Roma logró una clasificación histórica después de igualar sin goles frente al Bayer Leverkusen en Alemania y aprovechó la escasa ventaja por 1-0 lograda en el Estadio Olímpico una semana atrás. Luego de ser campeón de la Conference League en la pasada temporada, los de José Mourinho llegaron a su segunda final en la Europa League y buscarán su primer trofeo en esta competición frente a Sevilla. Sin embargo, esta alegría tuvo un lunar por la ausencia de Paulo Dybala.
El cordobés fue suplente durante los 90 minutos, a pesar de haber ingresado 13 minutos en el encuentro de ida por las semifinales, aunque no está en su plenitud física después de haberse lesionado el 13 de abril pasado por el primer duelo de los cuartos de final ante Feyenoord. Esta baja no es menor para Mou, quien ha recuperado su mejor versión después de su salida de la Juventus. “Paulo está haciendo tantos sacrificios para estar a disposición. Obviamente, si hoy no estábamos con ventaja, seguramente Paulo hubiera jugado y se sacrificaría una vez más. En este partido no ha sido necesario que juegue. Y está perfecto”, declaró su entrenador en diálogo con ESPN.
A continuación, se refirió a la imperiosa necesidad de recuperarlo para el encuentro decisivo ante los Sevillistas en el Puskás Aréna de Budapest, Hungría: “Ahora, tenemos dos semanas para preparar la final y veremos cómo podemos manejar a Paulo porque para nosotros es un jugador fundamental”. Con 16 goles y 8 asistencias en 36 partidos, Dybala es una pieza clave dentro de un equipo que baila a su compás. Y así lo demostró desde su llegada, donde levantó su nivel y se afianzó en la nómina de la selección argentina que, más tarde, lograría el campeonato del mundo.
* El resumen de la clasificación de Roma a la final de la Europa League
Debido a esto, Mourinho fue consultado por una vieja frase de su autoría lanzada el 30 de agosto pasado, un día especial para su niño mimado: marcó un doblete en su estreno goleador con la Loba, fue la gran figura en el triunfo por 3-0 ante Monza en la Serie A y se llevó una ovación en el Olímpico. En ese contexto, Mourinho le había mandado un mensaje directo a Lionel Scaloni: “Quizás nos debe una botella de vino para festejar que le recuperamos un jugador de élite de cara a Qatar”. Ante la consulta por su antigua afirmación sobre si le dieron el obsequio, se le dibujó una sonrisa y respondió con hidalguía en un mensaje dedicado a todo el cuerpo técnico Albiceleste: “No, Scaloni debe estar todavía celebrando y se lo merece. Él, Walter Samuel y (Pablo) Aimar… Estoy muy contento por todos ellos”.
Lejos de los ánimos estridentes que supo tener, José Mourinho atraviesa un momento muy distinto a lo que fueron sus pasos por Real Madrid y Manchester United, por citar algunos equipos. Pero el DT campeón de Europa con Porto no se relaja en lo conseguido, ya que buscará recuperar a su emblema para la recta final del Calcio, donde marcha en la sexta posición con 59 puntos, a 6 de Lazio, último equipo que clasifica a la Champions, a falta de 9 unidades por jugar. De no obtener el boleto, deberá salir campeón el 31 de mayo próximo para clasificar directamente a la Liga de Campeones.
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