El potencial que tienen los servicios basados en el conocimiento para el crecimiento de la economía local es un consenso que comparten todas las fuerzas políticas, más en medio del boom tecnológico mundial post pandemia. Ahora el sector busca poner en agenda el cómo generar las condiciones de desarrollo en todo el país, por lo que lanzó un “Plan Federal” de desarrollo para implementar durante los tres próximos períodos de Gobierno. Entre los puntos más destacados se encuentra el pedido por cambios en la ley sectorial vigente para retomar el espíritu de la de 2019, aunque el factor fundamental será alcanzar el orden macroeconómico.
La propuesta fue presentada a los equipos de los candidatos que competirán en el balotaje del 19 de noviembre, Sergio Massa y Javier Milei. Sin embargo, se hizo foco en la necesidad de trabajar articuladamente con provincias y municipios, además de los sistemas académicos, tecnológicos y productivos existentes.
El “Plan Federal de Economía de Economía del Conocimiento” fue conformado por Argencon, la cámara que agrupa a las empresas del sector, a partir de los datos, diagnósticos, experiencias y diálogos recogidos en los últimos años. El mismo se compone de cuatro ejes en los que se busca trabajar entre 2023 y 2035: gobernanza, competitividad, generación de recursos y programas de desarrollo.
La premisa del sector es que la demanda para las industrias del conocimiento es muy superior a la capacidad instalada actual. Allí se contempla el crecimiento mundial, aunque a nivel local también jugarán un papel central la transformación digital de las cadenas de valor industrial y la actualización tecnológica del sector público.
En el eje de gobernanza, Argencon afirmó que se requiere un acuerdo político que exceda el horizonte de una gestión para consolidar reglas estables que permitan inversiones en proyectos de mediano y largo plazo. También pidieron evitar “sistemas intervencionistas hiper regulados”.
En concreto, solicitaron una aprobación con nivel de política pública del “Plan Federal de Economía del Conocimiento” en todos los estamentos del Estado. El sector también pretende tener un rango institucional, como sucede actualmente a nivel nacional, equivalente a sectores como el agro y la industria. Otras propuestas son la creación de un observatorio y la reelaboración de la información estadística que realiza el Indec.
Las empresas nucleadas en Argencon solicitaron la recuperación de la Ley original de Economía del Conocimiento del 2019. “La actual normativa, producto de la reforma de 2020, tiene un marcado sesgo anti exportador, gran complejidad burocrática, importantes indefiniciones y conceptos interpretables que abren áreas expuestas a la discrecionalidad de la autoridad de aplicación. Además, discrimina en su tratamiento a los servicios profesionales exportables, que son el sector que representa más del 60% de las exportaciones sectoriales. Se propone recuperar los principios de la Ley 27.506, votada en 2019, para que sea el instrumento jurídico que dé sustentabilidad y previsibilidad al Plan en la próxima década”, explicaron.
En cuanto al segundo eje, el de competitividad, las premisas son dos: percepción plena del valor generado y estabilización de los costos futuros. Las firmas del sector esperan la liberalización del mercado de cambios, acuerdos de tributación con países importadores, eliminación de los derechos de exportación, estabilidad de precios relativos y nueva ley de estabilidad fiscal.
Respecto a los recursos que se necesitarán en los próximos años se hizo foco en la formación de talentos, conectividad y equipamiento. Entre los ítems más importantes se encuentran la formación en idioma inglés, vinculación de carreras cortas con el mundo laboral, potenciar la educación no formal, normalizar la importación de insumos necesarios y mejorar la infraestructura para la conectividad.
El último eje del Plan Federal de Economía del Conocimiento es el de desarrollo que, según Argencon, requiere “la acción conjunta público-privada para crear valor transversal en toda la matriz productiva y desplegar las capacidades digitales en el todo el arco social”. Transformación digital, emprendedores y pymes, la vinculación tecnológica y el posicionamiento de la Argentina en el mercado mundial son la prioridad que marcan las compañías del sector de los servicios basados en el conocimiento.
La industria del conocimiento en números
Los últimos datos sectoriales recopilados por Argencon en su informe semestral “Argenconomics” muestran que los servicios basados en el conocimiento son un actor importante para la economía local, es el cuarto rubro exportador, aunque allí se observa una tendencia de estancamiento durante la última década. Algo que no difiere de la realidad de la Argentina.
El documento detalló que las exportaciones de la economía del conocimiento acumularon entre el tercer trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2021 los US$8.059 millones. El 60,2% de esas divisas ingresaron por servicios profesionales, el 31,8% por servicios informáticos y el 8% corresponden a otros servicios.
El total exportado en el último año implicó un crecimiento nominal de 8,8% respecto al mismo período de 2021-222, aunque al hacer zoom se observa el estancamiento: “Este aumento no representó un incremento real del nivel de actividad, sino que fue resultado del efecto del atraso del tipo de cambio sobre los salarios medidos en dólares. Descontado el efecto monetario, el nivel de actividad de las exportaciones se mantuvo en valores similares a 2022″.
Si se amplía la mirada, es claro el ritmo decreciente de las exportaciones: 14,2% interanual en el tercer trimestre de 2022, 12,1% en el cuarto trimestre de ese año, 8,4% en el primero de 2023 y 1,6% en el segundo. Esa dinámica tiene una correlación directa con el incremento de la brecha cambiaria, que potencia lo que las empresas identifican como “fuga de talentos”.
En concreto, para algunos trabajadores de esta industria les resulta más rentable prestar servicios al exterior como freelancers, cobrarlos en dólares y no ingresarlos al circuito formal. Para las empresas locales, la competencia por los sueldos genera un incremento en los costos que termina volviéndose menos competitivos respecto a sus competidores en el exterior a la hora de vender su servicio al mundo. Argencon estimó que dejan de ingresar unos US$2.500 millones al año por esta situación.
El informe reflejó además la pérdida de participación en el comercio mundial de servicios de la Argentina en la última década: pasó de ser el jugador 36 a nivel mundial en 2011 al 41 en el ranking del año pasado tal como se desprende de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La caída en la participación global fue de 15,2% y a nivel Latinoamérica del 26,4%, con la particularidad de que muchos talentos migran a países de la región, principalmente Uruguay, debido a una mayor estabilidad macro y el acceso a dólar billete.
La creación de empleo del sector sí se mantuvo pujante. Según el trabajo de Argencon, en base a datos oficiales, en el primer trimestre de 2023 el total de empleo formal de la economía del conocimiento totalizó 486.000 puestos, alcanzando nuevamente un máximo histórico. Este valor representa el 7,4% del total del empleo privado nacional. El crecimiento interanual fue de 5,9%, casi 3 veces la tasa de crecimiento nacional.
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