Miles de extranjeros cruzan la frontera argentina todas las semanas para hacer sus compras en el país, favorecidos por el tipo de cambio y las políticas de precios regulados. Las aduanas colapsan y las góndolas de muchos supermercados quedan temporalmente desabastecidas a diario, pero el movimiento generado por los turistas internacionales está impulsando a la economía de las provincias que limitan con Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay.
En el caso de los chileno que cruzan los fines de semana en “tour de compras” y de disfrute a Mendoza, la estadía probablemente se prolongue uno o más días a raíz del cierre, a las 15 horas de hoy, del Paso del Cristo Redentor, debido a la inminencia de tormentas de nieve.
Se calcula que miles de turistas quedaron varados, porque ya una hora antes muchos vehículos habían sido detenidos en el Paso de Uspallata, desde el que en promedio queda una hora de recorrido hasta el Cristo Redentor.
Será un extra para el sector hotelero y gastronómico mendocino, que cada fin de semana, en particular los viernes y sábados, debe atender la fuerte demanda de ciudadanos y familias chilenas a quienes los precios argentinos les parecen regalados. De hecho, este domingo por la tarde se veían en la capital provincial muchos vehículos con patente chilena, que deberán esperar para poder volver al país trasandino.
En rigor, el atractivo para ciudadanos de países vecinos de los precios en pesos de la Argentina no se limita a Mendoza, aunque se siente con mucha fuerza en la capital de la provincia cuyana. “Para los chilenos, por ejemplo, los precios de varios productos en Argentina representan la cuarta parte de los valores vigentes en su país”, calculó un estudio que comparó precios de distintos productos locales con los de países vecinos.
El informe, elaborado por Jorge Day, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea, entre enero-marzo de 2021 e igual período de 2023, las ventas de combustibles se incrementaron un 9% en el promedio país, pero lo hicieron un 35% en Formosa, un 29% en Misiones, un 24% en Corrientes y un 22% en Entre Ríos.
“También ha habido mayor recaudación en el impuesto a los Ingresos Brutos en provincias de frontera”, señaló Day. “La variación en términos reales de la recaudación de Ingresos Brutos de una provincia como Buenos Aires fue de sólo el 3% entre enero-abril de 2021 e igual período de 2023, mientras que ese guarismo fue de nada menos que el 28% en Jujuy, el 12% en Formosa, el 10% en Chaco y el 9% en Salta y Mendoza”, apuntó.
Así mismo, el especialista citó un informe de Nielsen sobre las ventas de productos de consumo masivo (netas de inflación), donde se dio cuenta de un incremento de 4,6% para el promedio del país, pero con un ritmo muy superior en localidades limítrofes, caso de Clorinda con un 33%; Iguazú el 120%; un 16% para Posadas y 27% en Gualeguaychú.
Qué se compra y qué pasa con el stock
Desde el Ieral destacaron que la oleada de compradores de países limítrofes cruzando la frontera llegó en el último período a lugares como Mendoza, que se encuentra a varias horas de viaje de las ciudades chilenas más cercanas.
“Los ‘tours de compra’ no apuntan a bienes del llamado ’consumo durable’, sino a productos de consumo masivo. Los comercios de frontera se benefician con mayores ventas, pero ¿qué ocurre con el abastecimiento y los precios de esos bienes sobre los que se concentra la demanda potenciada?”, se preguntó Day.
Para responder a esta pregunta, el economista analizó varios aspectos del fenómeno de compras. Por un lado, destacó que la llegada masiva de extranjeros ya no se limita a ciudades limítrofes con población relativamente pequeña. “Ahora, se incorporan urbes más pobladas. Esta es una señal de que, mirada con ojos extranjeros, nuestro país está cada vez más barato”, sostuvo el experto.
“Para los chilenos, por ejemplo, los precios de varios productos en Argentina representan la cuarta parte de los valores vigentes en su país”, remarcó.
El economista del Ieral observó que los extranjeros que actualmente visitan Argentina compran muchos productos de consumo masivo (alimentos no perecederos, productos de limpieza y de higiene personal, entre otros).
“En ciudades limítrofes, no son compras por única vez, sino que nos visitan en forma frecuente. Es un turismo de ahorro, en el cual las compras son el principal objetivo del viaje. En muchos casos, los visitantes consiguen esos productos a un tercio del precio que deberían pagar en sus países de origen”, insistió.
