Una mujer fue detenida en la región del Oblast en Riazán, Rusia occidental, tras dar a luz en un baño, intoxicada por alcohol, mientras tenía una fiesta para posteriormente tirar al bebé a un contenedor de basura y regresar a seguir tomando.
La mujer, identificada como Yulia, de 31 años, estaba en medio de una fiesta con sus amigas cuando comenzó a tener contracciones, por lo que se encerró en el baño y dio a luz a su hijo mientras estaba sentada en el inodoro, dijeron agentes policiales.
Después de dar a luz, la madre puso a su recién nacido y la placenta en una bolsa de basura, luego lo sacó a la calle y lo tiró en un contenedor, según las autoridades.
Después de deshacerse del niño, Yulia regresó a su departamento y continuó la fiesta con sus amigas.
Los medios locales informan que el bebé recién nacido pasó cerca de dos horas en el basurero antes de que una mujer que pasaba escuchara su llanto y llamara a los servicios de emergencia.
El bebé fue encontrado desnudo y cubierto de sangre dentro de una bolsa de basura y fue llevado de urgencia a la unidad de cuidados intensivos en una condición potencialmente mortal. Su temperatura corporal era de solo 75 ° C (24 ° C) después de pasar varias horas en temperaturas frías. Según los informes, le diagnosticaron hipotermia.
La ombudsman de la región de Oblast, en Riazán, Ekaterina Mukhina, dijo: "Los médicos hicieron todo lo posible para salvar la vida del bebé", informó el portal Kp.ru.
La policía encontró a Yulia de fiesta con amigos en su apartamento cuando revisaron lo pisos de los residentes que vivían en un edificio cerca del contenedor.
Los agentes registraron su apartamento y encontraron sangre en el inodoro y el baño, así como otras pruebas.
Yulia le dijo a la policía que se había deshecho de su hijo recién nacido para poder seguir de fiesta porque no quería al bebé.
La mujer fue arrestada y acusada de intento de asesinato de un bebé recién nacido.
La portavoz del Comité de investigación, Anzhelika Yevdokimova, dijo: "La madre aceptó que no quería a este bebé. Ni siquiera comprobó si era un niño o una niña antes de tirarlo. Durante el arresto, ella estaba muy intoxicada con alcohol".
Yulia trabajaba como intendente, limpiando las calles. Tiene dos hijos de tres y cuatro años que le serán retirados de sus custodia tras el incidente. Sus hijos serán colocados en un orfanato, según los informes.
Por su parte, el portavoz del Comité de Investigación de Rusia, Aleksandr Sanferov, dijo: "Ella [Yulia] ni siquiera tuvo que cortar el cordón umbilical, ya que se había caído por su cuenta. Es posible que el alcohol relajara sus músculos y el parto fuera rápido y fácil. Ella no le contó a sus amigas sobre el bebé y solo siguió de fiesta después de deshacerse de él".
La mujer enfrenta hasta cinco años de prisión si es declarada culpable.
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