismos en el fondo estamos usando ChatGPT regularmente para analizar los riesgos al portafolio que tenemos y yo imagino que se va a usar también para Risk Management. Creo que va a haber un cambio muy importante en la industria, sobre todo impactando en tareas repetitivas que son fáciles de alguna manera automatizar o mecanizar”.
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