Desde la mirada del consumidor, explicó Day, surge la inquietud de si estas compras causan desabastecimiento e inflación. “En varias de estas ciudades, los bienes que se venden no se producen localmente, sino en otra provincia o en otro país. Si tuviéramos una economía normal, ante un boom en la llegada de visitantes extranjeros, los comercios locales previamente se aprovisionarían de más mercadería, para luego venderla a los turistas. Habría mayores ventas, sin necesidad de aumentos en precios”, comentó.
“En nuestra realidad, si el número de visitantes y el nivel de compras pasan a ser más altos, de modo que no haya capacidad suficiente para producir esos bienes (por ahora, no estaríamos en ese nivel), podría haber aumentos de precios, sobre todo en el caso de bienes que se importan, y más si el nivel de restricciones se incrementa por falta de dólares en el Banco Central”, advirtió.
Respecto al desabastecimiento, el economista señaló que cada tanto aparece alguna noticia de preocupación, pero aseguró que por ahora sólo ha habido casos aislados, de carácter temporal. “Se explica más por el ritmo de reposición de los productos”, apuntó.
Por qué Argentina es tan barata
Como se mencionó anteriormente, las compras masivas explicitan que Argentina está muy barata para los extranjeros. “Eso es señal de que el dólar relevante para estos extranjeros (el blue) está muy alto”, indicó Jorge Day.
Para el economista, esta situación es razonable, tanto por una mayor demanda de dólares -debido al temor a una mayor inflación y a la incertidumbre económica en el país-, como por una menor oferta de divisas. El cepo desalienta una mayor entrada de divisas al país”, aseguró.
“Para encontrar valores semejantes a los del dólar “blue” (490 pesos) hay que remontarse a períodos de crisis muy severas del pasado, de la década de los 80, o de mediados de los 70. Como referencia, durante los años del cepo ‘original’, entre 2012 y 2015, la cotización en el mercado paralelo fluctuó en torno a los 300 pesos, a precios de hoy”, completó el economista del Ieral.
Claro que el valor del blue no es el único factor que incide en la venta de precios para los extranjeros. Day identificó otros tres disparadores que motivan la llegada masiva de extranjeros a las ciudades limítrofes. Uno de ellos es el programa “Precios Justos”, que ofrece productos más baratos que el promedio del mercado, “si se los encuentra en la góndola”.
“Otro factor es que algunos productos de consumo masivo son importados al dólar oficial, que está artificialmente bajo. Tercero, los combustibles tienen precios regulados, muy por debajo de los precios en otros países. Esos tres factores se traducen en precios ‘artificialmente’ bajos, que pueden ser adquiridos por los turistas extranjeros. Son tres maneras de subsidiarlos, en un país con problemas económicos”, cerró el economista del Ieral.
Góndolas vacías
En un recorrido realizado por Infobae por un supermercado céntrico de Mendoza, se pudo comprobar que el ritmo de reposición no es lo suficientemente rápido como para reabastecer las góndolas preferidas por los turistas chilenos. El sábado por la noche, no se veía quiebre de stock (había mercadería para reponer) pero sí góndolas vacías sin productos para los consumidores habituales.
Los faltantes se hicieron evidentes en los rubros de perfumería, limpieza, alimentos de mascotas y bebidas, entre otros. Miguel Sevilla, turista chileno que viajó con su familia, reconoció que solo vino a comprar y aseguró que, aún incluyendo los gastos del viaje, la diferencia de precios le permite ahorrar mucho dinero. “No he sacado los números finos, pero vinimos a hacer las compras del mes y en el ticket de supermercado estamos gastando un tercio de lo que gastamos allá, sin exagerar”, comentó.
“No todo nos conviene, pero hay productos como desodorantes, jabón para la ropa y alimento de perro, que tienen diferencias enormes”, aseguró.
También compartió su experiencia Silvana Delía, oriunda de Santiago de Chile. “Venimos todas las semanas con mi marido. Compramos mercadería para nuestro consumo, pero también para revender. Aprovechamos los tours de compras para viajar con un costo mínimo y todo lo demás es ganancia”, remarcó.
De todas formas, los propios turistas chilenos admitieron estar “algo molestos” por los faltantes en las góndolas. “Hay que venir más temprano. Lo más barato se lo llevaron todo”, protestó Miguel.
Por ahora los productos no faltaban, pero en la noche del sábado los repositores del supermercado no daban abasto e incluso a minutos del cierre seguían trabajando para tratar de cubrir los enormes huecos que quedaban en las góndolas. Con la estadía forzada de miles de chilenos debido a la nieve, a partir del lunes el abastecimiento será puesto a una prueba más exigente.
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