Tres sospechosos fueron capturados en las últimas horas por el homicidio de César Eduardo Carmona, el detective de 50 años de la Agencia de Investigación Criminal de Rosario de que fue acribillado el jueves pasado por sicarios que lo emboscaron cuando llegaba a la sede policial, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Los detenidos son Fernando C., (22); Alan Nahuel A. (22), Agustín Alfredo A., (22); detallaron las fuentes. Los arrestos ocurren tras una serie de allanamientos realizados durante la madrugada del sábado y del domingo por la AIC a través de las divisiones de Homicidios, Operativa e Inteligencia. Los tres serán llevados a audiencia imputativa por el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo, el próximo martes en el Centro de Justicia Penal.
Ahora, se investiga si los apresados tienen vinculación con la presunta banda liderada por el clan Romero, que opera en la zona norte de la ciudad y que fue desbaratada por la División de Inteligencia de la AIC –donde trabajaba la víctima– por el homicidio de Mauricio Cordara, chofer del vicepresidente de la obra social de UATRE y ex diputado Pablo Ansaloni, perpetrado en noviembre del año pasado en Colón, en la provincia de Buenos Aires.
Incluso, uno de los arrestados ya tenía pedido de captura del Juzgado N° 1 de Garantías de Pergamino por ese crimen. Se trata de Agustín Alfredo A., conocido como “El Calamar” o “Mojarra”, que fue detenido en un domicilio del barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste de Rosario. Es quien se presume que realizó los disparos contra el inspector el jueves pasado en la puerta de la Agencia de Investigación Criminal. En ese procedimiento, realizado en Piamonte al 1900, se incautaron dos pistolas y celulares.
“El Calamar” es hijo de un ex policía de Santa Fe que estuvo involucrado en una causa judicial contra Los Monos. Su padre fue arrestado por haber facilitado en enero de 2014 la fuga de un miembro de Los Monos del edificio de la Jefatura de la Policía a cambio de dinero. Ese ex agente además luego fue detectado en escuchas telefónicas hablando con un preso para intentar planear el asesinato del juez Juan Carlos Vienna, quien impulsó la causa contra la banda liderada por el clan Cantero.
Por su parte, Alan Nahuel A., fue detenido en un allanamiento hecho por el Grupo de Irrupción de Respuesta Inmediata, en Camilo Aldao al 3800, en Vía Honda. Y Fernando C. fue aprehendido por el Comando Radioeléctrico en José Ingenieros al 8300, en la zona noroeste de Rosario, a quien se le incautaron pasamontañas, precintos, ropa y un celular que será enviado a peritar.
Fernando C., se presume, fue quien rompió una de las ventanillas del Fiesta Kinetic de Carmona para llevarse la mochila de la víctima, ya que tenía heridas en una mano. Ese robo, creen los investigadores policiales, fue cometido con el único objetivo de desviar la investigación.
El indicio de que Fernando C. había sido quien hizo estallar uno de los cristales del auto de la víctima radicaba en que se habían encontrado manchas de sangre en el C3 bordó en el que se desplazaban los ocupantes. Ese vehículo fue hallado sin ocupantes en Sánchez de Bustamante al 400, a cinco cuadras del predio de la AIC.
Los tres sospechosos, según los datos que tiene los investigadores policiales, después de abandonar el C3 se subieron a un Gol Trend gris para terminar de fugarse. El Gol fue secuestrado este sábado a la madrugada en Caracas y Grandoli, en Nuevo Alberdi, territorio en el que opera hace años la presunta banda conocida como “Los Romero”.
Dentro de la hipótesis que más avanzó en la causa, varios integrantes de “Los Romero” fueron detenidos en la causa por el homicidio de Cordara, en una colaboración entre el fiscal Matías Edery de Rosario y de la División de Inteligencia de la AIC. Varios investigadores policiales son los que consideran que la organización buscó darle un mensaje de “venganza” a la fuerza de seguridad que hizo caer a varios de sus miembros.
Mientras se realizaban las detenciones por el crimen de Carmona, se registró una balacera contra la cárcel de la zona oeste de Rosario. Se trata del séptimo ataque al edificio desde mayo de 2022.
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