El Banco Central (BCRA) decidió una baja del 60% al 48% en la tasa de interés que cobra por prestarle a los bancos. El movimiento abarata una de las canillas de emisión monetaria para asegurar liquidez, en medio del intento por recomprar los puts y migrar los pasivo remunerados al Tesoro.
La intención del BCRA es que mostrar a las entidades bancarias que en caso de necesitarlo pueden acceder a pesos a un costo más barato para cubrir sus necesidades. Es que antes podían no renovar sus pases pasivos a un día (deuda que tiene el BCRA con los bancos) o ejecutar los seguros de liquidez sobre los bonos en moneda local, grifos que el la autoridad monetaria busca cortar.
Al respecto, el economista Gabriel Caamaño explicó: “Es complementario a la recompra de puts que comenzó este jueves y termina hoy. Lo que hicieron es cerrar una canilla contingente de emisión y abaratar otra que siempre estuvo abierta”.
“El BCRA hoy dispuso la baja de la tasa de Pases Activos del 60% hacia el 48%. Esto se da en un contexto donde los puts a desarmar generan mayor iliquidez de los títulos subyacentes, y por ende BCRA fija una tasa más barata (+800 bps que la tasa pasiva), para facilitar operaciones REPO”, explicó la consultora Romano Group.
Lo primero a definir, y que está en juego en estos días, son los instrumentos que va a utilizar el BCRA para conducir su política monetaria. En lugar de las ya desaparecidas Leliq y los actuales pases pasivos con los que el BCRA saca pesos de circulación, el peso en el manejo de la liquidez que circula en la economía va a recaer sobre las nuevas Letras Fiscales de Liquidez (LeFi), con la diferencia que son emitidas por el Tesoro nacional y no por la autoridad monetaria.
Por otro lado, el BCRA avanza en la eliminación de los puts, la última canilla de emisión monetaria latente que quedaba todavía sin cerrar tras el anuncio de que se congelará la base monetaria. A través de la Comunicación B 1284, la autoridad monetaria convocó a los bancos a presentar entre martes y jueves mañana sus ofertas para rescindir los puts, aquellos contratos que aseguraban la liquidez a las entidades financieras.
En términos sencillos, el BCRA les devolverá a los bancos el costo del seguro abonado en el momento de la emisión del bono subyacente por el proporcional del plazo remanente, por un valor total que fuentes oficiales calcularon en $300.000 millones, ajustados por CER tal como exigieron las entidades. “Es una cifra irrelevante con respecto a las $17 billones que implicaría la ejecución de los puts”, aseguraron en el Central.
los bancos deberán rescindir todos los puts en su tenencia por lo que no podrán elegir qué contratos devolver y cuáles no. “Será condición para la rescisión de las opciones de liquidez diferidas (aquellas que solo se pueden ejercer el último mes antes del vencimiento del subyacente), rescindir en forma simultánea la totalidad de las opciones de liquidez no diferidas que posea dicha entidad”, quedó definido.
De no mediar inconvenientes, la operatoria permitirá cerrar la semana con el problema de los puts resueltos con lo cual ya prácticamente no quedarían escollos para levantar el cepo cambiario más allá de reducir la brecha y que, tal como dijo el presidente Javier Milei, la tasa de inflación converja con el ritmo devaluatorio “en torno a 0%”. A ese último objetivo apuntaría el nuevo esquema de intervención en el mercado del dólar financiero, aun cuando no queda claro cuáles serán tiempo para alcanzar el objetivo final y, a la vez, cómo se despejará la desconfianza que genera no sólo la falta de acumulación de reservas sino la mucho menor vocación de acuñarlas.
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