En los primeros 130 días de presidencia de Javier Milei se observó un fuerte ajuste para equilibrar las cuentas públicas y evitar el riesgo de una de una escalada inflacionaria. En este plazo de tiempo ha intentado poner en marcha programas, planes, reformas e ideas con el apoyo de no solamente de quiénes lo votaron sino también de las que no lo votaron.
El nobel de Economía Milton Friedman decía: “La mayor parte de la energía del trabajo en política se dedica a corregir los efectos de la mala gestión del gobierno”. Veamos que ocurrió en los primeros 130 del nuevo gobierno.
El presidente Milei se focalizó en la reducción del gasto público, donde el resultado financiero pasó de un déficit de $2,4 billones a un superávit primario de $0,4 billones en febrero, que en términos de PBI significó pasar de un desequilibrio negativo de 0,9% a excedente de 0,08% del producto.
Las Reservas Internaciones del BCRA (saldos a fin de mes) en millones de dólares aumentaron 26% y el tipo de cambio oficial recortó la brecha con el libre en casi 134 puntos porcentuales; reflejando el fortalecimiento en el peso.
Financieramente, el Índice Merval se incrementó 47,6%, lo cual refleja una reacción inicialmente positiva del mercado de valores, aunque esto debe ser interpretado con cautela, dada la volatilidad inherente a estos mercados y la influencia de la tasa de inflación en los precios de las acciones.
La cotización del dólar futuro disminuyo 20,6%, alejando la expectativa de una depreciación del peso. Acompañó la disminución de la tasa de interés de política monetaria, nominal anual y efectiva anual, que repercute en el rendimiento de los plazos fijos a los cuales los pequeños ahorristas están acostumbrados.
Los bonos con legislación nacional en dólares (Bonares) presentaron un buen desempeño, destacándose el GD29D con un aumento del 57 por ciento
Los pasivos remunerados del BCRA (títulos que tienen los bancos como respaldo en los depósitos en pesos, operaciones de Pase) aumentaron 27,2% en valores nominales mientras que en valores reales disminuyeron 6,8%; y la base monetaria nominalmente subió 13,6% pero en términos reales cayó 16,6 por ciento.
Los bonos con legislación nacional en dólares (Bonares) presentaron un buen desempeño, destacándose el GD29D con un aumento del 57 por ciento.
La economía real
En el caso de las variables microeconómicas, la remuneración de los asalariados registrados del sector privado en dólares aumentó 40,1%, en tanto el consumo masivo y las ventas minoristas sufrieron una fuerte contracción interanual por la mayor proporción del ingreso que ahora se debe destinar al pago de servicios públicos. El índice de producción pyme comenzó con baja de 29% y ya en febrero había desacelerado a una baja de 9,9%; y el uso de la capacidad industrial sufrió una disminución de 2,2 puntos porcentuales.
Tomando como ejemplo para una pyme que quería sacar un crédito para la compra de una maquinaria de uso agrícola en diciembre del 2023 debía pagar una tasa nominal anual máxima de 128,77% ahora ese costo comienza en 44% nominal anual.
En su discurso de asunción el Presidente alertó a la ciudadanía: “No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock, naturalmente impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, lo salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”. Eso es lo que reflejaron los primeros datos de la gestión.
Herencia y perspectiva
El shock económico es duro para todos los trabajadores tanto privados como públicos, pensionista y jubilados afectándolos gravemente. Sin embargo, esta situación no es reciente y se entiende, hasta cierto punto, que proviene de gestiones anteriores.
Aunque la economía Milei necesita un tiempo prudencial para ser juzgado, en estos cuatros meses, el objetivo parece encaminado a lograr la estabilidad macroeconómica para dar paso a una pronta recuperación en el consumo, la producción, mayores inversiones y, reducir el doloroso nivel de pobreza e indigencia.
Aunque la economía Milei necesita un tiempo prudencial para ser juzgado, en estos cuatros meses, el objetivo parece encaminado a lograr la estabilidad macroeconómica para dar paso a una pronta recuperación en el consumov
Cómo el motor del sector público como combustible de la economía no se prenderá, sino por el contrario el ajuste fiscal requiere de una reducción del gasto sustentable será clave el protagonismo del sector privado para los tiempos que vienen.
Para eso es clave el avance sobre la Ley Bases Bis y el Pacto del 25 de Mayo. La previsibilidad institucional y garantía jurídica con reforma laboral, incentivo a las pequeñas y grandes inversiones, blanqueo laboral y de capitales, son fundamentales para el reseteo de la inversión privada que es esencial para que sea la punta de lanza de la recuperación de la actividad económica, el empleo y el consumo privado.
El novelista y ensayista André Maurois decía: “Las leyes no son crueles ni suaves; son inmutables, y, como tales, previsibles, cuadros fijos en cuyo interior incumbe al hombre diseñar lo mejor que sepa su destino”. El destino depende de ese cambio en las reglas de juego para que el sector privado pueda rediseñar el futuro y salida económica del país.
El autor es Analista Económico
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